Esta enfermedad fatal ya no es la condena de muerte que una vez fue

arritmia en perros

Historia en Breve

  • Ciertas razas caninas se encuentran predispuestas a una afección cardíaca poco común, pero potencialmente mortal conocida como arritmia de las vías accesorias (AP, por sus siglas en inglés)
  • La Dra. Kathy Wright, cardióloga veterinaria, ha sido pionera en un procedimiento mínimamente invasivo basado en un catéter que proporciona una cura completa, lo que regresa la función cardíaca a la normalidad y resuelve todos los síntomas asociados
  • En perros jóvenes y de mediana edad con señales sospechosas de taquicardia (frecuencia cardíaca acelerada), es importante descartar una arritmia relacionada con vías accesorias antes de hacer un diagnóstico de miocardiopatía dilatada
  • A partir de este artículo, dicho procedimiento de supervivencia se está realizando únicamente en dos ubicaciones en los Estados Unidos, pero la Dr. Wright y su equipo se encuentran dispuestos para consultar a cualquier veterinario y revisar los electrocardiogramas de sus pacientes

Ciertas razas caninas, incluyendo las razas braquicefálicas (caras planas), Golden Retrievers y Labrador Retrievers especialmente, se encuentran genéticamente predispuestas a una condición extraña, pero potencialmente mortal, en la cual existe una conexión eléctrica adicional conocida como vía accesoria entre las cámaras superiores e inferiores (bombeo) del corazón.

Las vías accesorias son circuitos eléctricos anormales en el corazón que pueden activarse e interrumpir las vías normales de corriente eléctrica, lo que podría afectar gravemente la capacidad de bombeo del corazón.

Cuando las vías accesorias provocan que los impulsos eléctricos se desplacen a la inversa (de las cámaras inferiores a las superiores, en lugar de continuar su trayectoria normal de las superiores a las inferiores), se establece un gran circuito eléctrico dentro del corazón causando que los latidos sean demasiado acelerados.

La taquicardia (término médico utilizado para la frecuencia cardíaca acelerada) a la larga puede provocar una insuficiencia cardíaca congestiva o muerte súbita.

Técnica adoptada de la medicina humana que proporciona una cura

Ahora las buenas noticias. Un equipo de investigadores dirigido por la Dra. Kathy Wright, cardióloga veterinaria certificada, ha desarrollado un procedimiento mínimamente invasivo basado en un catéter llamado ablación con catéter por radiofrecuencia (RFCA, por sus siglas en inglés) que cura los ritmos anormales. La RFCA utiliza radiofrecuencia para destruir los circuitos maliciosos y permitir que se reanude la función normal del corazón.

La investigación fue financiada por Morris Animal Foundation y publicada en el Journal of Veterinary Internal Medicine.

Esta técnica se modificó a partir de un procedimiento de cardiología humana y tiene una tasa de éxito superior al 95 % en el tratamiento de perros con este tipo de arritmia.

"Las vías atrioventriculares accesorias son una de las causas más comunes de los ritmos cardíacos acelerados en perros jóvenes”, mencionó la Dra. Wright a Science Daily, "y nos complació demostrar que pueden curarse con la ablación con catéter por radiofrecuencia. Y así, los perros pueden recuperar sus corazones y dejar de tomar todos los medicamentos en un período de tres meses, para luego continuar con sus vidas normales”.

Para dicho estudio, la Dra. Wright y sus colegas trataron a 89 perros con arritmia relacionada con vías accesorias. Aunque había 23 razas diferentes entre las 89, más de la mitad eran Labrador Retriever debido a su predisposición genética a este tipo particular de arritmia.

Los investigadores introdujeron un catéter en el corazón de cada perro a través del cual se enviaban ondas radiales a las vías accesorias. Después del procedimiento, los perros fueron monitoreados durante un periodo mínimo de 16 horas antes de que se les permitiera regresar a casa.

Dos meses después del procedimiento, se reevaluaron las condiciones de los perros y se curaron 86 de los 89 ejemplares. Los tres perros restantes se curaron con un segundo tratamiento de RFCA.

Signos de arritmia relacionada con vías accesorias

Dicha afección se observa con mayor frecuencia en perros jóvenes y de mediana edad, aunque se ha presentado en perros adultos de igual forma (mayores de 8 años). Cualquier raza puede verse afectada, pero casi la mitad de los casos reportados hasta ahora han involucrado a los Labrador Retrievers.

Los síntomas de la arritmia relacionada con las vías accesorias no son específicos, y aparecen en muchos otros trastornos, lo que hace que la condición sea más difícil de diagnosticar. Los síntomas incluyen: letargo que aparece y desaparece, y signos gastrointestinales (GI), como disminución del apetito y vómitos intermitentes durante los episodios de taquicardia.

Estos síntomas también son comunes en perros que se alimentan de manera indiscriminada, un grupo que incluye perros jóvenes y a los Labradores particularmente. Los síntomas pueden persistir o disminuir en cuestión de horas hasta aparecer nuevamente en algunos días o meses.

