Protege a tu perro de la gripe y olvídate de la vacuna

influenza en perros

Historia en Breve

  • No recomiendo vacunas contra la gripe para perros; en cambio, puedes mantener sano el sistema inmunológico y reducir las oportunidades de exposición
  • Los perros con un riesgo mayor de contraer el virus de la influenza canina (CIV por sus siglas en inglés) son aquellos que viven en condiciones de hacinamiento, como refugios y perreras; los perros que viven con una familia rara vez contraen la gripe, y cuando lo hacen, se recuperan muy rápido sin intervención médica
  • El CIV se transmite por contacto con un perro infectado, en un espacio reducido, ya que los perros infectados eliminan una cantidad baja del virus, por esa razón el contacto casual no es una gran preocupación
  • Los síntomas de CIV incluyen tos, cuerpo cortado, náuseas y laringitis; el tratamiento es fundamental y existen muchos remedios naturales que pueden aliviar los síntomas
  • Existen varios pasos que puedes seguir para reducir el riesgo de exposición a CIV de tu perro y ayudarlo a recuperarse rápidamente si contrae el virus

A pesar de que el virus de la influenza canina (CIV, por sus siglas en inglés) está activo durante todo el año, ahora que es invierno en el hemisferio norte, los padres de los perros tienen demasiada información sobre advertencias estacionales y la necesidad de aplicar vacunas contra la gripe (para los humanos y sus perros).

Recomiendo evitar las vacunas contra la influenza canina porque no previenen la infección. La vacuna puede reducir la eliminación del virus una vez que la infección está presente y disminuir la gravedad de los síntomas, así como su duración, pero no evitará que tu perro contraiga el virus de la influenza canina.

Demasiadas vacunas, en particular las vacunas no esenciales (que son cualquier vacuna canina que no sea moquillo, parvo, adenovirus o rabia) como la vacuna de la influenza canina, pueden comprometer el sistema inmunológico de tu mascota, lo que afecta su capacidad de protegerlo de forma natural contra los patógenos como el virus de la gripe.

Además, las vacunas no esenciales han demostrado ser menos seguras en términos de reacciones adversas que las vacunas esenciales.

La siguiente es información importante para aquellos que están preocupados de que su perro pueda contraer la gripe.

Lo primero que debes hacer: evaluar el riesgo individual de gripe de tu perro

El virus de la influenza canina (CIV) pertenece al complejo de enfermedades respiratorias infecciosas caninas, también conocida como tos de las perreras. En los Estados Unidos, se han reportado dos cepas de influenza canina, H3N8 y H3N2.

La cepa H3N8 era inicialmente un virus de influenza que se presentaba en caballos. El virus equino ha mutado y ahora también puede transmitirse entre perros. La nueva cepa H3N2 se identificó originalmente en el sur de China y Corea del Sur, y se deriva de una cepa de gripe aviar que ahora tiene la capacidad de infectar a los perros.

El CIV se relaciona principalmente con condiciones de hacinamiento como las que se encuentran en algunos refugios, perreras e instalaciones de carreras de perros. Es poco probable que los perros que viven con una familia puedan contraer el virus, pero si el tuyo lo hace, lo más probable es que su sistema inmunológico se recupere por completo sin la necesidad de intervención médica.

Similar a la mayoría de los humanos que contraen la gripe, es raro que un perro requiera hospitalización por CIV. La enfermedad se complica solo en cachorros muy jóvenes, perros geriátricos, los que están inmunodeprimidos, muy estresados o débiles.

Cómo los perros contraen y propagan el virus de la gripe

El CIV se transmite entre perros que viven o visitan entornos tales como refugios de animales, perreras, guarderías para perros, parques para perros, instalaciones de aseo o veterinarias, tiendas de mascotas, lugares de deportes caninos u otras competiciones. Los brotes son el resultado del contacto directo de perro a perro, el contacto con superficies contaminadas o la transmisión del virus a través de estornudos o tos.

En términos generales, el CIV se transmite por contacto cercano con un perro infectado, en un espacio reducido. Debido a que los perros infectados eliminan una cantidad baja del virus, el contacto casual no es una gran preocupación.

Los perros son más contagiosos durante el período de incubación del virus que es de 2 a 4 días. Durante este período de tiempo, están infectados y eliminan el virus en sus secreciones nasales, pero aún no muestran signos de enfermedad.

El 100 % de los perros expuestos al CIV se infectarán, y la mayoría (80%) desarrollará síntomas de gripe. Afortunadamente, la tasa de mortalidad es baja (menos del 10%). Todos los perros son susceptibles independientemente de su edad, sexo o raza.

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Síntomas a tomar en cuenta

El inicio de los síntomas de la influenza canina se presenta de 2 a 3 días después de que tu perro se infectó. La eliminación del virus alcanza su punto máximo 3 o 4 días después de la infección, y la enfermedad disminuye rápidamente una vez que el sistema inmunológico responde a la presencia del virus.

