A principios de este año, dos investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California, Davis, escribieron un artículo que se publicó en la revista Frontiers in Veterinary Science. El artículo, coescrito con Lynette A. Hart y Benjamin L. Hart, titulado: "An Ancient Practice but a New Paradigm: Personal Choice for the Age to Spay or Neuter a Dog".
Los Hart se encuentran entre un grupo pequeño de investigadores veterinarios que han estudiado por mucho tiempo los efectos en la salud y el comportamiento de castrar a los perros. Hasta este punto (marzo de 2021, cuando se publicó el artículo de los Harts), han construido un caso sólido contra la práctica de castrar a cada cachorro a los seis meses de edad, o en algunas hembras, antes del primer celo.
El último trabajo de los Harts es un avance al sugerir en el título que ha llegado el momento de reemplazar el viejo paradigma por uno nuevo que considere las necesidades de cada perro y sus cuidadores al tomar decisiones sobre la castración y esterilización.
"En general, la idea es reemplazar la antigua práctica de castrar o esterilizar al cachorro antes o a los 6 meses, o en el caso de algunas hembras, antes del primer celo", explican los coautores.
"Otras personas también plantean preguntas sobre este momento que se ha favorecido en las últimas décadas. En cambio, el nuevo paradigma es que el veterinario junto con el dueño de la mascota, o solo el dueño de la mascota, utilicen la información disponible basada en datos para decidir cuándo es el momento adecuado de castrar su mascota".
Estoy 100 % de acuerdo con un cambio de paradigma de castración y esterilización
Si has leído mis artículos sabes que la perspectiva de evitar las castraciones es algo que he defendido durante varios años.
Sin embargo, al principio de mi carrera veterinaria, era una defensora de remover los órganos reproductivos a una edad temprana. Casi 5 años después de abrir mi consultorio, comencé a notar que muchos de mis pacientes caninos, varios de los cuales traté desde que eran cachorros, desarrollaban trastornos relacionados con el sistema endocrino.
Se trataba de perros que consumían alimentos biológicamente apropiados y frescos, que no tenían vacunas en exceso y cuyos dueños hacían casi todo bien. Entonces, comencé a investigar sobre el tema de remover los órganos reproductivos y los desequilibrios endocrinos.
En 2006, la cantidad de perros con hipotiroidismo estaba en un nivel muy alto. Comencé a preguntarme si la afección era un síntoma de un desequilibrio hormonal más profundo en muchos de mis pacientes, porque incluso después de equilibrar esos niveles de tiroides, parecía que los perros aun no estaban saludables o en buen estado.
Después de una conversación con un experto en el campo de la endocrinología veterinaria que confirmó mis sospechas, me di cuenta de que mi insistencia en las castraciones tempranas en cada paciente canino había ocasionado muchos problemas de salud.
Durante muchos años, insistí en que mis clientes siguieran mi consejo de castrar a sus mascotas a los 6 meses de edad o antes, y algunos de ellos les removían los órganos a los 3 meses de edad. Ahora me doy cuenta que mi sugerencia no estaba basada en lo que era fisiológicamente mejor para mis pacientes, sino, en lo que creí que era moralmente mejor para sus dueños.
Comencé a disculparme con cada uno de mis clientes a medida que todos los pacientes a los que les removí los órganos reproductivos a una edad temprana pasaron por ciclos, como enfermedades metabólicas irreversibles. Y también con mis pacientes. He enfermado sin querer a muchos de mis pacientes a través de mi recomendación de que todas las mascotas deben ser castradas porque los humanos pueden ser irresponsables con un animal intacto. Como médico, esta revelación fue devastadora.
La mayoría de mis clientes en ese momento eran padres responsables de mascotas y 100 % comprometidos, así que comencé a aconsejarles que dejaran sus perros intactos siempre que fuera posible. No hace falta decir que muchas personas fuera de mi consultorio estaban y están descontentas con mi posición, y entiendo por completo sus preocupaciones. La sobrepoblación de mascotas es un problema grave en los Estados Unidos, y los animales indeseados todavía son sacrificados en refugios todos los días.
