¿Los perros se deprimen igual que las personas? Nadie lo sabe con certeza, pero no cabe duda de que experimentan cambios de humor y de comportamiento. Por lo general, esos cambios son temporales y se relacionan con un evento reciente en la vida del perro, por ejemplo, cuando los niños vuelven a la escuela después de un descanso o cuando llega una nueva mascota a la familia y acapara la atención de todos.
De igual manera, se sabe que los perros suelen pasar por un período de duelo cuando sufren la pérdida de un familiar. Asimismo, muchos de los que sufrieron abandono y terminaron en un refugio parecen experimentar un período de tristeza e incertidumbre.
El problema es que no existe una prueba biológica para diagnosticar la depresión clínica (que no debe confundirse con los episodios transitorios de conducta depresiva), incluso en el caso de las personas. Los médicos toman nota de los síntomas físicos y de lo que el paciente les dice respecto a sus sentimientos para brindarles un diagnóstico.
Dado que los perros no pueden expresar sus emociones, debemos recurrir a la observación para determinar si nuestro compañero canino se siente triste. Como regla general, los veterinarios y etólogos clínicos le diagnostican depresión a un paciente cuando manifiesta un comportamiento inusual.
Los cambios de comportamiento pueden ser indicios de un problema de salud
En caso de que el comportamiento de tu perro sufra cambios, es una buena idea que agendes una cita con el veterinario incluso si crees conocer la razón. Las enfermedades subyacentes (lo que incluye dolor de diversa índole) pueden compartir un gran número de síntomas con la depresión en lo que respecta a cambios de comportamiento, tales como la falta de apetito, hacer sus necesidades dentro de la casa, dormir más de lo habitual, renuencia a hacer ejercicio y agresión repentina e inusual.
Una vez que se descarte la presencia de un problema físico, lo que incluye una enfermedad tiroidea, puedes proceder a tomar las medidas necesarias para ayudarle a mejorar su estado de ánimo.
Señales de que tu perro necesita más de ti
A menudo, los perros son los miembros de la familia que pasan a segundo plano cuando se presentan períodos en los que nuestra vida familiar o laboral se vuelve muy atareada. Si tu compañero peludo no está recibiendo suficiente atención de tu parte debido al gran número de cosas que debes atender, es posible que esa sea la razón por la que luce triste. Los perros que ansían más tiempo y atención de sus humanos tienden a:
• Hacer travesuras en la casa. Es posible que tu perro se sienta estresado si comienza a hacer sus necesidades en el interior del hogar, aunque, también cabe la posibilidad de que exista un problema de salud subyacente, por lo que recomiendo acudir al veterinario para descartar cualquier enfermedad, como infecciones de la vejiga o cálculos urinarios.
Una vez que se confirma que no padece ninguna enfermedad, se puede asumir que lo que necesita es que le dediques más tiempo y atención, en especial si está comenzando a destruir cosas o a causar problemas en la casa.
Considera contratar a un paseador de perros para que lo saque a caminar en caso de que el problema se deba, en parte, a que se quede solo todo el día mientras te encuentras en el trabajo. En numerosas ocasiones, el aburrimiento es lo único que los perros padecen. Es posible que la tristeza se origine por sentimientos como el desasosiego y la ansiedad que, a su vez, pueden surgir a raíz del aburrimiento. Otra cosa que podrías hacer es buscar una guardería para perros cercana a tu hogar donde pueda pasar algunas horas a la semana e interactúe con otros perros.
Algo que funciona de maravilla para acabar con el aburrimiento es una sesión de ejercicio muy rigurosa antes de irte al trabajo, al igual que los juguetes interactivos para la estimulación mental, los tapetes para lamer y olfatear y los fascinantes huesos recreativos de médula.
• Desobedecer. La mayoría de los perros tienen un deseo innato de complacer a sus dueños, así que la desobediencia es un indicio claro de que debes pasar más tiempos con tu amigo peludo. Es posible que necesite un nuevo curso de obediencia fear-free (sin miedo) o que aún no hayas descubierto lo que lo motiva en verdad.
Algunas razas buscan agradar en mayor medida que otras, por lo que es necesario que aprendas a llamar la atención de tu perro en caso de que sea independiente por naturaleza.
Cada vez que interactúes con tu perro, enfócate en estar presente emocionalmente. Las investigaciones sugieren que los animales perciben cuándo estamos en sintonía con ellos y cuándo no, así que deja tu teléfono y vive el momento en compañía de tu amigo peludo. Estar presente y concentrado cuando pasas tiempo con tu mascota es una de las mejores maneras de mostrarle amor y conexión.
• Resistirse al adiestramiento. Si bien es cierto que algunos perros son más fáciles de adiestrar, cuando un perro adulto hace sus necesidades dentro de la casa con frecuencia es porque no recibe el tiempo y la atención que requiere para aprender que debe hacerlo afuera. Si quieres que el entrenamiento funcione debes crear una rutina para sacarlo a pasear y seguirla de manera constante, adiestrarlo para usar cajas según sea necesario y reforzar la conducta positiva.
