¿Cómo es que los perros saben cuándo estás enfermo?

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Historia en Breve

  • Nuestros perros predicen nuestras enfermedades por medio de sus sentidos, especialmente su nariz, con la cual captan los cambios en nuestro aroma y otras señales que emitimos
  • Es posible que tu perro pueda predecir una enfermedad antes de que tú lo hagas, ya que su sentido del olfato es verdaderamente extraordinario, y puede desarrollar una nitidez hasta 100 000 veces más potente que el olfato de los seres humanos
  • El sentido del olfato canino está ayudando a detectar numerosos tipos de cáncer en personas; asimismo, los perros están siendo entrenados para detectar emergencias médicas antes de que alcancen a ser criticas
  • Los perros también pueden sentir los cambios de humor de las personas por medio de su nariz, así como reflejar el estado emocional de su dueño

Si estás convencido de que tu mejor amigo sabe cuándo te sientes indispuesto, es probable que tengas razón. La mayoría de los perros, ya sea que lo demuestren o no, pueden sentir los cambios en los humanos que les indican que algo no está bien.

Por ejemplo, cuando lidias con un resfrío, sinusitis o problema estomacal o incluso un dolor de muelas, el sentido del olfato de tu perro detectará de inmediato un cambio en tu aroma. Los cambios en el tono de voz, el nivel de energía o los sonidos que emites (como toser, estornudar, etc.) tampoco pasan inadvertidos.

Una amiga adoptó a un perro pequeño hace algún tiempo y luego desarrolló numerosos problemas de salud durante los primeros años del perro. Peanut es una mezcla de Chihuahua y es muy leal a su raza, ya que es muy protector con su dueña. Hasta ahora, si mi amiga se dirige a su cama por cualquier motivo diferente a la hora de dormir, ya sea para leer o ver televisión, el pequeño Peanut se pone ansioso y se posiciona justo a sus talones.

Él se levanta de la cama por cualquier medio necesario y se estira en su pecho frente a su cara para leer la situación. Después de estudiarla por un minuto o dos, sube a su "puesto" en una almohada sobre la cabeza, y allí permanece hasta que ella se levanta.

La nariz de tu perro es sabia

De todos los sentidos caninos, la nariz es la que proporciona una cantidad de información realmente extensa a lo largo de su vida. Dentro de su nariz existen cerca de 6 millones de receptores olfativos que le permiten reconocer miles de olores diferentes. Parece mucho, hasta que consideras que existen cerca de 300 millones de receptores de este tipo dentro de la nariz de tu perro.

Mientras que tú puedes detectar ciertos olores en partes por billón, tu perro puede detectarlos en partes por trillón. Además, tu perro tiene una parte en el cerebro dedicada a analizar los olores que es aproximadamente 40 veces más grande, que la misma área ubicada en tu cerebro.

Esto explica por qué el sentido del olfato canino es entre 10 000 y 100 000 veces más agudo que el de las personas, lo cual, seamos sinceros, es sorprendente.

Según lo informado por NOVA:

"En su libro titulado Inside of a Dog, Alexandra Horowitz, investigadora de cognición canina en Barnard College, explica que cuando nosotros podemos notar si nuestro café tiene una cucharadita de azúcar, un perro podría detectar una cucharadita de azúcar en un millón de galones de agua, o dos piscinas de tamaño olímpico.

Otro científico canino comparó su capacidad para percibir el aroma de una manzana podrida en dos millones de barriles”.

Los perros pueden detectar diferencias sutiles en la respiración, la orina, la piel, la sangre y las heces de los pacientes con cáncer, lo que les permite detectar ciertos tipos de cáncer con una precisión de hasta el 97 %. En un estudio, los perros pudieron detectar o descartar el cáncer de pulmón y de mama, en todas las etapas de la enfermedad, con una precisión de cerca del 90 %, con tan solo olfatear muestras del aliento.

Aún más notable, los perros utilizados para el estudio eran "perros domésticos normales", los cuales recibieron únicamente tres semanas de entrenamiento. En otro estudio, un laboratorio llamado Marine pudo detectar el cáncer de colon con un 25 % más de precisión que la prueba sanguínea oculta en las heces que se utiliza normalmente.