En términos de la población de refugio y los dueños de mascotas irresponsables, todavía no estamos en un lugar donde los perros puedan permanecer intactos de manera segura. Ahora bien, existen procedimientos que hacen que los animales sean incapaces de reproducirse, pero que mantienen intactos sus ovarios, testículos y las hormonas vitales que producen. Creo que esos procedimientos se deben enseñar en las escuelas de veterinaria y se deben ofrecer por los veterinarios como alternativas a las castraciones.
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Los riesgos relacionados con remover los órganos reproductivos dependen de la raza
En un artículo de investigación de 2020, Harts y sus colegas publicaron los resultados de un estudio de 10 años sobre los efectos de remover los órganos reproductivos en 35 razas de perros, que incluyen:
Pastor ganadero australiano |
Bulldog |
Doberman Pinscher |
Labrador retriever |
Pug |
Pastor australiano |
Cavalier King Charles Spaniel |
Springer Spaniel Inglés |
Maltés |
Rottweiler |
Beagle |
Chihuahua |
Pastor alemán |
Schnauzer miniatura |
San Bernardo |
Boyero de berna |
Cocker |
Golden Retriever |
Pomeranio |
Pastor de las Islas Shetland |
Border Collie |
Collie |
Gran Danés |
Poodle miniatura |
Shih Tzu |
Boston Terrier |
Corgi (ambos tipos combinados) |
Lobero irlandés |
Poodle Estándar |
West Highland White Terrier |
Boxer |
Dachshund (perro salchicha) |
Jack Russell Terrier |
Poodle toy |
Yorkshire Terrier |
|
El estudio sugiere que la vulnerabilidad (problemas de salud) de la castración varía de una raza a otra.
"Existe una gran disparidad entre las diferentes razas", dijo el autor principal del estudio, Benjamin Hart, para un comunicado de prensa. "Algunas razas desarrollaron problemas y otras no. Algunas podrían haber desarrollado trastornos de las articulaciones, pero no cáncer o viceversa".
De acuerdo con Hart, no existe un "modelo único" cuando se trata de riesgos para la salud y la edad a la que un perro es castrado, y yo estoy de acuerdo con su idea.
Al parecer, la edad a la que se remueven los órganos reproductivos no afecta el nivel de riesgo
Los investigadores de UC Davis analizaron 15 años de datos de miles de perros que visitaron cada año al Hospital Universitario de Enseñanza Veterinaria. Buscaron trastornos de las articulaciones como displasia de codo y cadera, desgarres del ligamento cruzado craneal, así como cáncer, linfoma, hemangiosarcoma, tumores de mastocitos y osteosarcoma.
Los resultados del estudio sugieren que, para la mayoría de las 35 razas, el riesgo de desarrollar problemas no se vio afectado por la edad a la que se realizó la castración. Se descubrió que el riesgo de trastornos de las articulaciones estaba relacionado con el tamaño corporal.
Como puedes imaginar, las razas más pequeñas no desarrollan el problema, pero la mayoría de las razas grandes sí, con dos sorprendentes excepciones: el gran danés y el lobero irlandés. Ninguna de estas razas gigantes demostró una mayor tendencia a los trastornos articulares, sin importar la edad en la que se remueven los órganos reproductivos.
Otro hallazgo fue que la incidencia de cáncer en perros más pequeños, castrados o sin castrar, fue baja, de nuevo con dos excepciones. Tanto en Boston Terriers como en Shih Tzus, la castración y la esterilización se relacionó con un aumento significativo de cáncer. Cabe destacar que el sexo del perro marcó la diferencia en algunos casos.
Las hembras Boston Terriers estirilizadas a los seis meses no tenían un mayor riesgo de trastornos articulares o cáncer en comparación con las hembras sin castrar; sin embargo, los machos castrados antes del año de edad tenían un riesgo significativamente mayor.
Un estudio anterior de UC Davis descubrió que la castración de hembras Golden Retrievers a cualquier edad aumenta el riesgo de uno o más tipos de cáncer del 5 % al 15 %. De acuerdo con los investigadores de UC Davis, existen al menos dos limitaciones importantes para su estudio:
“Primero, se incluyen pocas razas en comparación con las incluidas en los diversos registros de razas de los clubes caninos y las organizaciones caninas. Esta limitación fue necesaria para aplicar los mismos criterios de diagnóstico para las enfermedades en todas las razas, al utilizar la misma base de datos, y la necesidad de tener suficientes casos para los análisis.
