Hace poco escribí sobre el jadeo en gatos y expliqué que a menudo es un síntoma de un trastorno o enfermedad subyacente. Sin embargo, cuando se trata de nuestros compañeros caninos, jadear suele ser un comportamiento completamente normal, natural y saludable.
El jadeo es un tipo de respiración rápida y superficial que acelera la evaporación del agua en la lengua, dentro de la boca y en el tracto respiratorio superior. La evaporación del agua le ayuda al perro a regular la temperatura de su cuerpo.
La piel de tu perro no transpira como la de un ser humano, y aunque suda un poco a través de sus plantas y nariz, jadear es lo que le ayuda a hacer que el aire circule a través de su cuerpo cuando su temperatura aumenta.
La tasa de respiración normal (sin jadeo) de los perros es de 30 a 40 inhalaciones y exhalaciones por minuto, sin embargo, un perro jadeando puede tener 10 veces más respiraciones por minuto (de 300 a 400). Uno pensaría que jadear consume mucha energía, pero en realidad no requiere mucho esfuerzo gracias a la elasticidad natural de sus pulmones y vías respiratorias.
Cómo distinguir lo normal de lo anormal en el jadeo de tu perro
Por lo general, el jadeo normal se da cuando el cuerpo de un perro se sobrecalienta ya que esta es una reacción natural y saludable. Por otro lado, el jadeo anormal puede ser una señal de que tu perro tiene un problema físico o emocional que necesita una revisión.
Puedes ver la diferencia entre los dos tipos de jadeo al identificar estos cuatro signos:
- El jadeo anormal es excesivo en comparación con la conducta de jadeo normal de tu perro
- Se presenta en momentos en que el perro no está demasiado acalorado y no necesita refrescar su cuerpo
- No suena como un jadeo normal—por ejemplo, podría ser más fuerte o más áspero
- Tu perro realiza más esfuerzo de lo normal al jadear
Si tu perro comienza a jadear de repente, en momentos inapropiados, o si el jadeo parece más pronunciado de lo normal, deberías preocuparte, pero no hay necesidad de entrar en pánico. Agenda una cita con su veterinario para analizar los síntomas de tu mascota y pedirle que la revise.
8 Razones del jadeo anormal
Ansiedad, estrés, miedo y fobias. Con frecuencia, los perros que son ansiosos o sufren de fobias y estrés al ruido, jadean. Esto se considera "jadeo conductual" y por lo general hay otros signos de incomodidad, por ejemplo, bostezos repetitivos, dar vueltas, gemir o llorar, lamerse los labios, temblar, esconderse y, en casos extremos, perder el control de la vejiga o el intestino.
Las reacciones a corto plazo a acontecimientos estresantes o poco conocidos le permiten al perro prepararse para luchar o huir si es necesario, y son totalmente normales. Sin embargo, una respuesta de miedo crónica y prolongada podría causar desórdenes físicos y emocionales que pueden acortar la vida de tu perro además de afectar su calidad de vida. |
Un hocico pequeño/cara plana. Las razas braquicefálicas, los perros que tienen caras cortas o "aplastadas" (p. Ej., Pugs, Boston Terriers, Boxers y Bulldogs) tienden a jadear bastante porque muchos de ellos tienen dificultades para respirar durante todas sus vidas. Debido a los problemas de las vías respiratorias superiores que sufren estos perros, a menudo no jadean de manera eficiente y tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir insolación.
Es importante tomar precauciones si tu braquicéfalo tiene que viajar en avión o incluso en automóvil. Una mascota braquicefálica padecerá más dificultades dentro de un vehículo caliente en comparación con otras mascotas.
Si tienes un braquicéfalo, es importante que estés familiarizado con sus patrones normales de respiración para que puedas actuar con rapidez si dicho patrón cambia. "Normal" para ellos no es lo mismo que para los perros que tienen hocicos más largos. Si notas un aumento, intensificación o algún otro cambio en los sonidos respiratorios de tu mascota, es importante tomar nota de ello. |
Dolor. Si tu perro se siente incómodo o tiene un padecimiento doloroso, el jadeo intenso o frecuente puede ser uno de los primeros síntomas en notarse. Si tu perro está jadeando sin razón evidente o en momentos inusuales, por ejemplo durante la noche, cuando normalmente se encuentra descansando, debes hacer una cita con su veterinario.
