El riguroso programa de preadiestramiento canino con un noble propósito

adiestramiento de perros de asistencia

Historia en Breve

  • En un programa único en su género, dirigido por el Centro de Cognición Canina de la Universidad de Duke, los cachorros aspirantes a perros de asistencia acuden a la institución a lo largo de tres meses
  • Los estudiantes voluntarios para la crianza de cachorros conducen a sus aprendices peludos a través de una variedad de juegos cognitivos que fueron diseñados para facilitar la selección de los cachorros que cuentan con lo necesario para formar parte de la organización Canine Companions for Independence
  • Los voluntarios obtienen grandes beneficios de su experiencia con los cachorros
  • El programa tiene el objetivo de anticipar desde una edad temprana qué perros tendrán éxito y canalizar a aquellos que no lo tendrán para que los adopte una familia

En el otoño de 2019, a siete estudiantes muy jóvenes y peludos de Canine Companions for Independence (CCI) se les admitió en la Universidad de Duke. Los cachorros integraron el primer grupo del nuevo programa de cachorros para aspirantes a perros de asistencia del Centro de Cognición Canina de dicha institución.

El programa es parte de un estudio a largo plazo financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) y su objetivo es evaluar los efectos que tienen diferentes estrategias de crianza en el comportamiento y desarrollo cognitivo en el entrenamiento para ser perros de asistencia. Entre las ocho y veinte semanas de edad es el período más crítico para el desarrollo cerebral de los cachorros.

Solo la mitad de los cachorros en preadiestramiento para convertirse en perros de asistencia logran "graduarse"

El entrenamiento al que se someten los perros de asistencia les permite ayudar a niños y adultos con capacidades diferentes tanto físicas como mentales y tiene el objetivo de que su independencia y su confianza aumenten. Aprender a realizar diversas tareas, tales como abrir puertas, encender luces, recoger objetos que están fuera del alcance de su dueño y alertarlo respecto a sonidos de gran importancia, son parte del entrenamiento de los cachorros.

A pesar de lo anterior, se estima que solo la mitad de los cachorros que comienzan el programa logran completar el entrenamiento con éxito.

Brian Hare, profesor del Centro de Neurociencia Cognitiva de Duke y director del Centro de Cognición Canina de la misma universidad dijo en la publicación Duke Today que "Convertirse en un perro de asistencia es similar a ir a la universidad. Ingresar es complicado y no todos logran graduarse".

El programa para cachorros de Duke funciona como una especie de programa de iniciación temprana para que los cachorros tengan más posibilidades de éxito.

"El objetivo del proyecto es aumentar el número de perros de asistencia que logren graduarse y atender a una mayor cantidad de personas", aseguró Hare. “Para lograrlo, es necesario entender de qué manera criarlos. ¿Qué es lo que los cachorros necesitan experimentar a una edad temprana para tener éxito?".

La Dra. Brenda Kennedy, veterinaria y directora nacional de salud e investigación canina de Canine Companions concuerda:

"Queremos identificar aquellas características que van a tener relación con el éxito", dijo para Duke Today. "Esto nos ayudará a tomar decisiones de manera oportuna, lo que implica que tendremos la posibilidad de situar un número mayor de perros de asistencia y, así, ayudar a más personas con capacidades diferentes".

Los estudiantes que deciden criar cachorros también obtienen beneficios de esta experiencia

Los estudiantes voluntarios de Duke ayudaron a criar a los cachorros de diez a veinte semanas de edad. Los condujeron a través de diversos juegos cognitivos, es decir, pruebas de aptitud, que permitirían identificar a los cachorros con más probabilidades de convertirse en perros de asistencia.

El programa completó una fase piloto de un año antes de recibir fondos de los NIH para llevar a cabo el estudio de cinco años que inició el año pasado. Para la fase piloto, alrededor del 10 % del alumnado solicitó ser voluntario en el programa para cachorros. Se eligieron más de cien voluntarios y, al final del programa, el 95 % de ellos sintió que la experiencia tuvo un "efecto positivo en su bienestar mental".

"Tuvimos la necesidad de hacer una prueba ya que no sabíamos si funcionaría", dijo Hare. "Pero no esperábamos que tuviera resultados tan buenos. Nos enfocamos en los cachorros, nunca pensamos que se convertiría en algo tan importante para las personas que cuidan de ellos".

Los estudiantes informaron que ser voluntario en este programa es una herramienta extraordinaria para controlar el estrés. La estudiante de tercer año Anya Parks afirmó: "Aprender a cuidar de una criatura que es joven y pequeña te enseña acerca de tus propios valores y ha sido muy importante para mi salud mental".

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El objetivo es anticipar desde una edad temprana qué perros tendrán éxito

Ahora que el programa de cinco años está en marcha, cada semestre, un grupo de cachorros de ocho semanas será inscrito en Duke por un periodo de tres meses. Los estudiantes peludos vivirán en el campus con estudiantes voluntarios, se alojarán en sus dormitorios y asistirán al programa para cachorros, donde se someterán a un aproximado de catorce pruebas cognitivas cada dos semanas.

Al igual que en los cursos de agilidad, los cachorros aprenden a saltar, rodear o atravesar obstáculos y tomar decisiones sobre cómo resolver acertijos. Permanecerán en observación para identificar si esperan indicaciones de sus humanos o prefieren seguir sus instintos, si acuden a lo que recuerdan para enfrentar desafíos o buscan ayuda, al igual que si actúan por impulso inicial o hacen uso de información reciente.

Los investigadores evalúan la habilidad que tienen los cachorros en las áreas de autocontrol, resolución de problemas y comunicación con las personas, de esta manera, logran aprender la forma específica en que cada uno de ellos resuelve problemas.

"El programa no es una prueba de inteligencia", escribió Jane Brackman, Ph. D., para la publicación en línea Bark. “Tampoco es un examen de análisis de raza porque, aunque pertenezcan a la misma raza tienen diferentes personalidades. Por el contrario, el equipo de investigación busca separar a los pensadores independientes de los jugadores del equipo y a los generalistas de los especialistas. Están buscando pensadores cuyas habilidades para resolver problemas puedan asegurarles el éxito".

El objetivo del programa es facilitar a los adiestradores de perros de asistencia la predicción a una edad temprana del éxito que tendrán los perros, mucho antes de que ingresen al programa de dos años de Canine Companions (CCI). Esto permitirá que la organización CCI, canalice más recursos a los candidatos que resulten prometedores. Además de lo anterior, será posible que aquellos cachorros que no tengan aptitudes para convertirse en perros de asistencia sean reubicados, mucho antes, en la lista de familias que esperan adoptar.

Con el éxito del programa Duke, Hare espera ampliarlo a la comunidad en general. El Centro de Cognición Canina busca voluntarios locales con interés en criar compañeros caninos en sus hogares y llevarlos a la Universidad de Duke dos veces al mes.