Hace que tu mascota se sienta mareada, desorientada y nerviosa

enfermedad vestibular canina

Historia en Breve

  • La enfermedad vestibular canina es un problema con el equilibrio y la orientación espacial
  • La enfermedad vestibular periférica es la forma más común de la afección; tiene muchas posibles causas y puede ser idiopática (sin causa identificada)
  • Algunos de los síntomas son inclinar la cabeza, perder la coordinación, andar en círculos y exhibir movimientos oculares anormales; por lo general, el diagnóstico implica realizar análisis sanguíneos, entre otros, con el fin de descartar otras posibles causas de los síntomas del perro
  • No existe un tratamiento específico para el síndrome vestibular – el objetivo es controlar y aliviar los síntomas, además de proporcionar comodidad y cuidados paliativos según sea necesario.
  • También existen diversos remedios naturales que pueden ser beneficiosos para los perros con enfermedad vestibular

Si a tu perro le han diagnosticado enfermedad vestibular, probablemente te preguntes qué significa exactamente.

En pocas palabras, el sistema vestibular les proporciona equilibrio y un sentido de orientación espacial a los mamíferos. En realidad, es un sistema de estructuras en el oído interno, y cuando el sistema no funciona adecuadamente, el cerebro no tiene la información que necesita para entender la relación entre el cuerpo y el entorno externo. Y como consecuencia se produce una pérdida de equilibrio y otros síntomas derivados del vértigo y mareos.

La enfermedad vestibular tiene una forma periférica que proviene del exterior del sistema nervioso central y es causada por trastornos que afectan el oído interno. También existe un tipo de enfermedad vestibular central, que es una forma mucho menos común y más grave que se origina dentro del sistema nervioso central.

La enfermedad vestibular periférica puede parecer bastante aterradora para todo el que tenga un perro, sobre todo si es la primera vez que le ocurre. Sin embargo y por fortuna, muchos casos mejoran rápidamente con tratamiento y cuidados paliativos, además de abordar la causa subyacente de la afección, si es que existe.

Causas de la enfermedad vestibular

La enfermedad vestibular periférica tiene diversas posibles causas, las cuales pueden irritar o dañar los nervios del oído interno y causar inflamación.

Algunas de estas son:

Infecciones crónicas y recurrentes del oído interno y medio

Ciertos tipos de antibióticos, así como los diuréticos de asa

Limpieza exagerada de las orejas que provoca la perforación del tímpano

Ciertos productos de limpieza para los oídos que no deben usarse si el can tiene una ruptura del tímpano, pero que sin querer se los aplicas

Traumatismos por lesión en la cabeza

Tumores

Pólipos

Derrame cerebral

Hipotiroidismo

Meningoencefalitis

La enfermedad vestibular periférica puede ser congénita (presente desde el nacimiento); también puede ser idiopática, lo que significa que no se puede identificar una causa subyacente.

Una infección del oído medio es, por mucho, la razón más común por la cual la enfermedad ocurre en perros más jóvenes. Por desgracia, en el caso de perros mayores, debemos considerar un tumor cerebral como una posible causa del síndrome.

Algunas de las causas de la enfermedad vestibular central (la forma menos común y mucho más grave) son la enfermedad inflamatoria, infección, trauma o hemorragia cerebral, pérdida del flujo sanguíneo y cáncer.

Síntomas a tener en cuenta

Algunos de los signos de enfermedad vestibular son:

  • Inclinar la cabeza
  • Perder la coordinación
  • Andar en círculos y tropezar o tambalearse
  • Caerse y rodar
  • Exhibir movimientos oculares involuntarios, rítmicos y espasmódicos de un lado a otro, o de arriba a abajo – una afección llamada nistagmo

Los mareos y la pérdida del equilibrio pueden causar babeo excesivo, náuseas y vómitos. Si la enfermedad afecta solo a un oído, la inclinación de la cabeza y el acto de andar en círculos se exhibirán en la dirección del oído afectado. Si solo está involucrado un lado de la cabeza, solo el ojo de ese lado puede desarrollar nistagmo.

Por lo general, la enfermedad vestibular congénita se observa entre el nacimiento y los 3 meses de edad. Algunas de las razas predispuestas a esta afección son el pastor alemán, Dobermán, Akita, Cocker Spaniel inglés, Beagle, Fox Terrier de pelo liso y el Terrier tibetano.

La enfermedad vestibular en perros mayores suele confundirse con un accidente cerebrovascular, debido a que el vértigo causado por la afección puede ser sumamente intenso, con síntomas de náuseas, dificultad o incapacidad total para pararse, asimismo, el can puede inclinar la cabeza, tener nistagmo y andar en círculos. En los perros geriátricos, comer, beber e ir al baño pueden ser movimientos sumamente difíciles o incluso imposibles.

