Hace unos años leí un titular de una fuente de noticias en línea que ha estado en mi mente hasta el día de hoy. Decía lo siguiente: "A warning to pet owners: Two dogs found dead after eating poisonous mushrooms from owner's yard".
Debajo del titular, se podían observar fotos de los perros que habían fallecido tras comer hongos del jardín de su dueña: un san bernardo de 3 años llamado Drago y un labrador mestizo de 8 años, de nombre Adoni. La mujer regresó a su casa en el condado de Wake, Carolina del Norte, un domingo de marzo de 2018 y los encontró sin vida. Sus otros cuatro estaban dando traspiés y vomitando.
Un veterinario encontró rastros de amatoxina en la sangre de los caninos, la cual es una sustancia tóxica que se encuentra en un tipo específico de hongos. Al parecer, habían consumido hongos Amanita, que también se conocen como Gorros de la muerte o Ángeles de la muerte y son los más letales de América del Norte. Consumirlos ocasiona insuficiencia hepática. Hasta ahora no existe ningún antídoto.
La mujer no se percató de que estos hongos crecían en su jardín, debajo del mantillo, y pensó que contar su trágica historia podría ayudar a que otros dueños de mascotas se informaran al respecto. Y por eso estoy haciendo lo mismo: repetir su historia para ayudar a correr la voz.
Hongos mortíferos
Por fortuna, el 99 % de los hongos no ocasionan ningún problema significativo en las mascotas y, de hecho, muchos de ellos brindan beneficios poderosos que favorecen la salud. Sin embargo, el 1 % restante puede ser fatal para un perro o un gato que consuma alguno de ellos. Lo que resulta aún peor es que muy pocas personas son capaces de diferenciar los hongos tóxicos de los que no lo son.
Los animales de compañía (perros, por lo general) suelen encontrar hongos silvestres cuando los llevan a pasear o cuando realizan otras actividades al aire libre, en especial si en la región donde viven hay niveles altos de humedad, por lo que es de vital importancia asegurarse de que los miembros peludos de la familia no puedan acercarse a las áreas donde podrían brotar estos organismos.
De acuerdo con la Asociación Micológica de América del Norte (NAMA, por sus siglas en inglés), los perros tienen a sentirse atraídos por dos especies de hongos mortales: Amanita phalloides (el hongo que ocasionó la muerte de los perros en Carolina del Norte) e Inocybe. Ambas variedades despiden un olor a pescado que puede ser lo que los atrae.
Amanita phalloides
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Inocybe
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Las variedades Amanita muscaria y Amanita pantherina despiden el mismo olor y también las consumen con frecuencia. Contienen ácido iboténico y muscimol, los cuales son compuestos tóxicos que, en muy pocas ocasiones, son causa de muerte en perros. Incluso los gatos, que no suelen comer hongos, se sienten atraídos por las mismas variedades (Amanita muscaria y Amanita pantherina) y llegan a sufrir resultados letales.
Amanita muscaria
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Amanita pantherina
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Los hongos Inocybe y Clitocybe contienen muscarina, la cual es un compuesto que puede ser letal para los caninos. Debido a que la muscarina no parece ser un problema para los humanos, se asume que los perros son sensibles a ella.
Clitocybe
Algunas especies de hongos Scleroderma también son tóxicas para los caninos, aunque aún no se ha identificado cuál es la sustancia nociva que contienen.
Scleroderma
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Síntomas de envenenamiento por hongos en mascotas
Los signos de intoxicación por hongos dependen de la especie que se haya consumido, la toxina específica que contenga y la susceptibilidad de cada animal. En términos generales, involucra cuatro síndromes clínicos, según la Dra. Charlotte Means del Centro Nacional de Control de Envenenamiento de Animales de la ASPCA, que incluyen:
• Irritación gastrointestinal (GI). Este es el síntoma más común y en muy pocas ocasiones es tan grave como para ser fatal. Por lo general, el animal presenta vómito y diarrea dentro de las 6 horas posteriores al consumo. El malestar gastrointestinal sigue su curso a lo largo de 24 horas y requiere una atención veterinaria mínima.
• Malestar gastrointestinal y efectos muscarínicos. Los efectos muscarínicos incluyen una producción excesiva de lágrimas y saliva, que también son síntomas de envenenamiento por organofosforados y carbamatos. Es posible que las pupilas disminuyan en tamaño y se contraigan, pero el signo más grave es que la frecuencia cardíaca se vuelva mucho más lenta.
Este síndrome clínico suele ocurrir dentro de las 6 horas posteriores al consumo y casi siempre amerita atención veterinaria. Por lo regular, las especies de hongos que causan este síndrome corresponden a los géneros Inocybe y Clitocybe.
• Malestar gastrointestinal, efectos muscarínicos, depresión y letargo. Este síndrome clínico se caracteriza por dolores abdominales intensos y vómito. Debido a que se produce un daño hepático, también es posible que se presente ictericia (coloración amarillenta de las escleróticas y las membranas mucosas), trastornos hemorrágicos y convulsiones.