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Consideraciones para el diagnóstico

Los desafíos para el diagnóstico incluyen el hecho de que este tipo de arritmia no es bien conocida entre los veterinarios. Además, el ritmo cardíaco canino a menudo vuelve a la normalidad al momento de llegar a la clínica veterinaria. Si la frecuencia cardíaca aumenta durante la evaluación, a menudo se le atribuye al dolor o a la deshidratación.

Según la Dra. Wright, la frecuencia cardíaca de un perro con taquicardia relacionada con vías accesorias es generalmente de 240 a 410 lpm, que es mucho más alta que la taquicardia sinusal causada por dolor o deshidratación, que generalmente es de 200 lpm o menor.

Asimismo, señala que los electrocardiogramas (ECG) de los perros con esta afección suelen ser normales cuando están en ritmo sinusal. El tipo de vías accesorias que tienen la mayoría de estos perros se encuentran ocultas, lo que significa que se disimulan en el ECG a menos de que en realidad se encuentren experimentando alguna taquicardia durante el procedimiento.

"Los perros con episodios frecuentes de taquicardia pueden desarrollar un debilitamiento muscular cardíaco e insuficiencia cardíaca congestiva", explica la Dra. Wright en un artículo para MedVet.

"Esto se diagnostica frecuentemente como la cardiomiopatía dilatada (DCM, por sus siglas en inglés) en un perro joven a uno de mediana edad, cuando en realidad es una cardiomiopatía inducida por taquicardia (TICM, por sus siglas en inglés) que es completamente reversible con el control de ritmo. Las razas predispuestas a vías accesorias y a la cardiomiopatía inducida por taquicardia cómo resultado, son las mismas razas que pueden desarrollar MCD idiopática, por lo que es importante distinguir estas dos condiciones”.

Según la Dra. Wright, la idea de que la arritmia relacionada con las vías accesorias a menudo se diagnostica erróneamente como cardiomiopatía dilatada en perros jóvenes y de mediana edad es toda una revelación, dadas todas las noticias en los últimos meses sobre el aumento de casos en los que se supone que es MCD en relación con la alimentación canina.

Recomendaciones para veterinarios sobre cómo diagnosticar vías accesorias

La Dra. Wright ofrece sugerencias a los veterinarios sobre cómo diagnosticar la arritmia relacionada con vías accesorias en su artículo de MedVet. Afirma que si bien se debe de realizar un estudio electrofisiológico (que involucra un catéter y requiere sedación) para un diagnóstico definitivo, es posible obtener pistas importantes con un ECG superficial

La Dra. recomienda utilizar la mayor cantidad de pistas posibles (idealmente de 6 a 12), y desde que la taquicardia es intermitente, también es importante registrar la actividad del corazón durante el mayor tiempo posible. Ella sugiere cambiarse a un monitor Holter, o a un ECG de 24 horas, si el ECG de referencia se muestra normal y no se logra identificar ninguna otra causa para los síntomas del perro. 

La Dra. Wright afirma que después de completar las pruebas de diagnóstico, es muy importante consultar a un cardiólogo veterinario. Ella ha colaborado felizmente con varios veterinarios que le han enviado ECGs, al igual que a su equipo para poder analizarlos.

Si una revisión del ECG muestra signos de disfunción en el bombeo cardiaco o insuficiencia cardíaca congestiva en un paciente joven o de mediana edad, el perro debe de examinarse cuidadosamente para detectar cualquier arritmia relacionada con las vías accesorias, así como la inflamación del músculo cardíaco antes de alcanzar el diagnóstico de Cardiopatía dilatada idiopática (causa desconocida).

"La buena noticia en todo esto", menciona la Dra. Wright, "es que podemos aliviar la taquicardia mediada por la vía accesoria y sus complicaciones resultantes a través de un procedimiento mínimamente invasivo basado en un catéter llamado radiofrecuencia de ablación por catéter o ablación cardíaca ".

La Dra. Wright y sus colegas colocan catéteres a través de los vasos periféricos en el corazón del perro en ubicaciones específicas, trazan un mapa de la vía accesoria y suministran energía de radiofrecuencia a la conexión eléctrica anormal, para destruirla. Hasta la fecha, el equipo ha realizado RFCA en más de 100 perros.

Después del procedimiento, los síntomas como vómitos, falta de apetito y letargo mejoran rápidamente. La función del músculo cardíaco mejora durante el primer mes, y puede continuar progresando hasta por seis meses. Los medicamentos para el corazón generalmente se suspenden un mes después del procedimiento.

A partir de este escrito, solo existen dos ubicaciones en los Estados Unidos que realizan este procedimiento. Una se encuentra en las instalaciones de MedVet en Cincinnati, donde se encuentra la Dra. Wright. Puedes obtener más información sobre dicho procedimiento y otros servicios de cardiología para perros y gatos visitando MedVet Cardiology.

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