• Tener sobrepeso. Los perros salvajes ocupan gran parte de sus horas de vigilia para cazar su próximo alimento, mientras que los domésticos solo comen lo que sus dueños les proporcionan (en cantidades que suelen ser mayores de lo necesario) y buscan un buen lugar para tomar la siesta. Eso tiene como resultado una epidemia de perros con sobrepeso y obesidad y nosotros somos los únicos responsables.
Recuerda que no es buena idea compensar a tu perro con una cantidad excesiva de comida o premios solo porque te sientes culpable por no brindarle suficiente tiempo y atención.
• Dormir más de lo habitual. La razón por la que un perro que no padece ninguna enfermedad duerme todo el día es que está aburrido y necesita ejercicio físico al igual que tiempo de juego y estimulación mental, sin importar la edad que tenga. Intenta dedicarle una hora cada día.
Sácalo a un pasear, dale masajes o cepilla su pelaje, llévalo a un parque para perros, corran juntos, realicen la práctica "baño de bosque" en un bosque local o en un área recreativa (las investigaciones han demostrado que también construye el microbioma) o jueguen a lanzar y atrapar la pelota. De igual manera, considera inscribirlo en una clase divertida que pueda convertirse en un pasatiempo, como un entrenamiento de agilidad o trabajo de olfato, para que se enfrente a desafíos mentales de forma constante.
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5 consejos para ayudar a un perro deprimido
1. Sigue una rutina diaria de manera constante. Las mascotas se encuentran mucho mejor cuando saben qué esperar día tras día. Intenta que tenga un horario constante para comer, dormir, hacer ejercicio, pasear, jugar, asearse, dormir, entre otras actividades diarias.
El Dr. Satchin Panda del Instituto Salk recomienda darle la oportunidad de llevar a cabo su "olfateo" durante 10 minutos tanto por la mañana como por la noche ya que esto permite que se sincronice el ritmo circadiano y la producción de neurotransmisores. Abre las cortinas todas las mañanas para permitir que entre a tu hogar la mayor cantidad de luz natural posible y, por la noche, apaga el wifi al igual que los enrutadores para que descanse de los campos electromagnéticos.
2. Dale sabor al menú. La variedad nutricional diversifica el microbioma y ayuda a que se produzca una mayor cantidad de serotonina (la hormona de la felicidad) en el intestino; además de eso, los alimentos nuevos que se utilicen como premios o bocadillos, o para acompañar las comidas, pueden ser de ayuda para que las sesiones de entrenamiento y los juegos que involucren comida sean más interesantes y agradables.
Si tu perro no muestra interés en comer mucho, considera ofrecerle un delicioso hueso crudo como postre, o prepara un sabroso premio que no haya probado antes para dárselo a la hora de entrenarlo. Guarda los restos de alimento en el refrigerador y dáselos en su próxima comida. Evita ofrecerle alimentos poco saludables cuando tenga hambre, de esta manera lo ayudarás a recuperar el apetito.
3. Recurre a remedios naturales en caso de ser necesario. Existen diversos remedios naturales que pueden administrarse con facilidad y son excelentes para mejorar su estado emocional.
Algunos de mis suplementos favoritos incluyen probióticos con Bifidobacterium longum, ashwagandha, rhodiola, hierba de San Juan y SAMe, que se utilizan en conjunto con esencias florales para el trastorno afectivo estacional como Grouch Solution o Winter Blues Solution de Jackson Galaxy, o varios remedios de flores de Bach como la flor Mustard y Grief and Loss de Green Hope Farm.
4. El ejercicio y los paseos en que tu perro pueda olfatear son de gran ayuda para estimular sus hormonas de la felicidad. Durante mucho tiempo, se ha recomendado el ejercicio como antídoto para la tristeza en las personas, ya que aumenta los niveles de endorfinas (hormonas de la felicidad que se producen de forma natural) y lo mismo sucede con los perros.
De igual manera, es la única forma en que los perros pueden producir el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), una neurotrofina que tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo, el sueño reparador y el bienestar cognitivo (y no se puede obtener en forma de suplemento).
Enfócate en crear actividades divertidas que no impliquen mucho estrés y que te den la oportunidad de llevar a cabo el refuerzo positivo de la conducta. Esto puede ser una caminata, sesiones cortas de entrenamiento, un juego de búsqueda, trabajo de olfateo u ofrecerle un rompecabezas de comida o un hueso recreativo. Mientras más experiencias agradables crees, más concentrado y receptivo estará.
5. Dale tiempo. Los síntomas de depresión pueden tardar unos días o incluso semanas en desaparecer, pero la mayoría de las mascotas vuelven a su estado de ánimo normal después de un tiempo. Si en algún momento sientes que tu mascota está sufriendo sin necesidad alguna o si se trata de algo más que un episodio depresivo, te recomiendo llevarlo a consulta o acudir con un etólogo veterinario.