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Cómo diagnosticar el síndrome vestibular

Si tu perro tarda mucho tiempo en levantarse y sus síntomas aparecieron súbitamente, tu veterinario sospechará que tiene síndrome vestibular y realizará un examen físico que incluirá una evaluación neurológica. También usará un otoscopio con el fin de mirar a profundidad las orejas de tu mascota.

Asímismo se necesitarán análisis sanguíneos, pruebas de cultivo y sensibilidad, además de una citología y, en algunos casos, rayos X para ayudar a descartar otras posibles causas de los síntomas.

Tu veterinario puede recomendar una biopsia quirúrgica si se encuentran tumores o pólipos. Por lo general, si se determina que la afección es una enfermedad vestibular central, se necesitará realizar una resonancia magnética o tomografía computarizada, así como punciones raquídeas, con el fin de identificar la causa subyacente. Resulta evidente que, si la infección es la causa subyacente, debe resolverse.

Si las pruebas iniciales no revelan una causa subyacente de los síntomas de un perro geriátrico, es recomendable esperar unos días y observar si muestra una mejoría paulatina. Por lo general, en unas 72 horas se puede observar una clara mejoría en la enfermedad vestibular idiopática. Muchos perros vuelven a la normalidad en 1 a 2 semanas, aunque a veces persiste cierto grado de inclinación de la cabeza.

Si dentro de unos días tu perro no mejora o empieza a empeorar, probablemente tenga algo más grave, lo que por desgracia podría incluir un tumor cerebral, y se recomiendan realizar más pruebas.

Cómo cuidar a un perro con enfermedad vestibular idiopática

No existe un tratamiento específico para el síndrome vestibular, por lo que el objetivo es controlar los síntomas de tu perro y brindarle cuidados paliativos según sea necesario. Las náuseas y vómitos que estos pacientes suelen sufrir se pueden aliviar con remedios contra el mareo. Asimismo, si tiene una infección en el oído medio o interno, se necesitarán antimicrobianos.

Los perros con síndrome vestibular suelen sentirse muy mareados y esto puede hacer que no caminen con normalidad o que no lo hagan en lo absoluto. Posiblemente estos pacientes no coman ni beban lo suficiente, por lo cual, en ocasiones necesitan ser hospitalizados para recibir líquidos por vía intravenosa (IV) y nutrición suplementaria.

Si cuidas de tu perro en casa, quizás tengas que colocar su comida y agua muy cerca de él (tal vez en recipientes elevados) con el fin de alentarlo a comer y beber. De hecho, algunos perros necesitan ser alimentados a mano hasta que se sientan mejor. Muchas mascotas también necesitan ayuda para ir y venir de su lugar designado para evacuar. Si tu perro es demasiado pesado para llevarlo, necesitarás utilizar un arnés para sostenerlo mientras lo guías.

También es recomendable que cortes las uñas de tu perro y utilices las ToeGrips del Dr. Buzby con el fin de ayudarlo a estabilizar su cuerpo cuando esté de pie y cuando camine. Cubre los pisos resbaladizos y limita el acceso a las escaleras.

Tu perro también puede beneficiarse de estar confinado en un espacio pequeño o redil en tu hogar hasta que ya no corra el riesgo de caerse. Es importante que pueda verte y escucharte mientras está descansando, así que no lo metas en una caja ni lo confines en una habitación separada.

También prepárale un lecho que le de soporte para que le sea más fácil sentirse cómodo. De igual forma, puede ser beneficioso ponerle un arnés de cuerpo entero que tenga asas cómodas con el fin de darle soporte y estabilidad.

Pasa más tiempo con él al nivel del suelo mientras lo acaricias y lo calmas al hablarle con delicadeza y de forma tranquilizadora.

Remedios naturales beneficiosos

En lo personal he tenido cierto éxito con los remedios homeopáticos (en particular, Cocculus) y terapias de rehabilitación para ayudarles a los perros con síndrome vestibular a tener una mejor conciencia corporal y aumenten su estabilidad física.

Muchos perros mayores se sienten estresados durante los episodios de trastorno vestibular, por lo que es posible administrar agentes tranquilizadores naturales como el aminoácido L-teanina, así como ciertas hierbas como la pasionaria, lúpulo, escutelaria, valeriana y manzanilla con el fin de ayudarlos a sobrellevar la situación.

Otros remedios como el triptófano, GABA, aceite de CBD y esencias florales también pueden ser muy beneficiosos para tranquilizar a los perros que se sienten agobiados.

Cabe señalar que el síndrome vestibular idiopático no es una afección dolorosa, por lo que, aunque tu perro parezca sentirse fatal por los mareos, por fortuna puedes tener la seguridad de que no siente dolor.