Cómo entrenar a tu perro para que no salte sobre las personas

como evitar que tu perro salte sobre las personas

Historia en Breve

  • Saltar sobre las personas es un comportamiento canino inapropiado que lamentablemente es bastante fácil de reforzar a través del entrenamiento
  • Los métodos de entrenamiento basados en castigos son poco efectivos y posiblemente dañinos, si se usa el castigo de manera incorrecta, esto puede desembocar en un perro ansioso, temeroso e incluso agresivo
  • En el mejor de los casos, las tácticas con castigos solo les enseñan lo que no deben hacer. Mientras que, el entrenamiento de refuerzo positivo les enseña un comportamiento alternativo aceptable, para mejorar su conducta
  • Si tu perro salta sobre las personas, es importante enseñarle a que se comporte bien
  • Si ya te desesperaste y crees que está fuera de tu alcance, te recomiendo encarecidamente que busques la ayuda de un profesional capacitado en métodos de entrenamiento de refuerzo positivo

Los perros que saltan sobre las personas muestran una mala conducta, que es molesta, posiblemente peligrosa y, desafortunadamente, bastante común. De hecho, es tan común que se siente como una reacción canina natural a la emoción de saludar a un ser humano favorito ¡o a un humano que ofrece golosinas!

La persona a la que se le subió es a menudo reacia a corregir el comportamiento, en especial si el perro es pequeño, ya que... ¡es agradable recibir una bienvenida tan alegre y generosa! Sin embargo, el no disuadirlo puede tener consecuencias inesperadas, que son difíciles de predecir cuándo miras su carita feliz y confundida.

Por lo general, los expertos concuerdan en que el comportamiento de un perro casi siempre está relacionado con algo que su dueño, cuidador o adiestrador hizo o no hizo en algún momento de su vida. Hay tres comportamientos en particular que la mayoría de los padres de perros no toman en cuenta, pero que pueden reforzar su comportamiento de manera involuntaria: mendigar, tirar de la correa y saltar sobre las personas.

Estos comportamientos han confundido a los dueños de mascotas y parecen casi imposibles de evitar, tal vez porque en realidad es más fácil alentarlos de manera inconsciente en lugar de entrenarlos para que no los realicen y una vez entrenados, también es fácil deshacer tu arduo trabajo.

Por qué el castigo nunca es el enfoque correcto

Creo que uno de los conceptos más difíciles de entender para los padres de perros cuando se trata de entrenarlos es que el castigo por lo general es ineficaz y a menudo contraproducente. En otras palabras, puedes empeorar el comportamiento de tu perro al castigarlo. Como explica la conductista veterinaria Dra. Valarie Tynes:

“Cuando el castigo se usa de manera incorrecta, parecerá impredecible y confuso, por lo que muchas mascotas se ponen ansiosas o temerosas cuando el dueño los castiga. Cuando se usa el castigo para entrenar a un animal que ya está asustado o ansioso, es probable que el miedo y la ansiedad empeoren y lo lleven a la agresión”.

Según Tynes, se deben cumplir tres reglas importantes para que el castigo (corrección) sea efectivo:

  1. Debe ocurrir cada vez que no se comporte bien
  2. Debe administrarse dentro de uno o dos segundos después del comportamiento inapropiado
  3. Debe ser lo suficientemente fuerte como para evitar que repita el comportamiento indeseado, pero no tanto como para asustarlo

A menos que esté atado físicamente a ti, por ejemplo: que lo tengas con una correa atada a ti, será muy difícil estar ahí cuando se comporte mal y corregirlo inmediatamente después de su travesura.

Además, en mi experiencia, es muy raro quien puede aplicar el castigo "idóneo", para entrenar a un perro y que no repita el comportamiento sin asustarlo o, por el contrario, a enseñarle a ignorar las órdenes verbales.

En otras palabras, es fácil aplicar un castigo incorrecto. Si permites que la ira entre en la ecuación, puede resultar en daños físicos y emocionales para tu perro. La otra cara de la moneda es el castigo que es tan vago y evasivo que el perro aprende a simplemente ignorarte.

Como señala Tynes:

“Cumplir con estos tres criterios es difícil. Es por eso que el castigo a menudo no resuelve los problemas de conducta y no debería ser el primer método de entrenamiento que se elija. El entrenamiento de refuerzo positivo, en el que se le recompensa por comportamientos apropiados, es más seguro y efectivo”.

