Por el bienestar de tu mascota, ignora este consejo bienintencionado, pero totalmente erróneo

mujeres en embarazo y gatos

Historia en Breve

  • Las mujeres embarazadas que tienen gatos continúan recibiendo consejos equivocados para que renuncien a sus mascotas y así evitar infecciones por toxoplasmosis
  • Siendo realista, la única manera en que un gato adulto doméstico puede exponerse al parásito Toxoplasma gondii es al encontrar un roedor infectado dentro de casa
  • Aunque es cierto que los gatos son el único huésped conocido para dicho parásito, la mayoría de los seres humanos se encuentran realmente expuestos por diferentes medios, como en la carne cruda en su mayoría
  • Las futuras madres con gatos pueden evitar infecciones por toxoplasma al tomar precauciones sensatas durante su embarazo

Algunas viejas historias tienen nueve vidas, incluyendo la del embarazo y los gatos. Las futuras madres continúan recibiendo consejos bienintencionados para deshacerse de sus queridas mascotas y así evitar contraer infecciones por toxoplasmosis.

Este malentendido persistente transmite una mala reputación inmerecida hacia nuestros compañeros felinos y, lo que es peor, puede causar que los futuros padres abandonen a sus gatitos en los refugios.

La toxoplasmosis es causada por el parásito Toxoplasma gondii, que se encuentra en una variedad de aves y mamíferos. Sin embargo, el parásito T. gondii solo puede reproducirse dentro de los cuerpos felinos, los cuales son el único huésped conocido.

En Estados Unidos, se estima que aproximadamente el 30 % de los gatos y perros han estado expuestos al parásito y, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), más de 60 millones de personas en el país pueden estar infectadas.

Afortunadamente, las personas que cuentan con un sistema inmunológico sano experimentan únicamente síntomas leves causados por la infección, si los hubiera.  Sin embargo, durante el embarazo, la toxoplasmosis puede causar aborto espontáneo, muerte fetal y problemas severos en los ojos y el sistema nervioso del bebé.

Cabe destacar que, al repetir la exposición durante el embarazo, aun cuando existió la infección en el pasado, no debería causar ningún problema. Incluso se pueden realizar pruebas de exposición en cuanto se conozca el embarazo para saber si es algo de qué preocuparse. 

Aunque la toxoplasmosis puede ser devastadora durante el embarazo, lo único necesario para cuidarse es considerar todas las precauciones sensatas posibles. Le aconsejo a todas mis clientas embarazadas que no es absolutamente necesario abandonar a los felinos siempre que se emplee un protocolo sensato para cuidar a sus mascotas y a sí mismas durante el embarazo (mayor información en breve).

Los gatos y la Toxoplasmosis

Los gatos suelen exponerse a través del contacto con presas salvajes infectadas, como roedores y aves. Una vez dentro de los intestinos del felino, el parásito T gondii produce millones de ooquistes resistentes y gruesos que completan su ciclo vital en el tracto gastrointestinal (GI) para después ingresar de nuevo al entorno por las heces del gato.

Los ooquistes pueden vivir más de 18 meses en el suelo y el agua, formas en las que el parásito interactúa con otros animales como roedores, ovejas y cerdos.

Siendo realista, la única manera en la que los gatos domésticos pueden contraer el parásito T. gondii es si se encuentran un roedor infectado dentro de casa. Dato curioso: A menos que tu gato ande libre (¡algo no recomendado!), existen pocas probabilidades de contraer el parásito.

Otro dato curioso, es que la mayoría de los felinos adquieren la toxoplasmosis por una madre infectada, ya sea a través de la placenta o por la lactancia. Muchos de estos gatos nacen muertos o mueren poco después del nacimiento. Aquellos que sobreviven a menudo sufren de inflamación cerebral, pulmonar o hepática.

La toxoplasmosis en gatos adultos es bastante inusual. La infección se observa en gatitos que nunca han estado expuestos al parásito, aquellos que sufren una exposición abrumadora a T. gondii, o en gatos con sistemas inmunológicos comprometidos.

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La mayoría de los casos de toxoplasmosis en seres humanos no se encuentran relacionados con los gatos

Mientras que es un hecho que los gatos son una fuente de infecciones por toxoplasma, la realidad es que tener uno no es una razón para adquirir toxoplasmosis.

Según la revista veterinaria dvm360:

"... sí, los gatos depositan los parásitos en sus heces. Pero las probabilidades de que los agentes patógenos se transmitan a los seres humanos, son más reducidas de lo que se cree gracias a los medios de comunicación."