Estos síntomas comienzan a aparecer entre las 6 y las 20 horas posteriores al consumo y suelen ser fatales si no se brinda un tratamiento intensivo de inmediato. El hongo Gorros de la muerte, o Amanita phalloides, suele ser el responsable en estos casos.
• Síndrome alucinógeno. Los hongos ilegales que se venden de forma ambulante causan este síndrome y se conocen como hongos mágicos, patas azules o gorros de la libertad. Estos hongos no son tóxicos (como los que se venden en las tiendas de comestibles) pero están contaminados con LSD u otras drogas ilícitas. Por lo general, las mascotas encuentran estos hongos en la reserva oculta de alguna persona, en un espacio cerrado, no en el jardín o el bosque.
Al consumir estos hongos mágicos, se presentan síntomas como inquietud, alucinaciones, "morder el aire", depresión extrema, tambaleo, temblores musculares, convulsiones y entrar en estado de coma. Si sospechas que tu mascota comió este tipo de hongo, es necesario que lo lleves con el veterinario o acudas a una clínica de emergencias veterinarias de inmediato.
La NAMA indica que, además de los síntomas anteriores, los perros suelen entrar en un sueño profundo que se asemeja al de un coma después de unas horas de haber comido Amanita muscaria o Amanita pantherina. Suelen recuperarse por completo en unas 6 horas, pero también hay ocasiones en que podrían tardar hasta 72 horas.
Administrar atropina a una mascota que comió Amanita muscaria o Amanita pantherina puede intensificar el sueño al grado de asemejarse al estado de coma, lo cual aumenta el riesgo de muerte de forma significativa. Por desgracia, hay ocasiones en que los veterinarios sacrifican a los perros durante el sueño profundo, debido a la falta de información. La mayoría de los perros logran recuperarse, así que es necesario tener paciencia en esos casos.
Opciones de tratamiento
El tratamiento para la intoxicación por hongos depende de los síntomas que presente tu mascota y se enfoca en estabilizarla, llevar a cabo una desintoxicación y controlar cualquier signo clínico que pueda desarrollarse. Como parte de la desintoxicación, es necesario inducir el vómito para expulsar los restos del hongo que hayan quedado en el estómago. Como siguiente paso, se suele administrar carbón activado para absorber las toxinas que aún permanezcan en el organismo.
Muchos veterinarios integrales y especialistas en medicina veterinaria holística, han tenido resultados favorables al disminuir la toxicosis por hongos mediante remedios homeopáticos. Es necesario basarse en los síntomas que presente el animal para elegir el remedio que sea más apropiado. El cardo mariano ha demostrado ser beneficioso para tratar el envenenamiento por hongos en las personas y también resulta prometedor en la medicina veterinaria.
En caso de que tu mascota aún muestre signos de toxicidad, el personal veterinario contactará a un micólogo de la zona para identificar el tipo de hongo que haya consumido. La NAMA ofrece una lista de consultores voluntarios para la identificación de hongos. En la mayoría de los casos, es imposible predecir cómo evolucionará el estado del animal hasta identificar el hongo que comió.
Así que es fundamental llevar consigo los hongos que hayan quedado al acudir al veterinario o clínica de emergencias. Envuélvelos en una servilleta y colócalos en una bolsa de papel (no de plástico). En caso de que no puedas acudir al veterinario de inmediato, mete los hongos en el refrigerador y marca la bolsa con la leyenda "¡No comer!".
Cómo prevenir una tragedia
Es necesario eliminar los hongos que crecen en los jardines (el tuyo y el de tus vecinos) lo más pronto posible, de manera que las mascotas del vecindario no tengan la oportunidad de notarlos. Como regla general, los veterinarios y los expertos en toxicología veterinaria determinan que el animal ha sufrido una intoxicación cuando ha consumido hongos, a menos que se logre identificar la variedad específica de forma rápida y precisa.
Si sospechas que tu mascota comió algún hongo, comunícate de inmediato con un veterinario, la clínica de emergencias veterinarias más cercana o la línea telefónica de mascotas envenenadas. Si vives en los Estados Unidos, el número es el 855-764-7661, el cual está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Si tu mascota vomita o defeca, recolecta una muestra, colócala en una bolsa de plástico y llévala contigo.
Nota importante: algunos hongos tienen excelentes propiedades curativas
Debido a la desinformación generalizada en Internet, que afirma que todos los hongos son nocivos para los animales, ha ocasionado que muchos dueños priven a sus mascotas de las increíbles propiedades curativas con las que cuentan los hongos medicinales.
Las mismas especies que se utilizan con fines culinarios o medicinales para las personas también benefician la salud de los animales domésticos. De igual manera, nuestras mascotas deben evitar consumir las mismas especies que nosotros evitamos. Considero que es muy importante disipar los mitos que se han esparcido acerca de este tema, ya que los beneficios que aportan ciertos hongos para favorecer la salud pueden salvar y mejorar la vida de muchas mascotas.