Una razón inesperada detrás del vómito de tu gato

Asma felina

Historia en Breve

  • La tos seca que caracteriza al asma felina suele confundirse con vómito o con la tos normal para expulsar bolas de pelo, por lo que algunos dueños se sorprenden cuando le diagnostican asma a su mascota
  • Además de tos seca, otros síntomas comunes del asma incluyen sibilancias, dificultad para respirar y falta de tolerancia al ejercicio; estos también son signos de otras enfermedades graves, así que es crucial obtener un diagnóstico oportuno y preciso
  • Esta afección puede desencadenarse por irritantes que se hayan inhalado en un ambiente interior (como el polvo de la arena para gatos) o en el exterior (como el polen del pasto, árboles y maleza)
  • Una manera de aliviar los síntomas y reducir la necesidad de medicamentos para controlar este padecimiento es eliminar los factores desencadenantes, mantener limpio el entorno, cuidar la alimentación y seguir un protocolo natural de tratamiento

Por desgracia, el vómito común y la tos para expulsar bolas de pelo son demasiado frecuentes en los gatos hoy en día pero, si se presentan, es imperativo que un veterinario los valore.

Es fácil identificar los sonidos que hace un gatito cuando vomita, pero estos se parecen mucho a los que caracterizan al asma felina y el problema es que muchos dueños no lo saben. No han sido pocos los dueños que se han sorprendido al descubrir que su amigo felino "vomita" porque padece una condición que inhibe su capacidad para respirar con normalidad.

El asma, ya sea aguda o crónica, también se conoce como asma bronquial, bronquitis alérgica y bronquitis crónica.

Cuando un gato desarrolla asma, sus vías respiratorias (bronquios) se inflaman, es decir, los dos tubos delgados que van desde la tráquea hasta los pulmones se inflaman debido a una reacción exagerada del sistema inmunológico ante la presencia de un alérgeno. Esto genera espasmos musculares en las vías respiratorias, lo que hace que se contraigan (se hagan más estrechas) y que la entrada y la salida de aire de los pulmones sea mucho más difícil.

Síntomas del asma felina

Los gatos que padecen asma no pueden respirar profundamente, pero no siempre se identifica de inmediato que se trata de una dificultad respiratoria. La razón es que desarrollan una tos seca cuyo sonido se asemeja a las arcadas o al vómito, por lo que no es raro que se les diagnostique bolas de pelo en primera instancia.

Algunos de los síntomas típicos son la dificultad para respirar, la falta de tolerancia al ejercicio y las sibilancias, que pueden sonar como un suspiro o un silbido agudo.

Aunque tu gato solo presente tos, esto no significa que la afección no sea grave. Cabe la posibilidad de que sea muy severa, pero se manifieste a través de muy pocos síntomas. De hecho, algunos gatos no presentan ninguno hasta que pierden la capacidad de respirar de forma repentina. Un ataque de asma agudo puede ser mortal.

La constricción repentina de las vías respiratorias puede ocurrir sin razón aparente o puede surgir debido a una reacción alérgica del gato a los desencadenantes que inhaló. Una clara señal de alerta de este padecimiento es que el gato presente jadeos o que respire con la boca abierta. Los gatos de raza braquiocefálica que se caracterizan por tener una cara plana, como los persas y los del Himalaya, son más propensos a sufrir problemas respiratorios, como el asma.

Desencadenantes comunes del asma

Los posibles desencadenantes del asma en los gatos incluyen:

Humo de tabaco

Ácaros de polvo

Polvo de arena para gatos

Humo de la chimenea o de una vela

Vapor de productos de limpieza domésticos, aerosoles y productos aromatizantes

Sustancias ignífugas de las alfombras y los muebles

Pasto, árboles y polen

Gases residuales de la tapicería (productos químicos resistentes a las manchas)

Moho y hongos

Ciertos alimentos

El asma puede afectar a todos los gatos por igual, sin importar su género ni su edad. También es posible que exista un componente genético en el trastorno, pero no siempre es así. En verdad creo que, incluso cuando existe una predisposición genética, los contaminantes y los alérgenos del aire y del medio ambiente son los que desencadenan la enfermedad.

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Cómo se diagnostica el asma felina

Los síntomas comunes del asma también son signos de otras enfermedades graves, así que es crucial obtener un diagnóstico preciso para evitar que se le diagnostique asma a un gato que, en realidad, sufre de una enfermedad cardiovascular, como ocurre con frecuencia.

Muchas veces, basta con ver el esfuerzo excesivo que hace un gatito para respirar, y es evidente. A menudo, las respiraciones son rápidas y superficiales, el abdomen se esfuerza más para expulsar el aire, se respira con la boca abierta o se presentan jadeos.

Si el gato puede mantenerse en calma y no presenta una dificultad muy grande para respirar, se debe tomar una radiografía de tórax. Una radiografía puede ayudar a que el diagnóstico sea preciso, sin embargo, no siempre permite ver los cambios pulmonares, por lo que muchas veces se requieren más procedimientos para realizar el diagnóstico. Un procedimiento que se conoce como lavado transtraqueal recupera las células de las vías respiratorias inferiores y puede ser efectivo para diagnosticar el asma en gatos que aparentan un estado normal en las radiografías, pero presentan síntomas.

Otra prueba de diagnóstico es la broncoscopia, que consiste en introducir una pequeña cámara en los bronquios para observar el interior de los pulmones.

Otras afecciones que pueden imitar los síntomas del asma son las alergias sistémicas, lo que incluye las alergias alimentarias, al igual que la infección por dirofilaria immitis (heartworm). Los gusanos pulmonares también causan síntomas que se asemejan al asma.

La gravedad del asma felina se divide en una de cuatro categorías:

  1. Asma leve, cuando los síntomas se presentan de manera intermitente, pero no todos los días, y no afectan la calidad de vida
  2. Asma moderada, cuando los síntomas no se presentan todos los días, pero son más graves y debilitantes
  3. Asma severa, cuando los síntomas son muy debilitantes y se presentan todos los días
  4. Asma mortal, cuando la contracción de las vías respiratorias puede impedir la respiración y, por ende, la falta de oxígeno

Si tu gato se encuentra en la etapa 4, es imperativo que reciba atención médica de inmediato en el consultorio de su veterinario habitual o en el hospital de emergencias más cercano. Y, aunque su condición no sea grave, es importante acudir al veterinario para prevenir que el asma avance a una etapa más severa, lo cual puede suceder en poco tiempo.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

Si tu gato está en crisis, tu veterinario o el personal de la clínica de emergencias para animales le administrarán una pequeña dosis de epinefrina que puede resolver un ataque de asma en tan solo 15 minutos. Al mismo tiempo, se administra el oxígeno puro.

En algunas situaciones graves, se requiere una inyección de corticosteroides o un tratamiento de inhalación a través del nebulizador. Estos medicamentos, al igual que todos, tienen efectos secundarios, sobre todo los que son muy potentes como los esteroides. Una vez que tu gato se estabilice y que su estado ya no sea crítico, es importante acudir al veterinario para determinar cuál fue la causa de la crisis.

El asma felina es una enfermedad crónica y progresiva que en la mayoría de los casos se puede controlar, pero, por desgracia, no se cura. El objetivo del tratamiento es prevenir que las vías respiratorias se contraigan y lograr que los ataques de asma no sean tan graves y que se presenten con menor frecuencia.

Lo más importante es determinar cuáles son los factores del entorno inmediato que están empeorando los síntomas. ¿Se sienta a tu lado cuando usas spray para el cabello? ¿Hiciste remodelaciones hace poco y tus alfombras, pintura o muebles nuevos han despedido gases químicos? ¿Tuviste la visita de algún exterminador? ¿Usas aromatizantes en tu hogar? He visto que todo esto desencadena el asma en mis pacientes felinos.

Después de eliminar los factores desencadenantes, recomiendo consultar a un veterinario de bienestar acerca de un protocolo integral que permita controlar la inflamación pulmonar y favorecer la salud respiratoria de tu gato. Me parece que los esteroles y esterolinas vegetales que se extraen de forma natural (que se pueden conseguir en una farmacia holística) son de gran ayuda para estos pacientes, así como los nutracéuticos antiinflamatorios. La terapia de nebulización también puede ser muy beneficiosa.

De igual forma, te animo a que consideres recurrir a la acupuntura, ya que puede ayudar a reducir la inflamación sistémica, al igual que la frecuencia e intensidad de los episodios de asma.