Además, las investigaciones indican que los perros son capaces de detectar compuestos orgánicos volátiles específicos para el cáncer de próstata (COV) en la orina de pacientes con cáncer con 98 % de precisión.

Los perros de detección médica, así como los perros de asistencia de alerta médica también están siendo entrenados para detectar crisis médicas antes de que ocurran, lo que alerta a los pacientes a buscar ayuda por los cambios en los niveles de glucemia, convulsiones, alergias graves, sonambulismo y narcolepsia.

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Tu perro incluso puede percibir los cambios en tu estado de ánimo

Un estudio del 2017 reveló que los perros también utilizan su nariz para percibir nuestras emociones. Una vez que tu compañero canino olfatea tu estado de ánimo, él ajusta el suyo en consecuencia.

Se ha comprobado científicamente que los perros pueden observar y escuchar las emociones humanas, pero hasta este estudio, nadie sabía con certeza que también utilizan su increíble sentido del olfato para informarse acerca de cómo se sienten sus humanos. En realidad, todo tiene sentido cuando se considera que, a diferencia de las personas que suelen responder con mayor frecuencia a lo que perciben, los perros se guían por su nariz y responden con mayor frecuencia a lo que huelen.

Para el estudio, un equipo de investigadores se dispuso a responder la pregunta: "¿Proporcionan los olores del cuerpo humano (señales químicas) producidos en condiciones emocionales de felicidad y miedo información detectable por los perros (Labrador y Golden Retrievers)?"

Ocho personas observaron un video de 25 minutos diseñado para provocar miedo o felicidad. Se recolectó el sudor de los voluntarios en toallitas mientras observaban el video; asimismo, se agruparon dichas muestras para obtener muestras compuestas de "sudor de miedo" y muestras de "sudor de felicidad". También hubo una muestra de control sin olor.

A continuación, se equipó a 40 Labradores y Golden Retrievers con monitores de ritmo cardíaco y cada perro fue colocado en una pequeña habitación con su dueño y un extraño que no había proporcionado una muestra de sudor. Las dos personas se encontraban sentadas, leyendo revistas y sin interactuar deliberadamente con el perro.

Las muestras (ya sea de miedo, felicidad o sin olor) se difundieron en la habitación por medio de un frasco abierto que contenía las toallitas. Los perros pudieron olfatear el frasco, pero no pudieron interactuar directamente con las toallitas.

Detrás de la escena, durante períodos de cinco minutos, los investigadores evaluaron la frecuencia cardíaca de los perros, así como el lenguaje corporal, los movimientos relacionados con el dueño y el extraño, y los comportamientos relacionados con el estrés. El objetivo era conocer si los perros mostrarían un conjunto consistente de comportamientos en respuesta a dichas condiciones.

El estudio explicó lo siguiente: el olor a miedo humano estresó a los perros y los hizo sentirse temerosos también

Los perros expuestos a la muestra de sudor feliz tuvieron menos interacciones con sus dueños, así como más interacciones con los extraños en la habitación. Esto indica que se sintieron lo suficientemente relajados como para interactuar con los extraños sin tener que buscar el refugio con sus dueños.

Los perros expuestos a la muestra de sudor con miedo mostraron comportamientos relacionados con el estrés de mayor duración, y en algunos casos, durante todo el período de cinco minutos. Estos perros también buscaron a sus dueños en lugar de a los extraños, lo que indica que buscaban tranquilidad porque se sentían estresados.

Los perros expuestos a la muestra de sudor con miedo también experimentaron un incremento en su frecuencia cardíaca que aquellos expuestos a la muestra de sudor feliz y la muestra de control.

"Mientras que los perros respondían emocionalmente al olor del miedo", explica el experto en perros Stanley Coren, Ph.D., "parecía que su respuesta reflejaba la emoción que detectaban, que es lo que los hacia comportarse de manera temerosa. No existieron signos de agresión hacia el propietario, el extraño o el aparato dispensador de aromas".

Los investigadores son muy conscientes del papel que desempeña el estrés en la enfermedad canina, por lo que tal vez algo que todos deberíamos considerar es cómo la exposición al estrés humano y los desequilibrios emocionales a largo plazo (miedo, ira, frustración, etc.) afectan la salud y felicidad de nuestros perros sin nuestro conocimiento.

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