Hace poco, en la revista Time se publicó un artículo titulado “Algunos anti-vaxxers no están vacunando a sus mascotas. Aquí la razón por la que eso es algo tan peligroso ".
¿Qué es un "anti-vaxxer"?
Este término se ha vuelto popular entre los defensores de las vacunas veterinarias para referirse a cualquier persona que no siga las directrices establecidas de vacunación de mascotas, así que al momento de leer este tipo de información es imposible saber cuántas personas se niegan a todo tipo de vacunas y cuántas rechazan las vacunas repetitivas o vacunas contra enfermedades que sus mascotas no corren el riesgo de contraer.
En otras palabras, a las personas cuyas mascotas recibieron las vacunas y refuerzos básicos recomendados para cachorros o gatitos al año de edad y ahora tienen sus mascotas bajo título de anticuerpos en lugar de ser revacunadas automáticamente, se les considera "anti-vaxxers", al igual que a las personas que se niegan por completo a cualquier tipo de vacuna, incluidas las vacunas para cachorros y gatitos.
También es popular entre los entusiastas de las vacunas citar los temores del autismo como la causa principal de la creciente renuencia de los dueños de mascotas a vacunar a sus compañeros animales y el autor del artículo de Time coincide con estas personas.
Dado que hasta la fecha no hay evidencia científica de casos de autismo en perros, la comunidad a favor de las vacunas parece usar este ejemplo particular para sugerir ignorancia por parte de los dueños de mascotas que están preocupados por las reacciones adversas de las vacunas o los efectos secundarios inmunológicos no estudiados y desconocidos producidos por la revacunación repetida.
Sin embargo, en mi experiencia, la mayoría de las personas que dudan en someter a sus mascotas a la vacunación repetida simplemente están preocupadas por la salud de su mascota a largo plazo. El autismo casi nunca es parte de la discusión.
Estas personas quieren que sus veterinarios les expliquen por qué sus animales necesitan ser vacunados una y otra vez para las mismas enfermedades, y si hay riesgos relacionados con aplicar vacunas adyuvantes a su mascota año tras año.
Los veterinarios que enfrentan estas preguntas pueden señalar las directrices de vacunación de la Asociación Americana de Hospitales de Animales (AAHA,) más recientes, pero esas directrices no abordan adecuadamente la duración de la inmunidad en las mascotas vacunadas. Por increíble que parezca, es un área de investigación que había sido prácticamente ignorada por la comunidad, hasta hace muy poco tiempo.
Pero, ¿adivina quién estableció las directrices iniciales para las vacunas veterinarias anuales hace décadas? Los fabricantes de vacunas, fueron ellos.
¿Qué tan grande realmente es el movimiento "Anti-Vaxxer" de los dueños de mascotas?
El artículo de Time cita algunas estadísticas de Reino Unido donde según el autor, el problema de los "anti-vaxxers" es "grave". Curiosamente, la razón principal dada por los dueños de mascotas para no vacunar a sus animales es "no es necesario".
En el caso de las vacunas de cachorros y gatitos, el enfoque de "no es necesario" puede ser erróneo y potencialmente mortal, en especial dentro de entornos de alto riesgo, como los de la ciudad, los refugios y las organizaciones de rescate. Sin embargo, en el caso de las mascotas que han sido inmunizadas apropiadamente cuando son cachorros y que reciben la prueba de títulos de anticuerpos en lugar de la revacunación, "no es necesario" es una respuesta completamente apropiada e inteligente.
Parece que el autor de Time tuvo problemas para desenterrar las estadísticas de los Estados Unidos sobre el movimiento "anti-vaxxer". De hecho, la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad a los Animales (ASPCA) le respondió en un correo electrónico:
“No tenemos conocimiento de estudios que hayan documentado un cambio en las tasas de vacunación en mascotas. El equipo de medicina comunitaria de ASPCA aplica decenas de miles de vacunas al año en perros y gatos bajo su resguardo, animales de rescate”.
Que yo sepa, en este país, no hay ningún movimiento "anti-vaxxer" por parte de los dueños de mascotas. Sin embargo, sí hay un número creciente de dueños de mascotas preocupados que se están oponiendo a la vacunación repetida según el calendario recomendado de uno o tres años, porque los veterinarios no pueden darles una respuesta satisfactoria de por qué las vacunas deben administrarse una y otra vez.
