Esta popular mascota sufre efectos cerebrales debido al cautiverio

cerebro conejo domestico

Historia en Breve

  • Estudios recientes demuestran que la domesticación de los conejos parece haber alterado su estructura cerebral
  • Imágenes por resonancia magnética de 8 conejos domesticados y 8 conejos salvajes criados en entornos similares demostraron que los cerebros de los conejos domesticados tenían una amígdala más pequeña, o un área del cerebro sensible al miedo, y una corteza prefrontal más grande, que es el área del cerebro que se encarga de controlar la respuesta al miedo
  • Las imágenes también demostraron una estructura más pequeña de la materia blanca en los conejos domésticos, lo que sugiere que se han dañado las habilidades de procesamiento de información y eso explica porque sus tiempos de reacción son más lentos y su temperamento tranquilo en comparación con sus contrapartes salvajes
  • Los conejos son mascotas muy populares, pero es importante comprender que requieren tanto cuidado y atención como los perros y gatos

De acuerdo con una encuesta realizada en 2012, los conejos son la tercera mascota más popular en los Estados Unidos, después de los perros y gatos.

Sin embargo, a pesar de su popularidad, muy pocas personas conocen datos sobre estas pequeñas criaturas peludas, como el hecho de que los conejitos bien cuidados pueden vivir de 10 a 12 años. Además, aunque tienen ciertas similitudes con los roedores, los conejos pertenecen al orden Lagomorpha junto con las liebres y las picas, que son pequeños animales que habitan en las montañas y son nativos de África y América del Norte.

Los perros son las mascotas más investigadas y los gatos ocupan el segundo lugar. Pero, en los últimos 10 a 20 años, los conejos se han convertido en un tema de investigación científica.

El lado opuesto de la moneda

De acuerdo con Leif Andersson, un genetista animal de la Universidad de Uppsala de Suecia, la Universidad de Texas A&M y coautor de un estudio de 2014 sobre la domesticación de conejos, los humanos domesticaron, manipularon y restringieron a los conejos, lo que hizo que se alterarán menos con las personas.

“Lo que aprendí de las personas que manipulan conejos salvajes es que tienen una respuesta al miedo muy fuerte”, dice. “Los conejos son presas de diferentes especies, por ejemplo, los gatos, visones, águilas, halcones y por supuesto, humanos. Por esa razón son tan cautelosos. Corren a sus guaridas cuando sienten miedo”.

Andersson también hace referencia a una cita de Charles Darwin que dice, “Ningún animal es más difícil de domesticar que la cría del conejo salvaje; y ningún animal es más dócil que la cría del conejo domesticado".

Para el estudio de 2014, el equipo de Andersson realizó la secuencia del genoma completo de varias poblaciones de conejos salvajes, junto con varias razas de conejos domésticos.

Los investigadores descubrieron que los conejos "se adaptaron a través de la selección poligénica, un proceso en el que una población se adapta por medio de pequeñas variaciones en genes de diferentes cromosomas en lugar de como resultado de solo un único cambio fijo". Creen que es posible que los cambios alteren la estructura del cerebro de los animales.

Un estudio de seguimiento confirma que el proceso de domesticación altera el cerebro de los conejos

En un estudio posterior publicado en 2018, el equipo de Andersson se propuso determinar, por medio del uso de resonancias magnéticas de alta resolución, si los cambios genéticos habían remodelado los cerebros de los conejos. Criaron ocho conejos domésticos y ocho salvajes en entornos muy similares. Las imágenes por resonancia magnética se interpretaron con un sofisticado análisis de imágenes, y el investigador que realizaba el análisis no sabía distinguir entre los conejos salvajes y los domésticos.

“Observamos tres diferencias entre los cerebros de los conejos domésticos y salvajes”, dijo Irene Brusini, autora principal del estudio y estudiante de doctorado del KTH Royal Institute of Technology en Estocolmo para el sitio web Phys.org.

