La mayoría de los estudios sobre enfermedades genéticas en mascotas implican a perros debido a que hay más perros que gatos de raza pura y, por lo tanto, adquieren rasgos hereditarios específicos que pasan de una generación a otra. Pero, ¿qué pasa con nuestros felinos miembros de la familia? ¿También adquieren enfermedades genéticas?
A diferencia de los perros de raza pura, la mayoría de los gatitos domésticos se reproducen sin la interferencia de los seres humanos. Esto ayuda a diluir los genes causantes de enfermedades en su linaje, y como resultado adquieren trastornos hereditarios con menos frecuencia. Sin embargo, los gatos de raza tienden para seguir un patrón más predecible de las enfermedades hereditarias, que es similar al de sus homólogos caninos.
Las compañías de seguros para mascotas y las bases de datos de hospitales de animales mantienen registros de las enfermedades más frecuentemente diagnosticadas en gatitos, que según el Dr. Jerold S. Bell de la Cummings School of Veterinary Medicine de la Universidad de Tufts son "...complejamente heredadas e implican combinaciones de múltiples genes y factores ambientales".1
"Las enfermedades genéticas deben ser reconocidas en el consultorio porque deben ser tratadas como enfermedades crónicas — no como enfermedades episódicas", dice Bell, quien enumera las cinco principales enfermedades genéticas de los gatos como: enfermedad del tracto urinario inferior felino (FLUTD, por sus siglas en inglés), diabetes mellitus, enfermedad inflamatoria linfocítica o plasmocítica, enfermedad renal poliquística y miocardiopatía hipertrófica.
Es importante tener en cuenta que sólo porque algunos veterinarios creen que ciertas razas heredan ciertos trastornos, no significa que si tu gato es de esa raza está destinado a adquirir esas enfermedades.
Hay medidas que puedes tomar para ayudar a prevenir que tu gatito adquiera enfermedades a las que pudiera estar predispuesto, y hay maneras de tratar con éxito o controlar eficazmente los padecimientos genéticos existentes.
Enfermedad del Tracto Urinario Inferior Felino
La enfermedad del tracto urinario inferior felino (FLUTD) en realidad es un grupo de afecciones que afectan la vejiga o uretra de los gatos, incluyendo cistitis (inflamación de la vejiga), infección bacteriana y obstrucción de la uretra. Según Bell, la FLUTD es la enfermedad hereditaria que se observa con más frecuencia en gatos domésticos.
Esta enfermedad no se transmite de gato a gato, como lo demuestra el hecho de que a menudo le ocurre a un solo gatito dentro de un hogar de varios gatos. Los persas pueden estar en mayor riesgo de tener problemas en el tracto urinario inferior, mientras que los siameses pueden estar en menor riesgo.
En un estudio, sólo los gatitos predispuestos a la FLUTD desarrollaron síntomas2 al estar expuestos a factores estresantes, y sus perfiles de expresión génica fueron similares a los observados de seres humanos con cistitis intersticial (síndrome de vejiga dolorosa).
Si tu gato tiene FLUTD: Necesita beber más agua, orinar más y llevar una dieta antiinflamatoria rica en líquidos, ya sea a base de alimentos enlatados de calidad para consumo humano o una dieta de alimentos frescos y enteros nutricionalmente equilibrada. También es importante identificar posibles fuentes de alergias alimenticias.
Una infección del tracto urinario puede ser una de las causa subyacentes de la FLUTD de tu gatito, sin embargo, con demasiada frecuencia, los antibióticos se administran sin un cultivo y prueba de sensibilidad previas; si tu veterinario sugiere antibióticos para matar las bacterias presentes en una muestra de orina estéril, insiste en realizar un cultivo bacteriano para identificar el tratamiento correcto.
También es extremadamente importante concentrarse en reducir o eliminar los potenciales factores de estrés en la vida de tu gato. El estrés suele tener tres fuentes distintas: medioambiental, inmunológica y nutricional.
De acuerdo con un estudio, los gatos con cistitis idiopática felina (CIF), experimentaron una mejoría de entre el 75 % y 80 % de sus síntomas cuando fueron alimentados a la misma hora todos los días, sus cajas de arena permanecieron en el mismo lugar y se fomentó tiempo de juego frecuente.3
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Diabetes
Cualquier gato puede desarrollar diabetes mellitus, sin embargo, Bell cita estudios que demuestran que esta enfermedad puede ser más frecuente en ciertas razas, incluyendo el Burmés, Siamés, Bosque de Noruega, Azul Ruso y el Abisinio.
