Por qué los alimentos hidrolizados no son ideales para las mascotas con problemas digestivos

alimento hidrolizado para mascotas

Historia en Breve

  • Las fórmulas que contienen proteínas hidrolizadas son una de las "respuestas" que ha creado la industria de alimentos procesados para mascotas con el fin de satisfacer la demanda de alimentos de mejor calidad
  • Las proteínas hidrolizadas son proteínas intactas que se pulverizan de manera química en trozos más pequeños para no estimular el sistema inmunológico de las mascotas con problemas gastrointestinales
  • Investigaciones recientes sugieren que los alimentos con proteínas hidrolizadas no son mejores que los alimentos con proteínas intactas, ya que la sensibilidad alimentaria en las mascotas puede ser el resultado de una gran cantidad de contaminantes que se encuentran en la mayoría de los alimentos ultraprocesados
  • Las mascotas con probable intolerancia alimentaria deben someterse a pruebas para determinar los alimentos que les generan problemas y deben comenzar una nueva alimentación de 2 a 3 meses, una vez que los hayan identificado

De acuerdo con la empresa BRF Ingredients que suministra proteína hidrolizada de pollo a los fabricantes de alimentos ultraprocesados para mascotas, "el mercado ha mostrado un mayor interés en adquirir productos de calidad que puedan garantizar la salud y el bienestar de las mascotas".

Esta es una afirmación cierta, pero lo que no se menciona es el hecho de que los consumidores se preocupan de que los alimentos enlatados y las croquetas refinadas que han elegido por años no sean ideales. La misma industria que produce estos alimentos está tratando de responder a dicha necesida al “reinventar” sus productos, lo que crea diferentes variantes diseñadas para causar menos problemas digestivos a las mascotas con problemas digestivos.

Es decir, los fabricantes de alimentos ultraprocesados están buscando la manera de tapar los problemas que han generado, siendo las proteínas hidrolizadas una de las opciones.

Cómo se hidroliza la proteína animal

El proceso de hidrolización fue inventado y patentado hace casi 25 años. De acuerdo con una presentación en el sitio web FreePatentsOnline.com, preparar productos hidrolizados (en este caso pollo) implica el siguiente proceso:

“La preparación de un producto alimenticio para consumo animal comienza a partir de un subproducto animal, de preferencia huesos de aves. A los huesos se les rocía o se les cubre con un agente hidrolizante caliente. Después del inicio de la hidrólisis, se muelen los huesos para mejorarlos con aditivos y calentarlos con vapor a una temperatura de 93 °C (200 °F).

El subproducto se coloca como una suspensión o como partículas deshidratadas en una extrusora.

A medida que se transporta a través de varias partes de la extrusora, el subproducto se mezcla de manera exhaustiva, se somete a altas presiones y temperaturas, se ventila para liberar la humedad, se neutraliza con un agente neutralizante y se mezcla a altas temperaturas para esterilizar el subproducto resultante.

La masa del subproducto se extruye y se corta en gránulos, que luego se deshidratan hasta disminuir el contenido de humedad hasta un 10 % o menos”.

En pocas palabras, las proteínas hidrolizadas son proteínas intactas que se pulverizan de manera química en trozos más pequeños para no estimular el sistema inmunológico de las mascotas con sensibilidad estomacal.

Por qué las proteínas hidrolizadas ganaron popularidad

Los fabricantes de alimentos para mascotas introdujeron fórmulas de proteínas hidrolizadas en el mercado al sugerir que las proteínas intactas son las causantes de los problemas de salud relacionados con la alimentación. Las proteínas hidrolizadas se comercializan como alimentos hipoalergénicos para mascotas con sensibilidades alimentarias. La publicidad afirma que estos alimentos son agradables, fáciles de digerir y tienen un alto contenido de aminoácidos y proteínas.

En mi experiencia, las mascotas que consumen proteínas de grado humano de una variedad de fuentes animales no suelen desarrollar sensibilidades a las proteínas no adulteradas. Cuando una mascota consume proteínas ultraprocesadas de manera diaria durante meses o años, desarrolla intestino permeable y una intolerancia a una cierta proteína.

Muchas personas piensan que los alimentos ultraprocesados les gustan mucho a las mascotas y se los ofrecen durante largos períodos de tiempo. Con el tiempo, muchas de estas mascotas desarrollan sensibilidad a ciertos ingredientes, como las fuentes de proteína incluidas en la fórmula.

