Problemas del tracto urinario en mascotas, no cometas este grave error

infecciones urinarias en perros y gatos

Historia en Breve

  • Las infecciones bacterianas del tracto urinario (ITU) ocurren tanto en perros como en gatos, pero son más comunes en perros, en especial en las hembras
  • Los síntomas de una infección urinaria incluyen orinar fuera de la caja de arena, esforzarse para orinar y cambio en el color orina como oscura o turbia
  • Es importante que consultes a un veterinario si sospechas que tu mascota tiene una infección urinaria para que realice un análisis de orina y una prueba de cultivo, ya que implementar un tratamiento antes de saber la causa precisa de la enfermedad puede tener consecuencias desastrosas
  • También es muy importante colaborar con un veterinario para resolver la infección urinaria de tu mascota y evitar una infección crónica o recurrente
  • Dos pasos que puedes implementar para prevenir las infecciones urinarias incluyen realizar un monitoreo rutinario del pH y ofrecerle una alimentación antiinflamatoria (sin carbohidratos ni almidón) junto con un extracto de arándano orgánico con D-manosa

Las infecciones bacterianas del tracto urinario (IU) son más comunes en perros que en gatos (se estima que cerca del 14 % de los perros desarrollan una infección urinaria en algún momento de sus vidas), y se observan con mayor frecuencia en hembras. La mayoría de las infecciones urinarias se desarrollan en la vejiga, pero también pueden ocurrir en los riñones, los uréteres y la uretra.

Las infecciones urinarias también pueden ser el resultado de un proceso de enfermedad, la anatomía del animal, el uso de catéteres y ciertos medicamentos. Las mascotas con un riesgo mucho mayor incluyen aquellas con diabetes, enfermedad renal, enfermedad de Cushing, mascotas que han recibido esteroides en repetidas ocasiones (como prednisona) y animales hospitalizados que son cateterizados.

Las infecciones de la vejiga se producen cuando las bacterias se trasladan hacia la vejiga desde los genitales, el perineo o el recto. A menos que haya un flujo fuerte y frecuente de orina, las bacterias patógenas subirán hacia la vejiga. En mascotas con una falta de mecanismos de defensa o un pH no natural, las bacterias colonizan y proliferan en los pliegues y el revestimiento de la vejiga, lo que genera una infección.

Síntomas a tomar en cuenta

Los síntomas de que tu mascota puede tener una infección del tracto urinario incluyen los siguientes:

Orinar en algún rincón de la casa o fuera de la caja de arena

Lamer de forma constante los orificios urinarios

Sangre visible en la orina o en la caja de arena; cambio en el color de la orina a oscura o turbia

Pérdida del control de la vejiga; goteo de orina

Visitas frecuentes a la caja de arena; incapacidad para orinar o muy poca cantidad

Vómitos, letargo, falta de apetito

Esfuerzo para orinar; postura encorvada; llanto por dolor

Mayor consumo de agua de lo habitual

Todas estas son señales que pueden indicar un problema grave en el tracto urinario o en la vejiga. Es importante llevar a tu mascota al veterinario lo antes posible, además de una muestra de orina.

Importancia de consultar a un veterinario

El veterinario usará la muestra (o tomará una muestra) para realizar un análisis de orina, que proporcionará información importante sobre el estado de salud de tu mascota. El análisis de orina detectará glóbulos blancos, lo que indica la existencia de inflamación o infección. Además de ofrecer información sobre la presencia de sangre, proteínas, glucosa, cetonas y bilirrubina, un análisis de orina también determinará qué tan bien se encuentra la concentración de orina, que es un indicador de la salud renal. En algunos casos, también es posible visualizar el tipo de bacteria que está presente microscópicamente (bacilos o cocos).

El mayor problema que veo en la comunidad es que las personas suponen que pueden resolver todos los problemas en casa, como infecciones urinarias, cistitis y cristales. Esto puede empeorar muy rápido, he visto a personas con mascotas que sufren de terribles infecciones renales porque asumieron que podían tratar la enfermedad por sí mismas. 

Un cultivo de orina y una prueba de sensibilidad pueden determinar si hay bacterias presentes, así como el tipo, lo que permite formular un plan de tratamiento específico. En un promedio del 25 al 30 % de los perros con ITU, podemos encontrar uno o más patógenos adicionales junto con E. coli. Por consiguiente, estos casos pueden ser mucho más difíciles de resolver.

