Ignorar esta condición ocular canina podría provocar ceguera

ojo de cereza en perros

Historia en Breve

  • Los perros tienen un tercer párpado que a veces desarrolla un problema conocido como ojo de cereza, un término que se refiere a un prolapso de la glándula lagrimal dentro del tercer párpado
  • Este tercer párpado, o membrana nictitante, está diseñado para producir lágrimas, limpiar la córnea y producir anticuerpos para combatir infecciones
  • El tercer párpado no debería ser visible; si está visible indica un problema como el ojo de cereza que requiere un examen por parte del veterinario
  • El ojo de cereza a veces puede tratarse con medicamentos, pero a menudo requiere una cirugía (pero nunca la extirpación de la glándula lagrimal)

Muchas personas han tenido la inquietante experiencia de notar un bulto rojo o una protuberancia en la esquina interior del ojo de su perro. El nombre común de esta afección es "ojo de cereza", que es un término más descriptivo que "prolapso de la glándula de los nictitanos". Nictitanos significa membrana nictitante, que en los perros es en realidad un tercer párpado.

En caso de que no lo supieras, los perros no tienen dos, sino tres párpados. Podemos encontrar el párpado superior, el párpado inferior y el tercer párpado, también conocido como membrana nictitante. El tercer párpado es igual en diferentes razas y tamaños, aunque la pigmentación puede variar de una raza a otra. Además, algunos son claros, mientras que otros son opacos.

Otros tipos de animales también tienen membranas nictitantes, como gatos, pájaros, reptiles, peces y camellos. El tercer párpado ayuda a mantener los ojos húmedos en presencia de viento, arena o suciedad, sin la necesidad de parpadear. No hace falta decir que esto puede ser muy bueno cuando se busca presas que pueden desaparecer de manera repentina.

El tercer párpado de tu perro tiene varias funciones

El tercer párpado en los perros es un tejido delgado y opaco que se encuentra en la esquina interior del ojo, debajo del párpado inferior, y tiene cuatro funciones importantes:

  • Ayuda a limpiar la córnea (la superficie transparente en la parte frontal del ojo), al librarla de desechos y mucosidad
  • Contiene una glándula lagrimal que produce un tercio de las lágrimas de su perro
  • Contiene tejido linfoide que produce anticuerpos para combatir infecciones
  • Protege la córnea de lesiones

Resulta curioso que, los ojos humanos funcionan de manera similar, pero con dos párpados en lugar de tres. Cuando el tercer párpado de tu perro se cierra, puede parecer que su ojo está volteando a la parte posterior de la cabeza. Y cuando duermen, el párpados superior e inferior se abren, lo que revela el tercer párpado o "globo ocular blanco", como lo describen algunas personas.

En la mayoría de los casos, el tercer párpado permanece retraído. Si se hace visible, puede indicar un problema que requiere de atención. Si de repente notas el tercer párpado de tu perro, podría significar que su globo ocular se ha hundido en la cuenca debido a un fuerte dolor ocular.

También podría significar que ha habido una lesión en el ojo o que la estructura que sostiene el tercer párpado en su lugar está dañada. Otras causas incluyen la conjuntivitis alérgica y la enfermedad autoinmune.

En algunos perros, una parte del tercer párpado siempre es visible, una condición que se conoce como haws. Cuando un perro nace con el tercer párpado expuesto, se considera como una condición normal y no indica la existencia de alguna enfermedad (aunque se considera indeseable en perros de competencia).

Ojo de cereza

La glándula lagrimal dentro del tercer párpado se mantiene en su lugar mediante diminutas fibras de tejido. El prolapso puede desarrollarse en un ojo o en ambos, y existen muchas posibilidades de que el otro ojo también lo desarrolle una vez que un ojo se ve afectado.