Durante las últimas décadas, el inmunólogo veterinario, el Dr. Ronald Schultz, ha realizado un excelente trabajo informando a los dueños de mascotas sobre cómo funcionan los sistemas inmunológicos de las mascotas.
Cada vez más dueños entienden que una vez que la mascota ha establecido una inmunidad protectora contra el virus, no se puede "reforzar" el sistema inmunológico de una mascota y lograr una protección adicional con más vacunas. Ahora que miles de dueños de mascotas entienden que más no es mejor, a los veterinarios les es cada vez más difícil justificar la repetición innecesaria.
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¿Por qué los veterinarios no están interesados en la prueba de títulos de anticuerpos para evitar la vacunación excesiva de las mascotas?
Según un artículo publicado en 2017 en American Veterinarian sobre el llamado movimiento anti-vacunación, parte del escepticismo acerca de las vacunas en mascotas "puede deberse al estilo de vida más holístico de las nuevas generaciones que se ha puesto de moda en las ciudades".
Un veterinario entrevistado para el artículo dijo que:
"En realidad es mucho más común en las áreas hipster. La verdad es que no sé cuál es el razonamiento, tal vez solo sienten que inyectar productos químicos en sus mascotas provocará problemas ".
Una pregunta mucho más importante es, ¿no deberían los veterinarios estar tan preocupados como los dueños de mascotas por inyectar repetidamente productos químicos innecesarios (adyuvantes) en las mascotas?
Una de las dueñas entrevistadas para el artículo de American Veterinarian está en contra de la vacunación excesiva de mascotas porque, según sus palabras, "las vacunas afectan el sistema inmunológico lo que permite la entrada de enfermedades".
La mujer tenía un perro joven que desarrolló una forma agresiva de cáncer cerebral poco después de recibir la vacuna y cree que se debió a que su sistema inmunológico se debilitó debido a la vacunación excesiva. Ella sigue siendo una gran defensora de la vacunación en los cachorros y perros jóvenes, pero no para todos los perros adultos.
Este es precisamente el tipo de dueño de mascota que mencioné anteriormente: ella cree en las vacunas básicas para cachorros, pero no en las vacunas repetitivas para perros adultos. Ella también entiende la importancia y el valor de las pruebas de títulos de anticuerpos como una alternativa a las "vacunas de refuerzo".
Las pruebas de títulos de anticuerpos son una forma efectiva de determinar si las vacunas anteriores aún brindan inmunidad contra enfermedades específicas y pueden ayudar a los veterinarios para crear protocolos de vacunas personalizados para cada mascota.
Después de todo, los veterinarios deben vacunarse contra la rabia, pero después de nuestras vacunas iniciales contra la rabia, recibimos el título de anticuerpos contra la rabia y no otra vacuna año tras año. ¿Esto hace que cada veterinario sea un "anti-vaxxer" o un hipócrita?
El objetivo debe ser inmunizar a las mascotas, no vacunarlas una y otra vez
El objetivo de la comunidad veterinaria convencional es fomentar las vacunas, aunque la palabra que usan es inmunización, no vacunación. Esta es una distinción muy importante. La vacunación y la inmunización no son lo mismo. La inmunización es el resultado de una vacunación efectiva contra la enfermedad y la exposición a una enfermedad de la cual el animal se recupera.
El hecho de administrar una vacuna no significa que el animal haya sido inmunizado contra la enfermedad, sin embargo, esa es la suposición. Ya que no me gusta asumir que una mascota está protegida contra enfermedades, prefiero realizar pruebas de título de anticuerpos unas pocas semanas después de la última ronda de vacunas de cachorros o gatitos para garantizar que se haya logrado la inmunidad.
Cuando un animal se vacuna con éxito contra ciertas enfermedades (por ejemplo, moquillo, parvo y adenovirus en perros) y se inmuniza, recibe lo que llamamos inmunidad estéril. La inmunidad estéril dura un mínimo de 7 a 9 años, hasta un máximo de inmunidad de por vida según las pruebas de títulos de anticuerpos.
Esto significa que el perro no puede infectarse, ni que eliminará el virus en caso de que esté expuesta. Dado que las enfermedades del moquillo, parvo y hepatitis (adenovirus) están en todas partes, el riesgo de exposición es constante.
Otros tipos de vacunas, por lo general, las vacunas no básicas (llamadas bacterianas) contra enfermedades derivadas de bacterias como la enfermedad de Lyme, la leptospirosis, la bordetella (tos de las perreras), la influenza canina (un virus, pero uno que muta constantemente, por lo que la vacuna no siempre es protectora) y otros, no producen inmunidad estéril.
Estas vacunas duran un año como máximo y los niveles de anticuerpos contra estas enfermedades (medidos por las pruebas de títulos de anticuerpos) disminuyen con cada año que pasa, lo que significa que la protección de por vida es cuestionable (similar a las vacunas contra el tétanos en humanos).
Prefiero realizar pruebas de títulos de anticuerpos IFA (anticuerpo de inmunofluorescencia) para parvo y moquillo porque dan una respuesta clara, ya sea "sí, el animal está protegido" o "no, el animal no está protegido". Debido a que la mayoría de las escuelas de veterinaria aún no están educando adecuadamente a sus estudiantes sobre la interpretación de las pruebas de títulos de anticuerpos, esto elimina cualquier duda sobre si la mascota está protegida o no.
La serología y otros métodos de prueba pueden ser confusos para los dueños y veterinarios, por igual. Por ejemplo, un bajo puntaje de serología no significa que la mascota no esté protegida contra enfermedades. Es posible que un animal pueda estar protegido hasta por un año o más gracias a las células de memoria inmunológica.
Para fines de comparación, las vacunas veterinarias básicas son similares a las vacunas contra la polio humana y MMR (sarampión, paperas, rubéola) que brindan inmunidad de por vida. Las vacunas veterinarias no básicas se pueden comparar con la vacuna contra el tétanos humano, que también es bacteriana y es posible que no dure toda la vida.
Cómo jugar de forma segura e inteligente con respecto a las vacunas de tu mascota
Habla con tu veterinario sobre qué tipo de vacunas necesita tu mascota y con qué frecuencia. Te recomiendo encarecidamente que intentes encontrar un veterinario integrador para cuidar a tu mascota, especialmente cuando se trata de vacunas.
Si no puedes encontrar uno en tu área, asegúrate de no llevar a tu mascota a ningún lugar en el que promuevan las vacunaciones anuales o excesivas. También intenta evitar cualquier servicio de internado, estilista, centro de entrenamiento u otro servicio para animales, en el que te exijan vacunar a tu mascota más de lo necesario. En su lugar, busca proveedores de cuidado de mascotas que acepten pruebas de anticuerpos en lugar de la prueba de vacunación.
Asegúrate de que cada vacuna que recibe tu mascota cumpla con los siguientes criterios:
- ¡Tu mascota está sana! Los animales deben estar sanos para recibir vacunas, así que si tu mascota tiene alergias, problemas endocrinos, disfunción de órganos, cáncer (o es un sobreviviente de cáncer) u otro problema médico, NO es un candidato para recibir vacunas.
- Es para una enfermedad potencialmente mortal (esto elimina casi de inmediato, a la mayoría en la lista).
- Tu mascota tiene probabilidades de estar expuesta a la enfermedad.
- La vacuna se considera efectiva y segura (la mayoría no lo es, especialmente las bacterianas).
- No vacunes a una mascota que haya tenido una reacción previa a alguna vacuna de cualquier tipo.
- Si vacunas a tu mascota, pídele a tu veterinario integrador que te proporcione una desintoxicación homeopática de vacunas como Thuja (una opción común para todas las vacunas, excepto la rabia).
Las vacunas contra la rabia son obligatorias por ley, pero insiste en la vacuna cada 3 años, en lugar de la vacuna cada año y pídele a tu veterinario el desintoxicador de vacunas contra la rabia, Lyssin. Si tu mascota es joven, pide que le administren la vacuna contra la rabia después de los 4 meses de edad, de preferencia cerca de los 6 meses, para reducir el riesgo de una reacción adversa. Las mascotas enfermas, incluidas las que tienen cáncer, nunca deben vacunarse contra la rabia.