Este barbárico procedimiento puede complacer al propietario, pero perjudica al perro

desvocalizacion canina

Historia en Breve

  • Un legislador en Michigan presentó un proyecto de ley que podría prohibir la cordectomía (“desvocalización”) en mascotas
  • Tan solo seis estados diferentes han promulgado leyes para restringir o prohibir este procedimiento
  • La cordectomía consiste en cortar o extirpar las cuerdas vocales de un animal, y puede causar problemas de salud irreversibles
  • El ladrido es un método natural de comunicación en los perros, por lo que probablemente las personas con baja tolerancia a este comportamiento deberían elegir otro tipo de mascota
  • El ladrido excesivo puede evitarse con capacitación y modificaciones apropiadas en el estilo de vida

Recientemente, un miembro del congreso de Lansing, en Michingan, presentó un proyecto de ley que podría prohibir la cordectomía en los perros. "Esa es la forma en que los perros se comunican con nosotros" indicó el Representante Estatal, Tim Sneller, para Detroit Free Press. "Hacerlo solo porque no quieres oír el ladrido de un perro es un castigo cruel e inusual".1

Sneller tiene razón, las cirugías de cordectomía no le proporcionan ningún beneficio al animal en lo absoluto, y se realizan únicamente por la comodidad del dueño.

Las víctimas más comunes son los perros, pero en algunas ocasiones los gatos también son "desvocalizados". Este procedimiento, que implica la extirpación del tejido de las cuerdas vocales, podría ocasionar trastornos de garganta y respiratorios a largo plazo. Además, impide la comunicación entre la mascota y sus seres humanos, así como con otros animales.

Por desgracia, Sneller no cree que su proyecto de ley sea probado. "No creo que llegue a implementarse, pero realmente es un punto que expone este tema y exhorta a los dueños de perros a analizarlo antes de hacerlo", indicó. "Antes de extirpar sus cuerdas vocales, entrena a tu perro".

Muy pocos estados tienen leyes que regulen la cordectomía

Sneller tiene razón en mostrarse pesimista ante la posibilidad de que su proyecto de ley sea aprobado, porque según la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA, por sus siglas en inglés), actualmente solo hay seis estados que han promulgado leyes para prohibir la cordectomía en perros, bajo ciertas circunstancias:2

  • Massachusetts, Maryland y Nueva Jersey han prohibido esta práctica excepto en los casos en que sea médicamente necesario, según lo determine un veterinario
  • Pensilvania prohíbe la cordectomía en cualquier perro por cualquier motivo, a menos que el procedimiento sea realizado por un veterinario autorizado en un perro anestesiado. (Dado que estas cirugías se realizan con mayor frecuencia por un veterinario mientras el animal está anestesiado; realmente esta ley no debería ser considerada como una regulación “prohibitoria” del procedimiento)
  • California y Rhode Island establecen que es ilegal exigir la cordectomía o desungulación de los animales como condición para habitar algún bien inmueble. (Este es un buen comienzo, pero difícilmente podría considerarse como una prohibición completa para desvocalizar o desungular).

Massachusetts fue el primer estado que prohibió este procedimiento en 2010. Y aquí estamos ocho años después, y tan solo un puñado de estados diferentes ha implementado medidas.

Por fortuna, en la actualidad, muchos veterinarios se rehúsan a realizar esta cirugía si solo es por la conveniencia del dueño de la mascota, criador u otro cuidador.

Debido a que la cordectomía no le proporciona ningún beneficio al animal y puede generarle problemas de salud, es ampliamente considerada como inhumana. De hecho, este procedimiento ya no se enseña en muchas escuelas de veterinaria.

La posición oficial de la AVMA al respecto es que:

La cordectomía canina solo debe ser realizada por un veterinario, autorizado y cualificado, como última alternativa a la eutanasia, después de que haya fallado la modificación del comportamiento para corregir una vocalización excesiva y de que se hayan discutido las posibles complicaciones del procedimiento con el dueño.

Cuando los perros son alojados en grupos (por ejemplo, laboratorios, instalaciones para reproducción, perreras) no se debe utilizar la cordectomía como una alternativa para el adecuado manejo de los animales y diseño de la instalación".3

Las personas que aún están a favor del procedimiento afirman que en el caso de un perro o gato que vocaliza, podría significar la diferencia para que se quede con su familia o sea entregado en un refugio. Sin embargo, no hay evidencia que sustente la teoría de que las mascotas sean abandonadas por sus dueños por “vocalizar demasiado”.

