La criptorquidia es un problema de salud inusual con un nombre extraño. Si por alguna razón necesitas decirlo en voz alta, se pronuncia crip-tor-qui-dia.
Qué es este problema de salud tan inusual
La criptorquidia es el término científico que se utiliza para referirse a un problema de salud en perros machos en el que uno o ambos testículos no descienden al escroto, que es la bolsa o saco que contiene los testículos (en el caso de perros castrados, este se encoge con el tiempo y casi desaparece).
Este problema de salud afecta cerca del 1 % al 3 % de los perros y quizás sea hereditario, ya que se observa mucho en familias de perros. Sin embargo, aún se desconoce la causa exacta por completo.
En los cachorros recién nacidos, los testículos se desarrollan dentro del abdomen cerca de los riñones y descienden al escroto cuando tienen cerca de 2 meses de edad. En algunos perros, el proceso lleva un poco más de tiempo, pero los veterinarios comienzan a sospechar la existencia de esta enfermedad si no pueden sentir los testículos en el escroto después de 2 a 4 meses de edad.
Cada testículo está unido a un cordón (conocido como gobernáculo), con el otro extremo unido al escroto. El cordón se encoge y jala el testículo hacia abajo a través de una abertura conocida como anillo inguinal, debajo de la piel y dentro del saco del escroto. Los testículos no descendidos permanecen en el abdomen, en el anillo inguinal o debajo de la piel entre las patas traseras. Si ambos testículos no descienden, lo cual es menos común, usualmente se encuentran en el abdomen.
En un inicio, el testículo no descendido es más pequeño que el testículo normal. Si ambos testículos no descienden, el perro podría padecer infertilidad, porque los testículos continúan produciendo testosterona, pero no producen esperma.
La criptorquidia puede ocurrir en cualquier raza o mezcla de razas, pero las razas de tamaño toy, incluyendo los Poodles, los Pomeranian y los terriers de Yorkshire, están en mayor riesgo. Cerca del 75 % de los casos involucran solo un testículo, mientras que el 25 % restante implica que ninguno de los testículos logra descender al escroto. Por alguna razón, el testículo derecho tiene más del doble de probabilidades de no descender que el testículo izquierdo.
Síntomas y diagnóstico
La criptorquidia rara vez causa dolor u otros síntomas a menos que se desarrolle una complicación, como la torsión del cordón espermático, que causa dolor abdominal repentino y severo. Más a menudo, estos testículos se vuelven cancerígenos, por lo que es importante diagnosticar y tratar el problema de manera rápida.
El diagnóstico de la criptorquidia es sencillo. Si el testículo aún se encuentra en el abdomen, no se sentirá desde afuera. Si comenzó el descenso y se detuvo en el canal inguinal o cerca del escroto, en general se puede sentir durante un examen. En ocasiones, se realiza una ecografía abdominal o radiografía para visualizar la ubicación del testículo, pero esto no siempre es necesario.
De manera alternativa, el veterinario puede realizar una prueba conocida como prueba de estimulación con hCG que revelará si ha sido castrado o no.
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Opciones de tratamiento
La esterilización, incluyendo la extirpación de los testículos, es el tratamiento recomendado para la criptorquidia, ya que se estima que el riesgo de desarrollar cáncer es al menos 10 veces mayor en perros con este problema de salud. El enfoque quirúrgico dependerá de la ubicación del testículo no descendido.
La criptorquidia se produce con mayor frecuencia en las razas de tamaño toy y, según la investigación disponible en este momento, la esterilización de perros pequeños no parece tener los efectos nocivos que se observan en las razas grandes.
Tumores testiculares
Como mencioné anteriormente, el problema más común con los testículos no descendidos es el cáncer. Los tumores en los testículos por lo general son malignos y tienen el potencial de desarrollar metástasis, por lo que es importante tratar la criptorquidia al momento que se diagnostica. Los síntomas de este tipo de cáncer pueden incluir pérdida de apetito, pérdida de peso, una masa en el abdomen y dolor abdominal.
Además, ciertos tipos de tumores en los testículos (tumores de células de Sertoli) producen estrógenos, que pueden causar un mayor tamaño de las glándulas mamarias, pérdida de cabello y decoloración oscura de la piel. Los tumores de células de Leydig, que es otro tipo de cáncer en los testículos, pueden producir mucha testosterona, lo que causa inflamación alrededor del ano debido a una hernia o mayor tamaño de las glándulas perianales.
En los casos más graves, la médula ósea puede verse afectada, lo que resulta en anemia, menores niveles de plaquetas y hematomas, al igual que anormalidades con los glóbulos blancos.
Como muchos de ustedes saben, mi enfoque para la castración, en especial en el caso de los perros de raza grande, es trabajar con cada persona para tomar decisiones que brinden la mayor cantidad de beneficios y mejorar el comportamiento del perro. Siempre que sea posible, prefiero dejar a los perros sin castrar o realizar una vasectomía que conserva los testículos y las hormonas que producen o evitar la castración hasta que el animal sea completamente adulto (después de los 2 años).
Dicho esto, cada que encuentro criptorquidia bilateral, que por lo general se encuentra en razas pequeñas o de tamaño toy, recomiendo la castración de rutina, ya que el riesgo de cáncer en los testículos es la mayor amenaza para la salud a largo plazo. La criptorquidia unilateral significa que es necesario ubicar y extraer el testículo que no está en el escroto para eliminar el riesgo de cáncer.
Para los perros de raza grande más propensos a los efectos negativos de la esterilización, las personas podrían optar por la vasectomía del testículo normal, que esteriliza al perro, pero aún permite una producción saludable de testosterona para combatir enfermedades.