Personalmente, solo conozco un caso de toxoplasmosis en toda mi carrera veterinaria, y fue en un perro que había consumido carne de conejo recién cazado. Debido a la presencia potencial de T. gondii y muchos otros patógenos, siempre recomiendo congelar la carne antes de alimentar a las mascotas. La carne congelada por 24 horas elimina el toxoplasma.

En los Estados Unidos, las personas se exponen con mayor frecuencia al T. gondii a través de carne cruda o poco cocida, frutas, verduras sucias, y agua o tierra contaminadas. Los animales se exponen al consumir carne contaminada, ingerir heces o agua contaminadas, o por infecciones congénitas por la placenta.

Precauciones sensatas para evitar la infección

  1. Si tienes uno o más gatos durante el embarazo, destina las tareas relacionadas con la caja de arena a otro miembro de la familia de ser posible
  2. Utiliza guantes desechables para limpiar la caja de arena, al igual que una máscara facial si te encuentras inmunodeprimido
  3. Mantén la caja de arena en perfectas condiciones; Mientras más tiempo pasen las heces felinas en la caja, mayor será el riesgo para que los huevos parasitarios se vuelvan infecciosos
  4. Si también tienes perro, asegúrate de que no consuma heces del gato
  5. No permitas que tu gato pasee libremente al aire libre; si hay buen clima, paséalo con una correa, o permítele el acceso a un recinto exterior seguro
  6. Congela la carne durante varios días antes de dársela a tu gato (o cocinar para tu familia); Pela o lava las frutas y verduras antes de consumirlas
  7. Como siempre, utiliza agua caliente y jabón para lavar los platos, tablas para cortar, utensilios, barras y tus manos después de interactuar con carne, pollo y mariscos crudos, al igual que frutas o vegetales sin lavar
  8. Cubre las cajas de arena al aire libre cuando no se utilicen para evitar que se conviertan en areneros para gatos
  9. Utiliza guantes al trabajar en el jardín o en la jardinería, al igual que al interactuar con tierra, arena o agua contaminada con heces felinas; posteriormente, lava tus manos cuidadosamente
  10. Evita interactuar o adoptar gatos extraviados o desconocidos durante el embarazo, y considera que los gatos muestran un riesgo extremadamente alto de transmitir ooquistes de T. gondii

Durante el embarazo, no existe ninguna necesidad de renunciar a tu amado gato, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias para prevenir una infección por toxoplasmosis.

Síntomas, diagnósticos y tratamientos para la toxoplasmosis en mascotas

La infección en mascotas puede presentarse como aguda o crónica. La aguda generalmente produce síntomas y en ocasiones, la forma crónica es una enfermedad asintomática de bajo grado.

Los síntomas de esta infección se muestran con más frecuencia en gatos que en perros. Aunque cualquier perro puede infectarse por este parásito, esto generalmente se observa en perros jóvenes con sistemas inmunológicos inmaduros o comprometidos. Pueden observarse múltiples síntomas de una infección por toxoplasma, incluyendo los siguientes:

Convulsiones

Debilidad muscular

Fiebre

Diarrea

Temblores

Pérdida de coordinación

Pérdida de peso

Ictericia

Depresión

Parálisis

Pérdida de apetito

Inflamación de las amígdalas

Letargo

Dificultad para respirar

Vómito

Inflamación de la retina, iris y córnea

La forma más precisa de diagnosticar la toxoplasmosis es al medir la existencia de anticuerpos en el organismo con el examen de anticuerpos IgG e IgM. Otros exámenes diagnósticos útiles pueden incluir: conteo sanguíneo completo, panel de química sanguínea, análisis de orina, análisis fecal, examen ocular, examen ELISA, radiografías del tórax, análisis de líquido cefalorraquídeo y análisis de líquido abdominal o torácico.

El tratamiento de casos graves de toxoplasmosis implica combatir la infección, controlar las convulsiones, brindar tratamiento complementario a los sistemas de órganos afectados y líquidos intravenosos (IV) cuando sea necesario.

Los casos de toxoplasmosis crónica no letales pueden tratarse con una variedad de remedios naturales que incluyen: HCL de agracejo y berberina, extracto de corteza de Otoba, extracto de Cinchona y extracto de hoja de olivo. La terapia de ozono también puede ser beneficiosa para pacientes con enfermedades crónicas.

+ Fuentes y Referencias