Cuando ocurre un prolapso, el tejido desarrollará enrojecimiento, engrosamiento e irritación en la esquina interior del ojo del perro. Una vez que esta glándula se dilata, puede inflamarse e incluso desarrollar una infección. Puede parecer que tu perro está bien y la afección no suele ser dolorosa; sin embargo, puede desarrollar resequedad y falta de lubricación, debido a que la glándula ya no se encuentra en su posición normal.

Cualquier perro puede desarrollar ojo de cereza, pero ciertas razas son más propensas que otras, incluyendo muchas de las razas braquicefálicas (de cara plana), así como los Beagle, Bloodhound y Bull Terrier. Otras razas con esta tendencia incluyen los Cocker Spaniel, San Bernardo y Shar-Pei.

Aún se desconoce la causa del prolapso de la glándula del tercer párpado, pero se cree que está relacionada con la debilidad del tejido conectivo en los ligamentos que mantienen la glándula en su lugar.

Publicidad
Clic aquí para aprende másClic aquí para aprende más

Opciones de tratamiento

El prolapso de la glándula lagrimal puede tratarse de manera médica o quirúrgica; sin embargo, es fundamental que el tratamiento médico se lleve a cabo de forma rápida y agresiva. El tratamiento debe comenzar tan pronto como ocurra el prolapso y dentro de las primeras dos semanas. En el caso de un prolapso prolongado, por lo general no hay esperanzas de una intervención no quirúrgica.

En el caso de un perro que acaba de desarrollar ojo de cereza, recomiendo implementar un protocolo agresivo de compresas tópicas (remojar una bolsita de té verde orgánico durante 30 segundos, luego ponerla en el refrigerador hasta enfriar, aplicar sobre el párpado durante 3-5 minutos, repite 3 veces al día), gotas para los ojos que contengan N-acetilcarnosina, homeopáticos específicos y nutracéuticos (incluyendo colágeno orgánico y MSM) para controlar la inflamación e intentar restablecer la integridad de los ligamentos que sostienen la glándula en su lugar.

Si el tratamiento médico falla o no es una opción viable, se requiere un procedimiento quirúrgico para colocar la glándula en su posición normal debajo del párpado inferior. Una técnica, conocida como técnica de bolsillo, consiste en crear una bolsa en el tejido del tercer párpado para alojar la glándula. Dado que este procedimiento desarrollará inflamación que tardará un tiempo en quitarse por completo, los resultados no serán evidentes durante varias semanas.

Otra técnica, conocida como sutura del borde orbital, consiste en suturar la glándula a los tejidos que rodean el hueso orbital.

Por desgracia, estas cirugías pueden fallar y es necesario un segundo o tercer procedimiento. El progreso de las cosas después de la cirugía depende de la naturaleza crónica de la afección o del grado de inflamación del tejido ocular. En ocasiones se necesitan lubricar los ojos con gotas para complementar la película lagrimal de forma estacional o periódica, durante el resto de la vida del perro.

En algún momento, la cirugía para extirpar la glándula lagrimal fue común, pero por fortuna ya no se considera una forma de tratamiento aceptable porque elimina casi la mitad de la lubricación del ojo. Es muy sencillo extraer la glándula, pero no es una solución viable a largo plazo, ya que compromete la integridad del ojo. La extirpación de la glándula a menudo genera queratoconjuntivitis seca (KCS, por sus siglas en inglés) u ojo seco.

Para prevenir problemas en el futuro, incluyendo la ceguera, los perros con KCS deben depender de sus dueños para lubricar sus ojos por el resto de sus vidas. Si el veterinario sugiere extirpar la glándula como una forma de "tratamiento", es importante obtener la opinión de un cirujano más cualificado.

No existen medidas para prevenir el ojo de cereza, pero si tu perro desarrolla este problema, es importante hacer una cita con el veterinario para comenzar el tratamiento médico y prevenir la necesidad de cirugía y restaurar la salud de los ojos de tu mascota.

Haga clic aquí y sea el primero en comentar sobre este artículo
Publique su comentario