En segundo lugar, no hay información disponible sobre las razones por las que los dueños u otras personas eligieron castrar o no a sus perros. En California, la gran mayoría de los perros están castrados y, desde 2005, la ley exige que los perros estén castrados antes de que los adopten en un refugio de animales o una sociedad humanitaria; y también muchos criadores imponen el mismo requisito".
Aquí puedes encontrar una tabla con las directrices sugeridas por el estudio para la edad de castración de las 35 razas; el estudio completo está aquí y contiene más información para cada una de las razas.
Los perros grandes de razas mixtas corren más riesgos de que les remuevan los órganos reproductivos
En un segundo estudio muy similar publicado en 2020, los mismos investigadores de UC Davis observaron perros de razas mixtas en cinco categorías de peso. El equipo de investigación descubrió que los perros de razas mixtas que pesan más de 20 kilos (44 libras) en la edad adulta tienen un mayor riesgo de sufrir uno o más trastornos de las articulaciones si se les remueven los órganos reproductivos antes del año de edad. Los perros de 19.5 kilos (43 libras) o menos no tienen mayor riesgo.
Dado que en los Estados Unidos y Europa es la norma castrar a los perros a los 6 meses de edad, los resultados de este estudio sugieren que los dueños deben considerar cuidadosamente la opción de remover los órganos sexuales de sus mascotas.
"La mayoría de los perros son de razas mixtas", dijo el autor principal del estudio, Benjamin Hart, para un comunicado de prensa. “Esperamos que este estudio influya en el proceso de castración para que las personas que deseen adoptar un cachorro tengan tiempo para tomar una decisión sobre cuándo hacerlo".
El equipo evaluó trastornos comunes de las articulaciones caninas, como displasia de cadera, displasia de codo y desgarres del ligamento cruzado craneal (CCL), en cinco categorías de peso:
- Menos de 10 kilos o 22 libras: 739 perros
- 10 a 19 kilos (22 a 42 libras): 546 perros
- 19.5 a 29 kilos (43 a 64 libras): 992 perros
- 29.5 a 39 kilos (65 a 86 libras): 604 perros
- 40 kilos o más (88 libras o más): 258 perros
También analizaron diferentes tipos de cáncer incluyendo linfoma, hemangiosarcoma, tumores de mastocitos y osteosarcoma según el peso, pero no encontraron un mayor riesgo en ninguna categoría de peso en comparación con los perros sin castrar. De acuerdo con el estudio:
"No hubo una imagen clara de los tipos de cáncer, lo que sin duda refleja la diversidad de razas involucradas en los perros de razas mixtas y las diferencias específicas de la raza con respecto a la vulnerabilidad a diferentes tipos de cáncer".
Los investigadores concluyeron que el riesgo de trastornos de las articulaciones en perros de más de 19 kilos o 43 libras puede ser mayor en comparación con los perros sin castrar. Por ejemplo, para las hembras de más de 19 kilos o 43 libras, el riesgo incrementó de un 4 %, para los perros sin castrar a un 10 % o 12 % para los perros castrados antes del primer año de edad.
¿Qué pasa con los perros de refugio que adoptan como cachorros?
"El estudio plantea desafíos únicos", dijo la coautora Lynette Hart para un comunicado de prensa. "A las personas le gusta adoptar cachorros de los refugios, pero con las razas mixtas podría ser difícil determinar qué tan grande llegará a ser el tamaño del perro si se desconoce su origen".
Si adoptaste a un perro de un refugio u organización de rescate sabrás que, a la mayoría de los perros, sin importar su edad, les remueven sus órganos reproductivos antes de ser adoptados. Los criadores también suelen incluir un compromiso futuro de castración en sus acuerdos contractuales con los compradores.
Los autores del estudio sugieren que los refugios, criadores y sociedades deberían adoptar un estándar de castración para los perros de raza grande a más de 1 año de edad. También consideran que su estudio es muy relevante para las personas y organizaciones que crían perros de servicio.
"Deben analizar esto", dijo Hart. "Los trastornos de las articulaciones pueden reducir la vida de un perro e influir en su función como miembro de la familia".
Después de haber trabajado en un refugio durante años, no creo que la sugerencia del autor de esperar a esterilizar a los perros sea prudente, ya que el mundo está repleto de humanos que no son responsables. En mi opinión, los perros no deberían ser capaces de reproducirse al salir del refugio, más bien deberían tener sistemas hormonales funcionales que no sean alterados por la cirugía.
