La gastroenteritis hemorrágica es un trastorno muy grave que podría afectar a los machos y las hembras de todas las razas y edades; sin embargo, es más frecuente en perros de raza pequeña y tamaño toy, que tienen entre 2 y 4 años de edad, especialmente los Caniches Miniatura y Schnauzers Miniatura, Dachshunds, Yorkshire Terrier, Pekinés, Cavalier King Charles Spaniel, Pastor de las Islas Shetland... y Caniches de tamaño estándar.
Curiosamente, al parecer, los perros descritos como muy nerviosos, hiperactivos, o estresados también manifiestan una mayor incidencia de HGE.
Se cree que HGE no se contagia entre perros; sin embargo, se ha informado que, los perros que viven juntos podrían desarrollar este padecimiento al mismo tiempo, lo que es sospechoso. Además, se han registrado brotes en algunas zonas del país, lo que también es sospechoso.
Causas de la Gastroenteritis Hemorrágica
En los perros que se manifiesta HGE, el revestimiento de su tracto intestinal se vuelve súbitamente muy permeable, aunque no se presenta una inflamación. La filtración permite que los fluidos, proteínas y glóbulos rojos se filtren a través de los vasos dentro de la pared intestinal y hacia el lumen o abertura intestinal.
El cuerpo del perro responde con lo que denominamos contracciones esplénicas. El bazo sirve como una especie de banco de sangre. Es un tanque de retención para los glóbulos rojos, y cuando el cuerpo detecta la pérdida de sangre y la necesidad de más glóbulos rojos, el bazo libera su reserva en el torrente sanguíneo.
La causa de HGE es un misterio. Las teorías incluyen a una alimentación indiscriminada y una enfermedad mediada por el sistema inmunológico. Los dos casos de HGE que observé el año pasado se desarrollaron después de haber aplicado las vacunas.
Otras posibles causas incluyen a la exposición a toxinas, pancreatitis, estrés, ansiedad, hiperactividad, una reacción alérgica hacia los alimentos o a un inhalante, parásitos internos, y una infección bacteriana en el tracto gastrointestinal (GI, por sus siglas en inglés).
Un pequeño estudio, que incluyó a 10 perros que padecían HGE, encontró lesiones mucosas en los intestinos, pero no en el estómago de los perros, y todos ellos tenían bacterias clostridium en el intestino delgado.1 Los autores del estudio recomendaron renombrar la enfermedad como "síndrome de diarrea hemorrágica aguda", porque no encontraron evidencia de gastritis o inflamación estomacal.
Se ha asumido que el estómago está implicado en la enfermedad de HGE, porque casi siempre se presentan episodios de vómito; sin embargo, eso no sucedió en este estudio. Además, los intestinos delgado y grueso mostraron una mayor incidencia de necrosis, en comparación con la inflamación.
Para confundir aún más las cosas, aparentemente, en algunas áreas del país hay una incidencia estacional de esta enfermedad, ya que ocurre durante la primavera y el otoño, y esa fue mi experiencia el año pasado — dos casos en la primavera. También, se han producido brotes regionales. Sin embargo, ninguna de las pruebas relacionadas con esos casos ha resultado útil en descubrir la causa de este padecimiento.
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Síntomas y Diagnóstico de HGE
La mayoría de los casos de HGE son agudos, lo que significa que aparecen de repente sin previo aviso en otros perros sanos.
El síntoma principal de la gastroenteritis hemorrágica es una diarrea sanguinolenta de un rojo oscuro o brillante que se asemeja a una mermelada de frambuesa, junto con vómito repentino y profundo que comienza como moco o bilis, pero con el tiempo se convierte en sangre. Algunos perros también podrían tener un menor apetito, dolor abdominal, letargo y fiebre.
HGE puede ser fatal, por lo que es esencial proporcionar cuidados veterinario inmediatos. Extrañamente, cuando los perros son examinados al principio, por lo general, todavía no se encuentran deshidratados; sin embargo, esto se puede desarrollar con rapidez y ocasionar que disminuya la presión sanguínea, un recuento elevado de glóbulos rojos, problemas con la coagulación sanguínea, shock, e insuficiencia renal.
Generalmente, el diagnóstico de HGE se basa en los síntomas de un perro (inicio repentino de vómitos y diarrea sanguinolenta), junto con un mayor volumen de células empaquetadas (PCV, por sus siglas en inglés) en más del 60 % de la mayoría de los casos, lo cual se observa en el recuento de glóbulos rojos, y niveles bajos o normales de proteína sanguínea. Además, un cultivo positivo de C. perfringens podría ser útil para el diagnóstico.
Tu veterinario podría hacer un examen completo de diarrea, lo cual yo recomendaría. Los rayos X no son útiles para diagnosticar HGE, pero podrían ser de utilidad para diagnosticar otros posibles padecimientos que causan síntomas gastrointestinales.
Algunas veces es necesario realizar pruebas de diagnóstico para descartar otros problemas de salud, como el parvovirus, ingestión de veneno para ratas, parásitos intestinales, enfermedad de Addison y otras. Con frecuencia, el diagnóstico es un proceso para eliminar otras causas de heces sanguinolentas y trastornos gastrointestinales.
Opciones de Tratamiento
En primer lugar, el tratamiento para HGE es una medida auxiliar, pero debe iniciarse de forma inmediata y energética para proporcionarle a tu perro la mejor oportunidad de supervivencia. Se administran líquidos por vía intravenosa (IV) para prevenir un shock.
Además, a menudo, se proporcionan antimicrobianos para combatir una infección bacteriana aguda; y en el caso de los perros que presentan vómito, podrían administrarse medicamentos contra las náuseas.
Las transfusiones sanguíneas podrían ser necesarias en raras ocasiones, por ejemplo, si el perro ha perdido una gran cantidad de sangre.
Muchos médicos veterinarios holísticos (incluyéndome) también utilizan un remedio herbal chino llamado Yunnan Baiyao. En el medio del paquete de Yunnan Baiyao, hay una pequeña pastilla roja de emergencia que utilizamos regularmente para atender este padecimiento.
Asimismo, muchos veterinarios utilizan remedios homeopáticos de alta potencia para ayudar rápidamente a detener el sangrado. Yo recomiendo aplicar ambas acciones.
Una vez que el padecimiento de un perro mejora y ya no se presenta el vómito, podría proporcionársele agua a través del hocico e implementar pequeñas porciones de dieta blanda. El suministro de líquidos intravenosos debe reducirse gradualmente, para asegurarse de que pueda mantenerse hidratado, e interrumpirse los medicamentos orales.
En la mayoría de los casos, el HGE seguirá su curso en unos cuantos días — en los perros que reciben tratamiento inmediato y cuidados paliativos adecuados.
Aproximadamente el 10 % de los perros que tienen un episodio de HGE son propensos a una recurrencia en el futuro. Si bien, la prevención de HGE es difícil porque aún no sabemos lo que lo desencadena, es importante asegurarse de que el sistema inmunológico del perro siga siendo fuerte y resistente.
La gastroenteritis hemorrágica es potencialmente mortal, ya que progresa de forma muy rápida; así que de nuevo, si reconoces estos síntomas en tu mascota, podría ser HGE, es importante que si tienes una corazonada, tomes acción, y lleves inmediatamente a tu mascota con el veterinario.