“En primer lugar, los conejos salvajes tienen una mayor relación entre el tamaño del cerebro y el cuerpo que los conejos domésticos. En segundo lugar, los conejos domésticos tienen una amígdala más pequeña y una corteza prefrontal medial más grande. En tercer lugar, notamos una estructura de la sustancia blanca más pequeña en los conejos domésticos”.

De acuerdo con el coautor del estudio, Mats Fredrikson, profesor de la Universidad de Uppsala y el Instituto Karolinska:

“En la morfología del cerebro estas diferencias tienen mucho sentido ya que, en comparación con los conejos salvajes, los conejos domésticos son menos temerosos y tienen una respuesta de huida más lenta. Nuestros resultados demuestran que existe un área involucrada en la detección del miedo (la amígdala) que es más pequeña, mientras que un área que controla la respuesta al miedo (la corteza prefrontal medial) es más grande en los conejos domésticos.

La cantidad de materia blanca sugiere que el procesamiento de información de los conejos domésticos no funciona de forma correcta, lo que podría explicar por qué reaccionan más lento y son más tranquilos que sus contrapartes salvajes”.

En especial, los escaneos demostraron que, en los ocho conejos domésticos, la amígdala era un 10 % más pequeña que en sus primos salvajes, y la corteza prefrontal medial, que es el área del cerebro que regula las respuestas al miedo, era 11 % más grande.

Aunque todavía existe la duda de si las diferencias cerebrales entre los conejos domésticos y salvajes son responsables de las diferencias en su comportamiento, Andersson cree que las disparidades tienen sentido según los datos. De manera interesante, dice que si los conejos de mascota regresan a la naturaleza, se producirá una especie de "domesticación inversa" y su comportamiento evolucionará en la dirección de sus primos salvajes.

“Tienen que sobrevivir y mantenerse alejados de los gatos, zorros y demás”, dice Andersson. “Se podría pensar que volverán a ser más cautelosos. Uno de los proyectos en los que nos enfocamos es si [en realidad] regresan al tipo salvaje en algunos de estos genes”.

El estudio realizado en 2018 sobre domesticación animal fue el primero en investigar los cambios en la morfología del cerebro entre animales domésticos y salvajes.

“Cuando iniciamos el estudio, nos preocupaba que cualquier cambio pudiera ser demasiado sutil para ser perceptible con la resonancia magnética; sin embargo, por suerte ese no fue el caso, ya que notamos cambios distintos”, dice Andersson. “Este estudio es importante para comprender el proceso para domesticar a un animal y entender que la variación en la morfología del cerebro puede afectar un comportamiento complejo como la respuesta al miedo”.

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Qué hacer si consideras tener a un conejo como mascota

Los conejos tienden a ser mascotas “iniciales” y una buena opción para las personas que nunca han tenido mascotas, incluyendo a los niños. Pero, estos amigos peludos en realidad requieren mucho cuidado y atención, tanto o más de lo que necesita un perro o un gato.

El hecho de que sean pequeños y tengan sus propios hábitats no significa que no requieran mucha atención o cuidado. Sin embargo, para las personas que están dispuestas a dedicar su tiempo y los recursos necesarios, los conejos son excelentes compañeros.

Si quieres adoptar un conejito, te animo a que investigues con anticipación, para saber qué hacer una vez que lleves a tu nueva mascota a casa. Una de las primeras cosas a considerar es que los conejos son criaturas sociales que tienden a ser más felices si tienen uno o dos amigos conejitos con los que puedan pasar el rato, así que piensa en adoptar una pareja.

Y para evitar entrar en el “negocio de los conejos”, trata de adoptar una pareja del mismo sexo o castrarlos al mismo tiempo. Además, asegúrate de consultar primero en tu refugio de animales local o grupo de rescate de conejos para ver si hay conejitos en adopción. Da clic aquí para descubrir más consejos y recomendaciones para cuidar de forma correcta a tu(s) conejo(s).

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