Sin duda la obesidad es un factor predisponente para la diabetes en gatitos, y en mi experiencia, independientemente de la genética del gato, el sobrepeso y llevar una alimentación a base de alimentos secos con alto contenido de carbohidratos son, con mucho, los mayores factores de riesgo para desarrollar diabetes.
Si tu gato tiene diabetes mellitus: El tratamiento de la diabetes en gatos es complejo y requiere de mucho tiempo. Implica el monitoreo regular de los niveles de glucosa en la sangre, realizar ajustes alimenticios continuos, la administración de insulina por medio de inyecciones o medicamentos reguladores de la glucosa vía oral, y vigilar a tu gatito enfermo de manera constante y cuidadosa.
Desde luego, la prevención es la mejor "cura" para esta enfermedad, así que espero que consideres seriamente la importancia de la nutrición, el ejercicio y el mantener a tu gato6 en un peso saludable con el fin de prevenir la diabetes y otras enfermedades graves.
Puedes ayudarlo a mantenerse en forma brindándole una alimentación equilibrada, apropiada para su especie, de porciones controladas y rica en líquidos que esté compuesta por una variedad de fuentes de proteínas no adulteradas, grasas saludables y suplementos nutricionales específicos según sea necesario.
Tu gatito también necesita moverse. Recomiendo un mínimo de 20 minutos de ejercicio diario. Tendrás que ser creativo para mantener a tu gato físicamente activo, sin embargo, por lo general es posible por medio de muchos juegos de persecución de plumas.
Enfermedad Inflamatoria Linfocítica o Plasmocítica
Curiosamente, esta enfermedad felina inflamatoria, inmunitaria e imposible de pronunciar suele adoptar la forma de gingivostomatitis (una enfermedad crónica muy dolorosa de la boca), o de la enfermedad inflamatoria intestinal (IBD, por sus siglas en inglés). Por fortuna, es raro que un gato desarrolle ambas formas.
Los siameses y otras razas asiáticas están predispuestos a la forma IBD de la enfermedad. Otros factores de riesgo incluyen intolerancias alimenticias, sensibilidad al propio microbioma corporal y estrés conductual. Según Bell, los gatos afectados por esta enfermedad "... muestran una predisposición a la infiltración de células inflamatorias durante toda su vida, lo cual no ocurre en otros gatos dentro de un mismo hogar."
Enfermedad Renal Poliquistica
La enfermedad renal poliquística (ERP) es causada por un gen defectuoso en específico, y existe una prueba de ADN disponible para comprobarlo. De acuerdo con Bell, el gen está presente en el 6 % de los gatos de todo el mundo y en el 38 % de los gatitos persas. También es común en los Himalayos y otras razas tipo Persa.
El rango de edad para desarrollar insuficiencia renal en gatos con ERP es de 4 a 10 años, con 7 años como promedio. Algunos gatitos con el gen son afortunados de desarrollar sólo algunos quistes y son capaces de mantener una función renal normal.
Si tu gato tiene enfermedad renal poliquística: El tratamiento es el mismo que para cualquier forma de enfermedad renal crónica, y comprende el control de la uremia (la acumulación de residuos nitrogenados en la sangre), el retraso de la progresión de la enfermedad así como el mantenimiento de la calidad de vida del gato.
El tratamiento consiste en una terapia de fluidos (que muchos dueños aprenden a administrar en casa), una alimentación rica en proteínas de excelente calidad, cantidades de sodio y fósforo más bajas de lo normal, así como acceso ilimitado al agua potable.
Las vitaminas y minerales a veces pueden ser beneficiosos. Con frecuencia agrego una variedad de vitaminas B a los fluidos subcutáneos administrados al gato. Las vitaminas B pueden ayudar con la anemia, mejorar la sensación general de bienestar de un gato y controlar las náuseas. También uso un probiótico llamado Azodyl especialmente formulado para apoyar el riñón.
Mejorar la calidad de la alimentación de tu gato e incluir proteínas digestibles de excelente calidad aptas para consumo humano es fundamental. Pocas empresas se especializan en ofrecer dietas a base de alimentos frescos para el riñón.
También, el Feline Renal Support de Standard Process puede ser beneficioso junto con aglutinantes de fósforo y bicarbonato de sodio, según el caso. Tu veterinario te ayudará a decidir si éstos son recomendables en función de la situación específica de tu mascota.
Hacer el ambiente del gatito lo más libre de estrés posible también es muy importante.
Miocardiopatía Hipertrófica
La miocardiopatía hipertrófica (MCH) es el tipo de enfermedad cardiaca que más comúnmente se observa en gatos, y puede ser heredada o adquirida. Según Bell, una mutación genética relacionada con la enfermedad ocurre en el 33 % de los gatos Maine Coon, y puede causar insuficiencia cardíaca o muerte súbita en gatitos de 6 meses a 7 años de edad.
Además, el 20 % de los gatos Ragdoll tienen una mutación diferente en el mismo gen causante de la MCH. Existe una prueba genética disponible que sirve para verificar ambas mutaciones en Maine Coons y Ragdolls.
Por lo general, la MCH también se produce alrededor de mediana edad en gatos individuales de ambas razas que no tienen la mutación del gen, así como en muchos otros gatitos.
Si tu gato tiene miocardiopatía hipertrófica: He tratado con éxito a muchos gatos con este trastorno por medio de una combinación de dosis altas de ubiquinol y ácidos grasos omega-3, además de ciertos aminoácidos, incluyendo taurina, L-arginina y acetil L-carnitina. También uso heart glandular y hierbas, incluido el espino.
Debido a que la deficiencia de aminoácidos puede estimular la MCH, recomiendo bastante que le brindes a tu gato una alimentación de calidad, apta para consumo humano, a base de carne, y que elimines todos los rellenos como granos y carbohidratos innecesarios. Creo que los carbohidratos que se encuentran en la mayoría de los alimentos procesados para gatos contrarrestan la cantidad de proteína que los felinos necesitan, lo cual los convierte en un importante factor nutricional que contribuye a las enfermedades cardíacas en gatos.
También considero que hemos subestimado el papel de la vitamina D en la medicina de los animales de compañía, así como su función en las enfermedades cardiacas. Identificar y tratar la deficiencia de vitamina D es un importante paso hacia la reducción del estrés cardiovascular relacionado con la alimentación.
La cantidad de taurina, carnitina y CoQ10 que se encuentra de manera natural en la carne sin procesar es de vital importancia para la salud del corazón felino. Estos nutrientes vitales no se encuentran en cantidades adecuadas en la mayoría de los alimentos secos y su procesamiento disminuye aún más su biodisponibilidad. Esta es otra razón por la que recomiendo los alimentos sin almidones (granos o papas) para los gatos.
Si le proporcionas alimentos secos o enlatados tu mascota, recomiendo que completes su alimentación con CoQ10 en forma de ubiquinol, así como con fuentes marinas de ácidos grasos omega-3 adicionales (aceite de kril), en especial si tienes un gato que puede estar predispuesto a las enfermedades cardiovasculares.
El brindarle un suministro adicional de CoQ10 (la forma reducida) a tu mascota puede asegurar que tenga la cantidad que su cuerpo necesita para mantener un músculo cardíaco saludable.
Una Última Observación Sobre la Nutrición y el Destino Genético de Tu Gato
La nutrigenómica es un concepto científico emergente que sostiene que la nutrición que necesitamos como individuos (tanto humanos como animales) depende de nuestra composición genética. Nuestros genes y la expresión de nuestros genes están controlados por nutrientes individuales, lo que significa que necesitamos una nutrición funcional particular y personalizada.
Es importante entender cómo los nutrientes con los que alimentamos a nuestras mascotas afectarán sus genes, y por lo tanto, su salud y longevidad. Y de hecho, si supiéramos qué nutrientes son esenciales para cada mascota (y persona), podríamos impactar positivamente sobre la longevidad, reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas y curar enfermedades con mucha más rapidez.
La nutrigenómica estudia el efecto de la nutrición en el genoma. El genoma es todo lo relacionado con el cuerpo — cómo funciona metabólica y genéticamente. Los genes son sólo una pequeña parte del genoma, alrededor del 2 %. El otro 98 % no tiene nada que ver con los genes, sino con la forma en que el cuerpo controla lo que hacen nuestros genes.
Cada individuo tiene una firma alimenticia molecular única que determina qué nutrientes debe consumir para desarrollarse.
Como veterinarios y propietarios de mascotas, podemos ejercer algún control. Por ejemplo, si tu gato es de una raza genéticamente predispuesta a cierto problema de salud, a través de la nutrición podemos suprimir ciertos genes para que no se expresen, o alentar a otros genes a hacer lo contrario.