Estoy de acuerdo y concuerdo con la importancia del entrenamiento de comportamiento de refuerzo positivo, no solo para ayudar a tu perro a convertirse en un buen ciudadano canino, sino también para preservar y proteger la confianza y el vínculo cercano y precioso que comparten.

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El castigo puede ser contraproducente con un perro que salta

Tynes da el ejemplo de un perro que saluda a la gente a través de un salto y la respuesta del dueño es darle un rodillazo en el pecho o patearlo. Como resultado, el perro aprende a evitar al dueño porque las patadas le dan miedo. Sin embargo, continúa saltando sobre todos los demás.

“A muchos perros les motiva acercarse a las caras de las personas para saludarlos”, explica Tynes. “Por lo general, dar un rodillazo o patear a un perro así, no evitará que deje de saludar así a las personas”.

Esta información te ayuda a comprender cuál es la motivación de tu perro por "saltar". Así como algunas personas saludan a todos los que conocen con un gran abrazo y un beso, ¡también los perros lo hacen!

Dado que no todas las personas con las que se encuentra el perro responden a su comportamiento con un rodillazo o una patada (¡por suerte!), el castigo que recibe es intermitente y por lo tanto ineficaz. Además, hay perros que no perciben los castigos como tal, sino que más bien se convierten en refuerzos pues reciben atención, aunque sea negativa.

Darle un rodillazo o, peor aún, patearle como una forma de castigo (o simplemente para mantenerlo alejado de ti) no le enseña un comportamiento más aceptable para cambiar. Además, el usar la rodilla o el pie puede causarle lesiones a ambos (a ti y tu mascota). Y también está el problema de reforzar involuntariamente el mal comportamiento porque le prestas atención cuando salta.

Cómo moderar los saltos

Es necesario motivar a tu perro a que modifique los "saltos al saludar". Tynes sugiere enseñarle a sentarse para saludar a todas las personas. Sentarse se convierte en el comportamiento alternativo que se recompensa con caricias o premios.

Mientras le enseñas a sentarse para saludar, es importante que dejes de reaccionar cuando salte sobre ti. Dale la espalda, párate derecho e ignóralo. Así, no recibe la atención que busca y le envía el mensaje de que no estás satisfecho con su eufórica rutina de saltos.

El objetivo del entrenamiento de comportamiento de refuerzo positivo es usar golosinas pequeñas (del tamaño de un chícharo, incluso si le gustan, puedes usarlos congelados) elogios verbales y afecto, para fomentar los comportamientos deseados.

  1. Piensa en comandos breves, preferiblemente de una palabra, para los comportamientos que deseas enseñarle. Algunos ejemplos son: "ven, siéntate, quédate, abajo, puntas, acuéstate, etcétera". Asegúrate de que todos los miembros de tu familia usen de manera regular exactamente el mismo comando para cada comportamiento.
  2. Tan pronto como realice el comportamiento deseado, recompénsalo inmediatamente con un premio y un elogio verbal. Hazlo cada vez que responda bien a una orden. Quieres que relacione el comportamiento que realizó con la golosina. Esto, por supuesto, significa que al principio tendrás que llevar golosinas siempre que le des órdenes a tu perro.
  3. Mantén las sesiones de entrenamiento cortas y divertidas. Quieres que tu perro asocie las cosas buenas con la obediencia a tus órdenes. Entonces utiliza el tiempo de entrenamiento como una oportunidad para profundizar el vínculo con tu mascota.
  4. De manera gradual, retira las golosinas y utilízalas solo de manera intermitente una vez que haya aprendido un nuevo comportamiento. Con el paso del tiempo ya no serán necesarias, pero siempre debes recompensarlo con elogios verbales cada vez que obedece una orden.
  5. Continúa usando el refuerzo positivo, para mantener los comportamientos que deseas. El entrenamiento basado en recompensas ayuda a crear una variedad de comportamientos deseables en tu mascota, lo que genera sentimientos mutuos de confianza y seguridad.

No importa lo que intentes enseñarle a hacer o no hacer, la constancia es la clave del éxito. Si tú no te concentras durante el entrenamiento, en un instante se puedes echar a perder semanas o incluso meses de entrenamiento.

Si tu perro salta o tiene otros comportamientos indeseables y no estás seguro de poder manejarlo por tu cuenta, habla con un adiestrador o un veterinario conductista. También hay directorios de profesionales caninos acreditados en los siguientes sitios: