Es posible que se te dificulte decidir si es necesario llevar a tu perro al hospital veterinario más cercano cuando comienza a comportarse de manera extraña, sobre todo cuando los síntomas son comunes tanto en trastornos que pueden ser mortales como en los que no son tan graves.
Los siguientes síntomas entran en la categoría de los que no se deben ignorar. Es posible que no indiquen la presencia de una enfermedad subyacente grave, no obstante, es necesario que un veterinario o una clínica de emergencia para animales se encargue de averiguarlo de inmediato.
1. Desmayo, colapso. Cuando un perro colapsa, significa que ha sufrido una pérdida repentina de fuerza que lo hace caer y le impide levantarse de nuevo. Si pierde el conocimiento después de colapsar, se trata de un desmayo. Cualquiera de estas situaciones se considera una emergencia, incluso si tu perro se recupera en poco tiempo y luce normal unos segundos o minutos después del colapso.
Toda causa de un desmayo o colapso se considera grave y amerita la atención inmediata de un veterinario. Es posible que se trate de un problema del sistema nervioso (cerebro, médula espinal o nervios), musculoesquelético (huesos, articulaciones, músculos), circulatorio (corazón, vasos sanguíneos, sangre) o respiratorio (boca, nariz, garganta, pulmones).
2. Dificultad para respirar. La falta de aire al inhalar y exhalar es una de las manifestaciones de dificultad respiratoria en perros. Los problemas respiratorios pueden significar que no llega suficiente oxígeno a sus tejidos. Además, es posible que los perros que tienen insuficiencia cardíaca no sean capaces de bombear suficiente sangre a sus músculos y otros tejidos.
La acumulación de líquido en los pulmones o en la cavidad torácica suele ir de la mano con la dificultad para respirar y tos. Si tu perro presenta problemas respiratorios repentinos que no se hayan diagnosticado con anterioridad, debes acudir con un veterinario de inmediato.
3. Dificultad para orinar. Esto incluye molestias, esfuerzo para orinar y muchos intentos fallidos para lograrlo. Si tu perro se queja al hacer sus necesidades, parece preocuparse o lame excesivamente el área de su cuerpo involucrada, debes llevarlo a consulta cuanto antes. Hay varias causas no aparentes de dificultades urinarias, algunas de las cuales pueden causar la muerte en pocos días.
4. Caminatas de un lado a otro, agitación o arcadas. Cuando un perro camina de un lado a otro y parece poco dispuesto o incapaz de calmarse, es muy probable que sienta dolor, incomodidad o angustia. La dilatación vólvulo-gástrica (GDV, por sus siglas en inglés), también llamada distención abdominal, es un padecimiento muy grave en los perros, en el cual es muy común observar estos síntomas.
Si un perro intenta vomitar y no lo consigue, este es un signo. La distensión abdominal es un padecimiento que puede ser mortal y se presenta con mayor frecuencia en perros de raza grande y aquellos que tienen un tórax profundo.
5. Letargo o fatiga extrema. Un perro letárgico parecerá somnoliento, "perezoso" o indiferente. Podría demostrar lentitud para responder a imágenes, sonidos y otros estímulos en su entorno. El letargo o agotamiento es un síntoma no específico que puede indicar una serie de posibles trastornos subyacentes que pueden ser graves o incluso mortales. Si tu perro permanece letárgico por más de 24 horas, es el momento de hacer una cita con tu veterinario.
6. Orina, vómito o diarrea con sangre. La sangre que tu perro ha digerido aparecerá en sus heces, las cuales serán negras alquitranadas. La sangre fresca en las heces es un indicador de sangrado en el colon o recto. Cualquiera de estas situaciones podría constituir un riesgo y debe abordarse de inmediato.
La sangre en la orina de un perro se denomina hematuria y puede ser evidente o microscópica. Existen diversos trastornos graves que pueden ser la causa de que haya sangre en la orina, tales como una obstrucción en el tracto urinario, infección bacteriana e incluso cáncer.
La sangre vomitada puede ser de color rojo brillante (fresca) o parecerse a los posos de café (indicador de sangre parcialmente digerida). Existen numerosas razones por las cuales tu perro puede vomitar sangre y aunque algunas pueden ser de poca importancia, hay otras que son graves e incluso mortales.
7. Pérdida de peso y apetito. A menudo, la pérdida de apetito es el primer signo de una enfermedad subyacente en las mascotas. Puede haber muchas razones por las que tu perro no tiene apetito o se niega a comer, pero la falta de este puede comenzar a afectar su salud dentro de las 24 horas siguientes. Y para los cachorros de 6 meses o menos, el problema puede ser aún más grave.
La pérdida de peso es el resultado de un balance calórico negativo, y puede ser consecuencia de anorexia (pérdida de apetito) o cuando el cuerpo de un perro utiliza o elimina nutrientes esenciales de la dieta más rápido de lo que se reponen. Una pérdida de peso superior al 10 % del peso corporal normal de tu perro será una señal de alerta para tu veterinario. Pueden existir diferentes causas no aparentes que se consideran graves.
8. Tos. La tos en perros, a menos de que solo suceda una vez, suele indicar la presencia de un problema subyacente. Algunos ejemplos incluyen una posible obstrucción de la tráquea, tos de perrera, asma, bronquitis, neumonía, enfermedad del gusano del corazón, insuficiencia cardíaca y tumores pulmonares. Todas las causas de tos requieren investigación y, en la mayoría de los casos, tratamiento.
9. Fiebre. Una temperatura elevada suele ser un indicio de que el cuerpo está combatiendo una infección. La temperatura normal de los perros se encuentra entre los 38 y 39 °C (100.5 a 102.5 °F). Si lo sientes más caliente y su temperatura es más alta de lo normal, debes agendar una cita con el veterinario.
10. Ojos rojos. Si el área blanca del ojo de tu perro se vuelve de color rojo brillante, es un signo de inflamación o infección que puede indicar una de varias enfermedades que involucran a los párpados externos, tercer párpado, conjuntiva, córnea o esclerótica del ojo.
El enrojecimiento también puede indicar inflamación de las estructuras internas y trastornos en la cuenca del ojo, así como glaucoma. Ciertos trastornos oculares pueden producir ceguera, por lo que cualquier cambio significativo en la apariencia de los ojos de tu mascota debe investigarse.
Algunos síntomas de enfermedad en perros se controlan mejor al dejarlos seguir su curso, un ejemplo es el malestar gastrointestinal (GI) temporal que se produce por consumir un bocadillo de forma indiscriminada. Otros síntomas pueden ser tan repentinos, severos y atemorizantes que sabrás de inmediato que es necesario llevar a tu mascota al veterinario u hospital de emergencias.
Los 10 síntomas que he enumerado anteriormente son menos definitivos, así que espero que esta guía sea de utilidad en caso de que tu mascota desarrolle síntomas que indiquen la presencia de una potencial enfermedad grave o mortal.