Los síntomas comunes de una infección por CIV duran de 1 a 2 semanas e incluyen:

  • Rinitis (congestión y secreción nasal)
  • Tos o náuseas
  • Tos paroxística (ataques de tos)
  • Laringitis

Si tu perro después de 10 días todavía tose, ya no es infeccioso. Es probable que la tos se deba a daños en el tracto respiratorio. La infección por el CIV por sí sola no suele ser grave, sin embargo, la infección con la presencia de otros virus respiratorios puede provocar una neumonía bacteriana secundaria.

En algunos animales, especialmente los cachorros con sistemas inmunológicos subdesarrollados, los síntomas pueden ser bastante severos, incluidos los cuatro mencionados anteriormente más la anorexia (pérdida de apetito), letargo, fiebre y dificultades respiratorias. En estos pacientes, la enfermedad también puede durar más.

¿Cómo se diagnostica la gripe canina?

El CIV en los perros se diagnostica con un examen físico, síntomas y los resultados de las pruebas de diagnóstico. Si tu veterinario sospecha que tu perro tiene gripe, podría recomendar radiografías de tórax para descartar otras enfermedades respiratorias antes de la prueba de influenza.

Dado que el CIV está presente junto con otros patógenos respiratorios, en las primeras etapas de la enfermedad puede ser beneficioso para tu veterinario ejecutar un panel de PCR (por sus siglas en inglés), reacción en cadena de la polimerasa respiratoria canina, que analiza el adenovirus, moquillo, parainfluenza, coronavirus respiratorio, neumovirus, Bordetella bronchiseptica y Mycoplasma cynos junto con la matriz de PCR de influenza.

Los perros que han tenido síntomas durante más de 7 días se deben diagnosticar mediante una prueba de anticuerpos, ya que, en ese momento, el virus en sí mismo no se puede detectar.

Consideraciones de tratamiento

El enfoque veterinario tradicional para tratar la influenza canina incluye la administración a corto plazo de antibióticos y dosis antiinflamatorias de glucocorticoides para ayudar a aliviar la tos. No recomiendo estos medicamentos ya que no curan la infección ni acortan la duración de la enfermedad y tienen efectos secundarios.

Otras terapias tradicionales pueden incluir antitusivos (hidrocodona, butorfanol) siempre que no exista una infección bacteriana, y la administración en aerosol o nebulizador de medicamentos antibacterianos en pacientes con infecciones bacterianas secundarias. Recomiendo nebulizar la n-acetilcisteína (NAC) y también difundir aceites de eucalipto de alta calidad.

Los perros enfermos deben aislarse y recibir atención en forma de hidratación, apoyo calórico y oxigenoterapia suplementaria según sea necesario. También puede ser beneficioso llevar a tu perro a un ambiente cálido y húmedo durante breves períodos, por ejemplo, al baño mientras te duchas.

Los collares de cuello deben reemplazarse por otro tipo de collar (por ejemplo, el Gentle Leader), los perros no deben exponerse al humo o al smog, y deben disminuir los ladridos.

La atención holística de apoyo puede incluir agregar astrágalo, vitamina C liposomal, uña de gato y equinácea al protocolo de tu perro, junto con nosodes homeopáticos y otros remedios naturales (como tintura de olmo para el dolor de garganta) para el alivio de los síntomas.

Cómo reducir el riesgo de exposición a la gripe

Es importante recordar que, si tu mascota está expuesta al virus de la influenza canina, siempre y cuando su sistema inmunológico esté sano, será asintomático (no muestra síntomas) o se recuperará rápidamente sin necesidad de atención médica.

Para que el sistema inmunológico de tu mascota esté preparado para combatir la gripe:

  • Ofrece una alimentación fresca, nutricionalmente equilibrada y apropiada para tu especie
  • Evita las vacunas innecesarias y el uso excesivo de medicamentos veterinarios y químicos para prevenir parásitos y plagas
  • Reduce las toxinas ambientales a las que está expuesto tu perro, que a su vez reducirá su carga tóxica y estrés biológico
  • Habla con tu veterinario integrador sobre los refuerzos naturales para su sistema inmunológico como la cúrcuma, el orégano, el ajo fresco, las hierbas útiles y los aceites esenciales para combatir los virus

Consejos adicionales de la veterinaria Dra. Sarah Greenslit en un artículo reciente para Bark:

  • Lleva tu propia agua al parque para perros
  • Cuando llegues a casa, quítate los zapatos en la puerta y lávate las manos antes de saludar a tu mascota
  • Deja también en la puerta las correas y abrigos para perros
  • Los artículos de tela que hayan estado en contacto con perros enfermos deben lavarse en agua caliente con detergente regular
  • El CIV no sobrevive más de 48 horas en el medio ambiente y se puede eliminar con limpiadores comunes, como una solución de blanqueador a agua 1:30

+ Fuentes y Referencias
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