Hace poco, se desarrolló una nueva prueba de orina por una compañía llamada Test & Treat. Es una prueba interna (lo que significa que se puede realizar desde el consultorio de tu veterinario) que identifica infecciones del tracto urinario (ITU) en mascotas y los mejores antibióticos para tratarlas. Los resultados de la prueba "U-treat" se producen en minutos, lo que significa que los veterinarios no necesitan adivinar qué medicamento utilizar mientras esperan los resultados de las muestras que se enviaron a un laboratorio externo. También significa que tu mascota puede recibir la terapia correcta de inmediato.

En caso de infección, es muy probable que necesiten utilizar antibióticos para tratar el problema. Sin embargo, a veces las mascotas desarrollan inflamación (cistitis) o cristales urinarios sin infección. En este caso, es posible que se necesite un conjunto diferente de medicamentos y un protocolo de apoyo, pero esto a menudo indica que puede ser el momento de cambiar la alimentación de tu mascota (más sobre eso a continuación). 

Lo más importante es no asumir que el problema es la inflamación, cuando podría ser una infección grave. Debido a que todas las infecciones también generan una respuesta inflamatoria, los síntomas de una ITU pueden disminuir con suplementos naturales que tratan la inflamación. El problema es que las bacterias que crean la infección no se eliminan, por lo que, aunque los síntomas mejoran por un tiempo, la infección se puede trasladar desde la vejiga hasta los riñones (y a veces al torrente sanguíneo, lo que crea una situación de sepsis muy mortal).

Debido a que los síntomas son idénticos, la única manera de saber a qué te enfrentas, en términos de infección frente a inflamación, es hacer que el veterinario realice un análisis de orina. No intentes tratar la enfermedad en casa hasta que se haya completado este paso, o corres el riesgo de que la infección se propague y que tu mascota se enferme mucho más o tenga daño renal permanente.

Publicidad
Clic aquí para aprende másClic aquí para aprende más

Riesgos relacionados con las infecciones crónicas

La mayoría de las infecciones del tracto urinario se tratan con antibióticos. Para que el tratamiento sea exitoso, es importante no tratar de adivinar qué medicamento resolverá la infección. Se debe seleccionar el medicamento adecuado (que requiere una prueba de cultivo como se discutió anteriormente), mientras que la duración debe ser la adecuada.

Existen muchos efectos secundarios del uso de antibióticos, incluyendo los síntomas gastrointestinales (GI) que pueden ocasionar que la persona no administre el medicamento como debe, la mascota rechace el medicamento o exista una menor absorción que conduce a una falta de antibiótico en la sangre u orina.

Estos problemas pueden interferir con la eliminación de la bacteria que causa la infección y contribuir a la resistencia de los antibióticos. Cuando una mascota tiene infecciones urinarias recurrentes, puede ser el resultado de un ciclo de terapia demasiado corto o la incapacidad del medicamento para llegar a la ubicación correcta.

Las recaídas pueden ocurrir muy rápido después de que finaliza el tratamiento con antibióticos, si no se realizó un cultivo, o si las bacterias eran parcialmente sensibles al medicamento, o si este se suspendió demasiado pronto. Además, la infección urinaria que se trata de manera parcial puede reaparecer después de un tiempo y confundirse con una nueva infección.

La resistencia a los antibióticos es un problema creciente tanto en la medicina humana como en la veterinaria. Un estudio realizado en el 2008 reveló que la resistencia bacteriana es más elevada en perros con infecciones por E. coli en el tracto urinario, mientras que un estudio anterior identificó la existencia de E. coli en dos perros que demostró ser resistente a 12 antibióticos en el transcurso de dos semanas.

Si el urinocultivo revela una cepa de bacteria resistente a los medicamentos, se recomienda solicitarle al veterinario que complete una prueba más extensa, que evalúa otros medicamentos que pueden ser más efectivos para tratar las infecciones y buscar atención veterinaria integral de manera inmediata. Los veterinarios de medicina funcional tienen un conjunto diferente de herramientas que pueden reforzar las defensas innatas de la vejiga. Ambos enfoques son necesarios para tratar infecciones agresivas.

Seguimiento en casa

Dada la naturaleza de las infecciones bacterianas y los riesgos relacionados con la terapia con antibióticos, es importante hacer todo lo posible para prevenir las infecciones urinarias antes de que ocurran. Una excelente manera de hacerlo es verificar los niveles de pH de la orina de tu mascota de manera periódica.

