En Chicago, IL, un perro mezcla de pastor de 7 años sufrió una fractura dental después de masticar un cuerno de venado. Como resultado, su dueño gastó 1500 dólares en gastos veterinarios, por un trauma que está lejos de ser único.
El Dr. Stephen Juriga, dentista veterinario, le explicó a la cadena de noticias NBC 5 News: “Se parecen mucho a nosotros cuando masticamos cubitos de hielo y están en riesgo de fracturarse los dientes. Por lo que vemos, los cuernos son un problema real en el trauma dental, ya que son bastante duraderos, pero demasiado rígidos”. En realidad, es cierto que pueden ser peligrosos para algunos perros, pero no siempre son un problema.
La clave para elegir la mejor opción para tu perro radica en conocer sus tendencias y elegir el tamaño y la dureza correctos. Como tal, no existe una recomendación que aplique para todos los perros cuando se trata de elegir o no cuernos de venado.
¿Los cuernos de venado son peligrosos para los perros?
Algunos veterinarios sugieren que, si no puedes dejar la marca de tu uña en un juguete para perros, significa que es demasiado duro. Esto puede ser verdad, pero depende de los hábitos de masticación de tu perro. Un dentista veterinario con el que trabajo bromeó diciendo que ha podido financiar una parte de su clínica dental con los pagos por facturas dentales de perros que siendo masticadores agresivos, aún sus dueños les han dado cuernos de venado.
El hecho es que cada vez que tu perro muerde algo que es más duro que sus dientes, corre el riesgo de sufrir una fractura, ya que los perros pueden morder con una fuerza considerable. Un dentista de mascotas dijo que la fractura más común es la del cuarto diente premolar maxilar.
Este diente recibe una tensión significativa cuando los huesos astillados se atoran entre ese diente y el primer molar mandibular, ya que ambos son puntiagudos. El estrés puede provocar una fractura que puede exponer la dentina debajo del esmalte o incluso exponer el sistema del conducto radicular. Un diente fracturado causa mucho dolor, pero es posible que tu perro no muestre signos obvios de dolor y sufra en silencio.
Con el tiempo, puede desarrollar una infección bacteriana, o dejar de comer debido al dolor. En algunos casos, es posible salvar una fractura dental al alisar los bordes afilados, pero en otros el diente morirá y requerirá una extracción o tratamiento. Una mejor opción es ofrecer solo cuernos de venado que sean seguros para tu perro, lo que reducirá el riesgo de una fractura dolorosa y costosa.
¿Qué perros pueden masticar cuernos de venado con seguridad?
Si tu perro ha sufrido fracturas dentales en el pasado o es un masticador agresivo, no le ofrezcas cuernos de venado u otros productos duros. Los masticadores agresivos son los perros que quieren masticar todo con determinación y velocidad.
Sin embargo, si tu perro es un masticador tranquilo, puede masticar esta opción económica y duradera. Los perros que tienen hábitos más suaves para masticar sostendrán los cuernos de venado en la boca y los roerán suavemente, pero no aplicarán una fuerza excesiva que podría fracturar sus dientes.
Sin embargo, es importante asegurarse de que el tamaño sea el correcto. Los cuernos de venado deben ser tan grandes como para que no se puedan tragar (intencional o involuntariamente); además, es importante controlar la masticación para evitar que se rompan en pedazos. Si tienes un perro grande, no le ofrezcas cuernos pequeños incluso si tu perro tiene hábitos suaves para masticar, ya que este tamaño de cuernos representa un peligro de asfixia.
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La mayoría de los perros pueden masticar huesos crudos con seguridad
No es ningún secreto que a los perros les encanta masticar. Es parte de sus instintos naturales y ofrece estimulación mental y ejercicio para los músculos de la mandíbula. Los antepasados de tu perro también consumían huesos y médula ósea, los cuales son beneficiosos por los nutrientes que contienen. Para que tu perro pruebe este exquisito premio, se recomienda que le ofrezcas los huesos crudos.
Éstos son exclusivamente para masticar y no para fines nutricionales, pero le encantará mordisquearlos. Los huesos crudos suelen ser trozos grandes de fémures de res, alce, venado o bisonte que contienen médula natural en el centro del hueso. Se encuentran congelados en tiendas de mascotas y algunas carnicerías locales.
Incluso los perros amigables pueden volverse posesivos cuando mastican un hueso crudo, así que es importante que separes a tus perros, en caso de tener varios. Estos huesos también deben ser del tamaño correcto, y quítaselos una vez que reduzca su tamaño. En general, mientras más grande sea el tamaño, es mejor, en especial si crees que tu perro puede intentar comérselo entero o romperlo en trozos para devorarlos.
Si tu perro es un masticador agresivo, los huesos crudos pueden ser una buena opción, por lo que se recomienda que busques los trozos más grandes y crudos, que sean suaves (y quítaselos cuando sean demasiado pequeños). Para los perros que han tenido un trabajo dental, se recomienda buscar masticables hechos de leche, queso, tapioca o papas (o vegetales comprimidos).
Busca la mejor opción para tu mascota
El mejor tipo de masticable para tu perro depende de sus comportamientos de masticación. Si aún no sabes cuál es la mejor opción para tu perro, es importante que le ofrezcas masticables más suaves en un tamaño lo suficientemente grande y seguro. Para los masticadores más tranquilos, los cuernos de venado pueden ser agradables, pero evita dárselos si es un masticador agresivo.
Steve King, presidente y director ejecutivo de la Asociación Americana de Productos para Mascotas, explicó para NBC 5 News: “A algunos perros se les ha dado masticables duros como cuernos y huesos durante años y no han presentado ningún problema. Otros perros con un comportamiento más agresivo deben seguir con masticables más flexibles”.
Cada quien conoce su perro y puede elegir la dureza y el tamaño adecuados para mantenerlo feliz y seguro. Elige siempre masticables naturales hechos en los Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá o Australia, y evita los importados de otras áreas o que se venden en recipientes grande ya que pueden estar estropeados.
Dicho esto, existen varios tipos de masticables que no recomiendo, sin importar el perro como: pezuñas (que presentan un riesgo de astillamiento), masticables sintéticos hechos de nailon (que contienen ingredientes cuestionables) y masticables de cuero crudo (que pueden contener toxinas y representar un peligro de asfixia).