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Lo que ocurre realmente durante la cordectomía

El procedimiento se realiza al cortar el tejido de las cuerdas vocales en el cuello y luego en la laringe, o al introducirse por la boca para lograr el mismo resultado. El segundo método es menos invasivo pero tiene un mayor riesgo de dejar cicatrices que podrían causarle problemas al animal de por vida.

Este procedimiento no solo expone a una mascota a los riesgos usuales de la cirugía, infecciones, pérdida de sangre y problemas con la anestesia, sino que también podría ocasionar cicatrices por el nuevo crecimiento del tejido de las cuerdas vocales, un padecimiento conocido como formación membranosa. Al igual que con cualquier cirugía, se presenta un dolor postoperatorio.

A menudo, es necesario hacer una cirugía adicional porque después del período de recuperación el animal aún puede vocalizar, o para corregir las consecuencias involuntarias de los procedimientos previos.

Algunas consecuencias físicas a largo plazo, a menudo permanentes para el perro, son:

Tos crónica y carraspeo

Dificultad para respirar

Vías respiratorias con acceso comprometido

Intolerancia al ejercicio

Mayor nivel de estrés

Mayor riesgo para la seguridad física debido a la incapacidad de alertar o advertir a través de sus ladridos

También, podría haber consecuencias psicológicas y en el comportamiento debido a la disminución en la capacidad para comunicarse de forma natural.

Las voces alteradas en las mascotas desvocalizadas se han descrito de diversas maneras como más bajas, ásperas, sordas, rasposas, sibilantes, chillantes y agudas.

'Si no te gusta un perro que ladra, consigue un gato'

No estoy segura de quién acuñó esa frase, pero es perfecta porque expone que el ladrido es un comportamiento canino muy normal y natural.

Los perros ladran como una forma para comunicarse, y tienen diversos ladridos para diferentes ocasiones:

Ladrido para saludar. Si tu perro se muestra emocionado, su cuerpo está relajado y mueve su cola cuando se encuentra con otras personas o perros, el tipo de ladrido que emite en ese momento es su forma de ser atento.

Ladrido de angustia. Si tu perro ladra por cualquier razón—cada ruido o movimiento inesperado—es porque siente angustia. Es probable que su cuerpo se ponga rígido en ese momento y podría saltar un poco en cada ladrido.

Ladrido territorial. Tu cachorro considera tu hogar, patio, automóvil, ruta para caminar y otros lugares donde pasa mucho tiempo, como su territorio. Si tu perro ladra continuamente cuando una persona u otro animal se acerca a sus dominios, intenta comunicar que un extraño ha invadido su territorio.

Ladrido en busca de atención. Algunos perros ladran simplemente para atraer la atención, ya sea de ti u otro animal. Además, tu perro podría hacerlo con la esperanza de obtener alimento, un premio o algún tiempo de juego. Cuanto más recompenses este comportamiento, al darle lo que busca, más probabilidades tendrás de que continúe ladrando para captar la atención.

Ladrido comunal. Si tu perro responde cuando escucha a otros perros ladrar, representa un comportamiento social. Oye el ladrido de perros cercanos, o incluso perros que se encuentran a cierta distancia y responde del mismo modo. A menudo, este tipo de ladridos se escuchan en instalaciones de alojamiento y refugios para animales.

Ladrido obsesivo. Si tu perro ladra repetitivamente, y tal vez lo hace mientras realiza un movimiento repetitivo, tal como correr de un lado para otro a lo largo de la reja del jardín, demuestra un poco de obsesión. Posiblemente, debas tratar de encontrar una mejor forma para descargar su energía--tal como una hacer una caminata o juego de búsqueda.

Ladrido para salir. Si tu perro se encuentra detrás de la reja y otro perro pasa cerca y a la vista, tu cachorro podría ladrar excesivamente para señalar su frustración de que no puede saludar a su amigo en la banqueta. Generalmente, este tipo de ladridos se observan en perros confinados o atados para restringir su movimiento.