Puedes comprar tiras reactivas de orina en la farmacia (y en línea) que pueden darte una idea de lo que sucede con la orina de tu mascota, incluyendo los valores de pequeñas cantidades de sangre, glóbulos blancos y pH urinario.

Los perros y los gatos son carnívoros y deben tener un pH ligeramente ácido de entre 6 y 6.5. (cuanto más alto es el pH de la orina, más alcalino es). Es importante mantener el pH de la orina un poco ácido (por debajo de 7), porque la orina mantiene las defensas naturales cuando se mantiene entre 6 a 6.5. Cuando el pH se eleva hacia el lado alcalino, la orina comienza a perder las defensas naturales para combatir a los patógenos, lo que fomenta el crecimiento bacteriano y el desarrollo de cristales.

Es necesario recolectar las muestras de orina antes de alimentar a tu mascota. Puedes mantener la cinta de pH en la orina mientras tu perro evacúa, o puedes tomar una muestra de orina en un recipiente y sumergir la cinta para verificar el pH. Esto se debe hacer de inmediato con una muestra nueva para garantizar la precisión.

Alimentos que promueven la salud del tracto urinario

En mi experiencia, una mala alimentación es un factor de la mayoría de los casos de mascotas con problemas crónicos del tracto urinario. Muchos veterinarios convencionales recomiendan las alimentaciones recetadas, las cuales combinan alimentos ricos en carbohidratos con medicamentos para reducir el pH de la orina. Yo no lo recomiendo. Ya que es mejor implementar una alimentación que elimine los carbohidratos alcalinizantes proinflamatorios.

Cuando alimentamos a un animal carnívoro con una alimentación a base de granos, su orina se vuelve más alcalina. Las alimentaciones a base de carne son más ácidas, mientras que las alimentaciones a base de almidón elevan el pH de la orina y las infecciones urinarias crónicas, porque la falta de acidez urinaria elimina la actividad antimicrobiana. La orina alcalina también puede crear cistitis (inflamación de la vejiga), cristales e incluso urolitos (cálculos) que requieren cirugía.

A menudo, el pH de la orina de un perro puede mantenerse entre 6 y 6.5 de forma natural, con una alimentación nutricionalmente óptima, fresca y específica para su especie. Para reducir el pH de la orina, es necesario ofrecer una alimentación baja en carbohidratos, sin almidón, papa/tapioca/lenteja (sin croquetas o granos), y mejor ofrecer una alimentación liofilizada fresca o al menos reconstituida para un mayor contenido de humedad.

Existen productos para reducir el pH de la orina que contienen el aminoácido acidificante DL-metionina. Esta es una adición segura a la alimentación de tu mascota, pero es más lógico dejar de ofrecer granos y alimentos alcalinizantes.

En un estudio del año 2016, los científicos evaluaron los efectos del extracto de arándano en el desarrollo de infecciones del tracto urinario en perros. Los resultados del estudio demostraron que el extracto de arándano parece ser más efectivo para prevenir las infecciones por E. coli en perros, sin los efectos secundarios. Además, el extracto de arándano puede ayudar a combatir las bacterias resistentes a múltiples medicamentos en perros con infecciones recurrentes del tracto urinario por E. coli.

Recomiendo elegir un extracto de arándano orgánico con D-manosa, que es un azúcar simple relacionado con la glucosa que se produce en los arándanos, duraznos, manzanas, otras bayas y algunas plantas.

La D-manosa se absorbe por completo (pero no provoca una liberación de insulina o niveles de glucosa en la sangre, por lo que no hay efectos secundarios negativos) y se traslada a los riñones y la vejiga, hasta excretarse por medio de la orina. Llega a la vejiga, donde se adhiere a las lectinas de E. coli. Casi toda la D-manosa termina en la orina, que a su vez recubre la bacteria E. coli para que no se adhiera a las paredes de la vejiga y se elimine por medio de la orina.

Si tu mascota ha tenido más de una infección o ha sido víctima de infecciones urinarias recurrentes, existen muchas maneras para reducir el riesgo futuro y reforzar las defensas de la vejiga al utilizar una variedad de nutracéuticos y hierbas; los veterinarios de medicina funcional pueden ayudarte a encontrar el mejor protocolo para tu mascota.

Haga clic aquí y sea el primero en comentar sobre este artículo
Publique su comentario