De nuevo, esto significa que los veterinarios deben aprender técnicas alternativas para lograr ambos objetivos. Los refugios pueden realizar histerectomías y vasectomías a cualquier edad y no obstaculizar el eje endocrino de un perro. ¿Por qué no enseñamos estas técnicas a los estudiantes de veterinaria?
Sí, es momento de un cambio de paradigma en las decisiones de castración y esterilización
Como fue el caso con el estudio de razas puras, el estudio de razas mixtas cubre solo algunos trastornos articulares y cánceres que ocurren en perros; existen varias afecciones adicionales relacionadas con removerles los órganos reproductivos y así como con problemas de comportamiento.
En los Estados Unidos, la castración y esterilización de perros se considera correcta para prevenir la sobrepoblación de mascotas y todos los problemas relacionados, por lo general los procedimientos de extirpación de órganos se realizan antes de los seis meses de edad. Al igual que el estudio de las razas puras, este estudio también detiene la castración automática, generalizada y a edades tempranas y, sugiere que las personas consideren cuando deben extirpar los órganos reproductivos.
"Creemos que la decisión de realizar una castración es únicamente del dueño de la mascota, con el apoyo del veterinario y no las expectativas de la sociedad", dijo Benjamin Hart del estudio anterior. "Este es un cambio de paradigma para la operación que se realiza con más frecuencia en la práctica veterinaria".
Mi enfoque es trabajar con el dueño de cada mascota para tomar decisiones que le brinden la mayor cantidad de beneficios y mejorar el comportamiento de su perro. Prefiero dejar a los perros sin castrar siempre que sea posible. Sin embargo, este enfoque requiere una persona muy responsable que se encuentre totalmente comprometida y que sea capaz de evitar que su perro se aparee (a menos que se trate de un criador responsable con ese objetivo).
Es importante comprender que no aconsejo la adopción de animales sin castrar por personas que podrían ser irresponsables. Los veterinarios de los refugios no tienen el tiempo o los recursos para construir una relación con cada familia adoptiva, por lo que los animales bajo su cuidado se deben castrar y esterilizar (hasta que los veterinarios del refugio aprendan diferentes técnicas) antes de la adopción para evitar más camadas de mascotas indeseadas.
Al adoptar perros de lugares extraños (la mayoría de los rescates y refugios) prefiero esterilizarlos sin remover sus órganos para que los testículos u ovarios puedan continuar la producción de hormonas esenciales para la salud y el bienestar del perro. Esto se puede lograr a través de la vasectomía y la histerectomía (que elimina el riesgo de piometra).
En ocasiones inusuales, los machos mayores e intactos desarrollan hiperplasia prostática benigna moderada o grave (próstata agrandada) que podría mejorar con la castración convencional. Las hembras intactas también pueden correr el riesgo de piometra a medida que envejecen, que ahora parece tener un fuerte componente genético.
En términos generales, los perros adultos intactos se han beneficiado de la producción continua de hormonas sexuales, por lo que los desequilibrios endocrinos que se observan en los cachorros castrados no ocurren cuando se remueven sus órganos reproductivos en sus últimos años.
En la actualidad, las escuelas de veterinaria en los Estados Unidos solo enseñan castraciones completas, por lo que a menos que un veterinario haya recibido una capacitación adicional sobre las técnicas que eviten la manipulación de los ovarios o testículos (lo cual es poco probable), es posible que solo tengas una opción quirúrgica disponible para esterilizar a una mascota.
En este caso (y si puedes garantizar que no haya embarazos indeseados), mi sugerencia sería esperar hasta que tu perro haya alcanzado la madurez musculoesquelética completa, y si tienes una hembra, también esperaría hasta que complete su segundo ciclo de celo antes de programar la cirugía.
Si deseas que la Association of American Veterinary Colleges enseñe a los estudiantes veterinarios técnicas quirúrgicas de esterilización alternativas, puede enviarles esta sugerencia por correo electrónico aquí, o a la Asociación Canadiense de Medicina Veterinaria aquí. Para obtener una lista de veterinarios que practican técnicas alternativas, haz clic aquí. Espero que estos problemas hormonales no afecten a los gatos a los que se les retiran los órganos reproductivos.