En mi opinión, el problema no es la proteína animal, sino la proteína animal de baja calidad que proviene de granjas industriales y que ha sido extruida y procesada a altas temperaturas. Aunque no existe ninguna investigación que explique por qué los carnívoros desarrollan sensibilidad a las proteínas, muchos de mis colegas veterinarios y yo sospechamos que los contaminantes y los subproductos del procesamiento pueden ser la razón.

Las hormonas de crecimiento y los antibióticos que se administran a los animales de las granjas industriales, así como los residuos de glifosato, los residuos químicos y los productos de reacción de Maillard (que resultan del procesamiento a altas temperaturas), pueden ser los causantes de las sensibilidades alimentarias y no la proteína en sí.

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Investigación sugiere que las proteínas hidrolizadas no son la respuesta

Hace poco, escribí sobre un estudio de la Facultad de Medicina Veterinaria (CVM) de la Universidad de Cornell que evalúa la efectividad de los cambios en la alimentación para tratar problemas gastrointestinales (GI) persistentes (también conocidos como enteropatía crónica) en perros.

Los veterinarios convencionales que incluyen cambios en la alimentación en sus planes de tratamiento recetan cada vez más alimentos con proteínas hidrolizadas. Pero, según el autor principal del estudio de Cornell, "nadie sabe realmente por qué o cómo funcionan estas alimentaciones o por qué la alimentación original causó síntomas clínicos".

Los perros que participaron en el estudio se separaron en tres grupos, dos de los cuales recibieron alimentos con proteínas hidrolizadas, mientras que el grupo de control consumió una "alimentación de mantenimiento de alta calidad con proteínas mixtas". Las tres alimentaciones contienen el mismo equilibrio de carbohidratos, proteínas y grasas.

De acuerdo con los investigadores, los resultados hasta ahora son alentadores para muchos perros. Aunque Kenneth Simpson, investigador principal del estudio, y sus colegas están satisfechos con los resultados de su estudio, también están algo sorprendidos porque esperaban que los perros que comen alimentos hidrolizados tuvieran mejores resultados que los perros que llevan una alimentación de mantenimiento.

“La sabiduría convencional sugeriría que los alimentos hidrolizados funcionarían mejor y los perros con alimentaciones de mantenimiento no obtendrían la misma respuesta”, explica Simpson. “Sin embargo, a los tres meses, casi todos los perros, sin importar el grupo, han tenido respuestas positivas, lo que significa que el grupo placebo se está desempeñando igual de bien”.

Según Simpson:

“Aunque todavía no conocemos la causa de las reacciones adversas, las respuestas positivas a una alimentación de buena calidad y de fuentes de proteínas mixtas sugieren que no se trata de una simple respuesta alérgica a las proteínas intactas. Es posible que los ingredientes o aditivos podrían estar causando reacciones adversas”.

Estoy de acuerdo con la teoría de Simpson de que la epidemia actual de problemas gastrointestinales no es tan simple como una respuesta alérgica a las proteínas intactas; sin embargo, considero que los productos que provienen de granjas industriales pueden representar un problema para las mascotas, en especial porque los residuos de antibióticos pasan por la cadena alimentaria.

Los granos presentes en muchos alimentos son modificados genéticamente y a menudo albergan residuos de glifosato que causan disbiosis e intestino permeable, sin mencionar las micotoxinas (responsables de matar a 28 perros en diciembre, que estaban consumiendo croquetas contaminadas). Además, los alimentos para mascotas preparados con legumbres contienen antinutrientes que pueden originar inflamación gastrointestinal.

Y siento que todos los "ingredientes no proteicos" y otros aditivos (por ejemplo, potenciadores del sabor, emulsionantes y colorantes) que se encuentran en los alimentos ultraprocesados son un problema fundamental, junto con los cambios que se producen en los ingredientes sometidos a un procesamiento a alta temperatura, incluyendo la formación de productos de reacción de Maillard (MRP) y productos finales de glicación avanzada (AGE, por sus siglas en inglés) que crean inflamación intestinal en animales.

Un mejor enfoque

Lo primero que recomiendo para los animales mayores de 12 meses que están lidiando con una sensibilidad alimentaria es una prueba NutriScan. También es muy importante que las personas trabajen con un veterinario integrativo para identificar las causas y los factores desencadenantes para desarrollar un protocolo curativo personalizado.

El panel de la prueba NutriScan analiza 24 extractos de alimentos purificados con 56 ingredientes y los resultados por lo general son capaces de identificar los ingredientes específicos que están causando un problema, lo que hace que sea mucho más sencillo personalizar un tratamiento.

Después de determinar la sensibilidad a los alimentos con una prueba NutriScan, mi recomendación es comenzar una alimentación novedosa, para promover la curación. Debes cambiar su alimento por una opción diferente a la que no sea sensible y que contenga ingredientes con los que su cuerpo no esté familiarizado.

Por desgracia, muchos alimentos para mascotas afirman que contienen "proteínas nuevas", pero no es así. Además, el etiquetado incorrecto de los alimentos para mascotas es un problema generalizado, por lo que, si planeas optar por una nueva alimentación procesada y comercial, debes comprender que es probable que contenga algunos de los ingredientes que tratas de evitar.

El enfoque más seguro, al menos durante los primeros meses, son los alimentos caseros que te permiten controlar todo lo que ingresa al cuerpo de tu mascota. La segunda mejor opción es darle un alimento fresco, apto para consumo humano, disponible comercialmente, que contenga una proteína poco común, producida por una empresa confiable.

Es muy importante que se eviten todos los alimentos sospechosos durante varios meses. Muchas veces los animales experimentan una reacción a las fuentes principales de proteínas y carbohidratos en su alimentación. Además de evitar todos los alimentos problemáticos, es importante disminuir o eliminar los "ingredientes de relleno" (así como los nutrientes sintéticos) que pueden fomentar la sensibilidad a los alimentos y los problemas inflamatorios.

Asimismo, creo que las mascotas con intolerancia a los alimentos obtienen mejores resultados con una alimentación muy baja en almidón. Los almidones (también conocidos como carbohidratos solubles) son proinflamatorios y pueden empeorar la inflamación gastrointestinal. La Dra. Holly Gantz, experta en microbioma, también ha percibido cambios beneficiosos en el microbioma de las mascotas cuando se reduce el consumo excesivo de carbohidratos.

Hasta que los nuevos estándares de etiquetado se apliquen por completo, los fabricantes de alimentos para mascotas no están obligados a incluir el contenido de carbohidratos en sus etiquetas, por lo que debes calcularlo tu mismo. Valdría la pena tomarte el tiempo de hacerlo antes de elegir una alimentación nueva (el objetivo es menos del 20 % de contenido de carbohidratos).

Cómo volver a proporcionarle su alimento regular a tu mascota

Una mascota con sensibilidad alimentaria debe seguir una nueva alimentación durante un mínimo de 2 o 3 meses, para permitir que el cuerpo elimine las sustancias alergénicas y comience el proceso de desintoxicación.

Durante este período de 3 meses, yo también trato la disbiosis con probióticos, una terapia restauradora del microbioma. Si tu mascota ha recibido muchos antibióticos, evaluar el microbioma y comenzar la terapia restauradora puede cambiarle la vida. Aquí es donde es importante consultar a un veterinario integrativo que tenga experiencia en curar la disbiosis.

Una vez que tu mascota haya completado de 2 a 3 meses con una nueva alimentación, es posible reintroducir otros alimentos, mientras se monitorea de cerca su respuesta. Algunas mascotas demuestran una gran mejoría con la nueva alimentación, y en esos casos, no recomiendo reintroducir los alimentos que causaron el problema.

Cuando tu mascota esté estable, recomiendo encontrar al menos 1 o 2 fuentes adicionales de proteínas que tolere bien para cambiarlas cada 3 a 6 meses y evitar más intolerancias.

Además, considero que cuanto más "limpias" sean las proteínas, menos posibilidades hay de que tu mascota desarrolle problemas digestivos. Las proteínas animales limpias son menos reactivas porque no contienen residuos químicos, por ejemplo, los animales que llevan una alimentación natural (que son alimentados con pastura y que no son criados en granjas industriales), así como los animales que no reciben hormonas, son las mejores fuentes de alimento para las mascotas con sensibilidades alimenticias.

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