Ten en cuenta que tu peludo miembro de la familia no puede decir cuando está sufriendo, por lo que depende de ti notar los cambios de su comportamiento que indiquen que podría sentir molestias. |
Sobrecalentamiento que conduce a insolación. Entre más alta sea la temperatura corporal de un perro, va a jadear con mayor intensidad. Algunos de los otros signos del sobrecalentamiento incluyen sed excesiva, ojos brillantes, lengua o encías pálidas o de color rojo oscuro, además de aumento en su pulso y ritmo cardiaco.
Si la temperatura corporal de tu perro alcanza los 109 °F o más, se producirá un golpe de calor. Las células de su cuerpo comienzan a morir rápidamente. El cerebro se inflama, lo cual provoca convulsiones. La falta de suministro de sangre al tracto gastrointestinal (GI) produce úlceras. La deshidratación conduce a un daño renal irreversible. Y todos estos son incidentes catastróficos que ocurren en cuestión de minutos.
Es importante que los dueños de mascotas tomen todas las precauciones para evitar el sobrecalentamiento. Con frecuencia, en el momento en que un perro manifiesta síntomas de insolación ya es demasiado tarde para salvarlo. |
Enfermedad de Cushing. Un perro con enfermedad de Cushing (hiperadrenocorticismo) tiene glándulas suprarrenales que liberan demasiado cortisol. El cortisol es una hormona diversa que en cantidades excesivas puede crear síntomas muy variados, uno de los primeros es un aumento en el jadeo.
Otros síntomas incluyen aumento de la sed y la micción, incremento de peso (a menudo a pesar de reducir sus calorías), adelgazamiento de la piel y cambios en el color de la piel de rosado a gris o incluso negro, hematomas, pérdida del pelo e irritabilidad o inquietud. |
Enfermedad cardíaca o pulmonar. Uno de los síntomas de un padecimiento cardíaco, como la cardiomiopatía dilatada en perros, es el jadeo excesivo. Otros indicios incluyen reticencia o disminución de su capacidad para hacer ejercicio, agotamiento rápido, aumento de la respiración y tos. También podría haber episodios repentinos de debilidad o desmayos.
Algunos perros con enfermedades del corazón manifiestan un aumento en el tamaño del abdomen, además de fuertes respiraciones que se deben a la acumulación de líquidos.
Un corazón enfermo no puede bombear sangre por todo el cuerpo de manera eficiente, por lo que los tejidos se ven privados de oxígeno. El cuerpo de tu perro aumentará el ritmo de su respiración para tratar de compensar la falta de oxígeno, y el resultado es el jadeo.
A medida que disminuye su capacidad cardiaca para bombear sangre, puede aumentar la presión sanguínea de las venas que hay detrás de su corazón. La congestión de los pulmones y acumulación de líquidos es algo común, y cuando los pulmones ya no pueden transferir oxígeno al torrente sanguíneo, la falta de éste hace que el perro respire con mayor fuerza y velocidad. Esto da como resultado un jadeo en exceso. |
Parálisis laríngea. La parálisis laríngea es un trastorno en el que los músculos y el cartílago que abren y cierran la laringe no funcionan de manera adecuada. Cuando un perro con esta enfermedad inhala, los cartílagos laríngeos no se abren apropiadamente y eso le dificulta la respiración. El resultado es un limitado flujo de aire y un jadeo fuerte y áspero. |
Anemia. Cuando un perro tiene un volumen de glóbulos rojos anormalmente bajo y una cantidad insuficiente de hemoglobina para transportar oxígeno a los tejidos de su cuerpo, experimenta falta de oxígeno. Al igual que en el caso de las enfermedades cardíacas y pulmonares, uno de los signos de la privación del oxígeno es jadear.
Otros síntomas de anemia incluyen debilidad, letargo, intolerancia al ejercicio, mayor ritmo cardíaco, membranas mucosas pálidas (que por lo general se nota en la boca, encías y/o lengua al tornarse de color rosa pálido a blanco), confusión mental, pérdida del apetito, respiración rápida y desmayos.
Si el animal está pasando una gran cantidad de sangre digerida del tracto GI, también observará que sus heces son negras y alquitranadas. |
Si notas un jadeo anormal en tu perro, aún cuando si de no ser por eso pareciera estar bien, es importante que hagas una cita con su veterinario. Al igual que con todos los problemas de salud, entre más pronto se diagnostique y trate el problema, de ser necesario, mejores resultados de salud obtendrá tu compañero de cuatro patas.
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