Como puedes ver en esta lista, hay algunos tipos de ladridos (es decir, ladridos obsesivos y "para salir") que requieren de tu atención, con el fin de hacer cambios en el ambiente o estilo de vida que ayuden a calmar a tu perro, y disminuir o eliminar su necesidad de ladrar. Y luego, están los ladridos que no tienen ningún propósito y requieren una intervención.

No castigues a tu perro por ladrar, mejor prémialo por permanecer en silencio

"La idea no es evitar que el perro ladre, porque ladrar es un comportamiento natural y un medio de comunicación para los perros", indica el veterinario experto en comportamiento, Dr. Nicholas Dodman--fundador del centro Animal Behavior Clinic en la Facultad de Medicina Veterinaria de Tufts University—"sino más bien, entrenarlo para que deje de ladrar en el momento indicado".4

Este entrenamiento será más fácil si comienzas a hacerlo cuando es cachorro, pero también se puede realizar en perros de edad avanzada.

Obviamente, si tu mascota aun es un cachorro, primero, necesitarás enseñarte a ti mismo a ignorar sus pequeños ladridos con el fin de no reforzar ese comportamiento. Recuerda que los tiernos ladridos de los cachorros se volverán más fuertes y molestos conforme entren en la etapa adulta.

Como señala Dodman, "No debes castigar los ladridos, debes recompensar el silencio". Es un enfoque elegantemente sencillo, pero para muchas personas pasa desapercibido.

"Hay muchas formas benignas de entrenar a un perro para que no ladre", escribe Dodman.

"La mayoría implica utilizar un comando de voz, como por ejemplo: ¡No ladres! Algunas de ellas simplemente requieren paciencia, en las que tienes que esperar hasta que el perro deje de ladrar y luego lo recompensas con un premio altamente deseado...".

Si eres constante en tu respuesta hacia los ladridos de tu perro, empezará a disminuir el tiempo que ladra. Es posible que puedas acelerar un poco el proceso al darle una orden verbal de inmediato para que deje de ladrar con palabras que le indiquen que habrá un premio a cambio de que permanezca en silencio.

Cuando comience a ladrar, debes decirle: "No ladres", seguido inmediatamente por un ofrecimiento: "¿Quieres un premio?"

Debes reducir gradualmente la cantidad de premios que recibe hasta que puedas premiarlo con este tipo de alimentos de forma ocasional, y asegurarte de solo utilizar pequeñas porciones de premios saludables. (Sin embargo, siempre debes recordar recompensarlo con caricias y elogios verbales cuando haga lo que le solicites).

Asimismo, Dodman reconoce que algunos perros podrían requerir un refuerzo negativo (que no es lo mismo que un castigo) a través de utilizar un cabestro con una cuerda de entrenamiento. Cuando tu perro ladre, debes tensar la cuerda de entrenamiento para recordarle que realiza un comportamiento indeseable. La recompensa por su silencio será aflojar la cuerda.

"La mayoría de los dueños cometen el error de pensar que tienen que castigar o aplicar otro tipo de sanción en su cachorro porque ladra, pero la conmoción y angustia que esto le causa no mejorará la situación", escribe Dodman.

"De hecho, gritarle a un perro que ladra podría hacerle creer que también ladras".

Recomendaciones adicionales para desalentar el ladrido excesivo

Si los ruidos fuertes son el factor desencadenante de tu perro, podría ser de utilidad proporcionarle una jaula propia en la que pueda entrar y salir cuando desee, junto con música relajante o una televisión prendida de fondo. Consejos y trucos para que tu perro realice un entrenamiento con jaula (incluyendo a los perros temerosos).

Si ladra por aburrimiento, ayúdalo a hacer más ejercicio y tener más tiempo de juego, llévalo a hacer caminatas, al parque para perros, o busca otras actividades que le proporcionen tanto la actividad física como la estimulación mental que todos los perros requieren para estar bien equilibrados. La mejor manera de hacer que un perro permanezca en silencio es al agotarlo con ejercicio.

Los cambios en su rutina y entorno podrían causarle estrés a tu mascota, por lo tanto, en la medida de lo posible, debes procurar cumplir con un horario diario y constante en el que pueda confiar. También, podrías consultar con un especialista en comportamiento animal sobre los ejercicios de desensibilización y contra-acondicionamiento para una mascota que padece estrés.

Además, el entrenamiento positivo y la socialización de por vida son esenciales para el bienestar mental y emocional de tu perro.