Existen numerosos medicamentos para tratar el asma felina, entre los que se encuentran los broncodilatadores y los inhaladores de esteroides diseñados para estos pacientes. Al inicio, los veterinarios suelen prescribir uno o varios medicamentos para controlar un caso grave. Si tu gato está tomando medicamentos para controlar el asma, pero desconoces las causas principales o no es posible reducir las dosis con el tiempo, mi consejo es que acudas con un veterinario integral que te ayude a tomar las medidas pertinentes.

En ocasiones, es posible controlar las enfermedades respiratorias sin usar medicamentos, pero, por desgracia, los síntomas de asma que pueden ser mortales ameritan, por lo menos, algunos medicamentos para reducir la intensidad de los ataques e impedir que los gatos pierdan la vida; a pesar de ello, combinar protocolos naturales con agentes farmacéuticos da muy buenos resultados.

Cómo ayudar a tu gato con asma en tu hogar

Evita fumar cerca de tu mascota y no permitas que otros lo hagan. El tabaquismo pasivo es uno de los desencadenantes principales del asma en los gatos sensibles y también se ha relacionado con ciertos tipos de cáncer felino.

Evita encender tu chimenea, ya que el humo se deposita en las áreas bajas de tu hogar, que es donde tu gato se relaja.

Procura arreglar cualquier daño que haya provocado el agua o el moho negro en tu hogar.

Reduce o elimina todos los aerosoles domésticos. Asegúrate de que tu gatito no esté en la habitación cuando uses un spray.

Elimina los complementos perfumados, velas, incienso, popurrí caliente o cualquier cosa que desprenda un aroma. Los productos que despiden un aroma fuerte también pueden ser un desencadenante para gatos y personas sensibles.

Evita los productos de limpieza del hogar que contengan químicos y sustitúyelos por limpiadores naturales.

Cambia la arena para gatos de manera gradual para que termine sin aroma y con poco polvo. Mezcla la nueva arena con la arena a la que está acostumbrado tu gato y elimina de forma gradual la vieja. Además, nunca uses cloro para desinfectar la caja, en especial si la caja tiene techo. Usa solo jabón para platos o vinagre y después enjuaga con agua tibia.

Si tienes problemas de plagas, utiliza un repelente natural y seguro para controlar las pulgas y las garrapatas.

Somete a tu mascota a pruebas de títulos de anticuerpos en lugar de aplicarle vacunas que no son necesarias.

Invierte en un purificador de aire para la habitación y para toda tu vivienda y cambia los filtros de aire HVAC con regularidad.

Reemplaza las camas viejas para mascotas por camas de fibra orgánica o natural y coloca una cubierta orgánica para ácaros del polvo sobre las que sean sintéticas.

Si su gato tiene sobrepeso, ayúdalo a alcanzar un peso saludable de forma gradual. La obesidad causa que los pulmones trabajen mucho más.

Asegúrate de que la rutina diaria de tu gato sea consistente. Los cambios en el entorno y cualquier tipo de estrés suelen causar diversos problemas en los gatitos y, por supuesto, pueden desencadenar el asma.

Procura que su dieta incluya alimentos frescos, que sea óptima en nutrientes y apropiada para su especie. El asma se presenta cuando se inflaman las vías respiratorias en los pulmones, y los alimentos proinflamatorios como los carbohidratos pueden empeorar cualquier condición inflamatoria en el cuerpo. Evita alimentar a tu mascota con alimentos que contengan maíz, trigo, arroz o mijo. Los ácaros que surgen durante su almacenamiento pueden exacerbar la inflamación. Evita los granos y almidones por completo. Elije alimentos que no tengan colorantes artificiales.

Considera cambiar su dieta de forma gradual: puedes empezar a darle comida enlatada y, después, alimentos crudos que incluyan una fuente de proteína nueva o novedosa. En caso de que el asma sea una manifestación respiratoria de tu mascota ante una respuesta alérgica sistémica, puedes marcar una gran diferencia al evitar que consuma aves o alimentos marinos, que suelen ser cosas que generan adicción en los felinos.

Recuerda que es posible reducir tanto la frecuencia como la gravedad de los síntomas de tu gato, así como la cantidad de medicamentos que necesita, siempre y cuando te comprometas a eliminar los desencadenantes del asma, acondiciones el entorno (lo cual incluye su alimentación) y acudas a un veterinario integrador para crear un protocolo natural de tratamiento.

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