Noticias de última hora: ¡A los perros les encantan los huesos! Bueno, no es realmente una noticia nueva para nadie. Es un hecho que masticar es el pasatiempo favorito de las razas Canis lupus familiaris. Incluso si un perro con pocos o ningún diente tiene la oportunidad de hacerlo, roería un hueso. La naturaleza de los perros es explorar su entorno a través de su hocico, al recoger objetos para saber cómo se sienten y cómo saben y así deciden si pueden masticarlos.
Tres razones por las que los perros mastican
1. ¡Les provoca mucha satisfacción! El Dr. Stanley Coren, quien es experto en comportamiento canino, escribió lo siguiente: "Me siento a ver a uno de mis perros cuando mastica o roe un hueso de chambarete de res y me pregunto qué tan placentera es esa actividad para él. Ya que al parecer no existe otra manera mejor de calmarlos que roer un hueso".
2. Ayuda a combatir la ansiedad y el estrés. La ansiedad y el estrés son también sensaciones que los seres humanos mitigan mordiéndose las uñas. Puede llegar a ser una actividad inconsciente, hasta que ya es tarde para salvar tu manicura. Para los perros el masticar algo tiene un efecto similar. Los perros que carecen de estimulación física o mental tienden a hacerlo más, comparados con otros.
3. Es bueno para los dientes, las encías y los músculos de la mandíbula. Los perros adultos mastican para limpiar los dientes, masajear las mandíbulas y ejercitar los poderosos músculos de la mandíbula. Los cachorros y perros jóvenes, que aún están en el periodo de dentición, a menudo mastican para aliviar el dolor o la picazón.
Por qué es bueno fomentar que mastiquen de manera apropiada
Se les puede enseñar a que mastiquen ciertos objetos que serán los idóneos. Ya que los cachorros y los perros tienen la tendencia a masticar y lo harán con o sin tu permiso; la mejor manera de conservar tus posesiones y tu calma, es asegurarte de que tu amigo canino tenga muchas opciones ideales para masticar.
Además, "los proyectos de masticación" pueden ayudarle a aprender a estar solo. Los cachorros y los adultos a quienes les dan un espacio o tiempo para masticar algún juguete con relleno o crudo, o algún hueso con carne para que pase tiempo a solas, por lo general tienen menos probabilidades de desarrollar ansiedad por separación.
Los huesos crudos son una excelente manera de crearles un hábito paulatino junto con el entrenamiento de jaula, especialmente si tu perro se estresa cuando está en lugares cerrados. Yo siempre recomiendo que supervises a tu perro y lo que mastique o roe, sin importar si es un hueso crudo recreativo. Es importante ofrecerle premios con relleno cuando lo dejes solo.
Tipos de objetos masticables para perros
Objetos de cuero sin curtir. Comencemos por los más antiguos en el mercado. Un nombre más exacto sería cuero crudo, aunque la piel no está del todo cruda. Estos se encuentran entre mis menos favoritos. No solo tienen un alto contenido de calorías, sino que se consideran tóxicos para las mascotas y también acarrean otros problemas. |
Orejas de cerdo. Son muy populares yson procesadas de manera industrial; no obstante, me preocupan ya que comúnmente las orejas son usadas para implantes de hormonas.
Si compras orejas de cerdo, tu perro está consumiendo una cantidad anormal, elevada y concentrada de residuos hormonales, que a la larga podría afectar su salud. Si te es posible, consigue orejas de animales criados en granjas orgánicas y podrás evitar dicho problema. |
Machitos, trompas, patas de pollo y orejas de conejo. Estas partes se han vuelto muy populares por ser masticables, incluso los machitos (los cuales son penes, en caso de que te lo hayas preguntado), así como, las trompas de cerdo, patas de pollo y orejas de conejo. Este tipo de partes masticables pueden ser peligrosas y podrían asfixiar a las mascotas, así que es importante supervisarlos. Yo sujeto una orilla con unas pinzas de presión, para asegurarme de que mis perros no se lo traguen de un solo bocado. |
Tendones masticables. Estos vienen en varias medidas y densidades, muchos perros los adoran. Al igual que los que vienen crudos, los tendones masticables pueden ser muy suaves y manejables a medida que tu perro los mastica. Debido a que son fibrosos y algunos son muy pequeños, largos y delgados, podrían asfixiar a la mayoría de perros.
Estos objetos masticables provienen de una variedad de diferentes fuentes animales, pero los pequeños representan un riesgo, incluso para el perro más pequeño. Recomiendo comprar los tendones más largos y cuando ya tengan una longitud de 5 centímetros o menos, retíraselos del hocico, ponles unas pinzas de presión a esos sobrantes o deséchalos.
Si te es posible te recomiendo comprar tendones masticables de tiendas independientes para mascotas, ya que usan buenos productos que no representan un riesgo. Deben de estar etiquetados para saber su proveniencia y si tienen conservadores añadidos. |
Masticables que pueden consumirse. Algunos de los más novedosos en el mercado no contienen partes de animales. Las opciones saludables están hechas de miel, queso, tapioca de grado alimenticio, papas o verduras comprimidas.
Para las mascotas que ya tengan algún tratamiento odontológico, estomatitis o que sean engullidores (perros que no mastican y que tragan lo antes posible) estas son opciones ideales. Estos objetos masticables están diseñados para consumirse en su totalidad.
Si lo que buscas es entrenar a tu perro para que no se coma muy rápido el objeto masticable, puedes sostenerlo por un extremo mientras él mastica el otro. Y si muerde un trozo pequeño, no hay ningún peligro si se lo traga. No recomiendo ofrecer estos objetos a los perros que son engullidores sin que una persona sostenga el otro extremo, porque buscarán comérselos enteros, lo que es un peligro de asfixia y bloqueo gastrointestinal (GI).
En el mercado existen algunos huesos dentales comestibles que contienen ingredientes dudosos. Por lo general los venden en los grandes almacenes. Lee con atención las etiquetas.
Los ‘Himalayan chews’ son de leche de yak (un tipo de queso) y los secan al sol para que sean muy duros. Este producto es de los más exclusivos hoy en día en el mercado y es una buena opción para los perros que no pueden consumir ciertos tipos de proteína. También hay otros tipos de huesos comestibles cuya base es vegetal y es apropiada para los animales con estómago delicado. |
Masticables sintéticos. Hay una gran variedad de estos que son de nailon y que tienen saborizantes artificiales, los encuentras en los grandes almacenes. No son mis favoritos. ¡Es evidente que ofrecer materiales sintéticos no es la opción más saludable para tu mascota!
Estos masticables se fabrican en otros países y a pesar de que he contactado a las empresas que los fabrican en repetidas ocasiones, ninguna comparte los resultados de los análisis químicos o de los contaminantes que usan. No hay razón para consumir masticables sintéticos si ya hay opciones naturales y disponibles. |
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Huesos crudos recreativos
Si estás en casa con tu perro y puedes supervisarlo, una opción saludable es un hueso crudo, ya que es la manera más natural de satisfacer su instinto de masticar y disminuir la placa y el sarro, el cual, de acuerdo con un estudio, puede reducirse en un 85 % en tan solo tres semanas. Pero hazlo solo si puedes supervisarlo.
Existe una manera de ofrecer huesos recreativos a la mayoría de los perros (no a todos) si sigues dos reglas cruciales.
- Los huesos deben ser crudos y del tamaño apropiado, los encuentras en la sección de carnes frías
- Debes tener en cuenta que al "supervisarlo" no debes de perderlo de vista para nada
Sus predecesores y ancestros sin domesticar comían huesos de manera regular, por lo que, por naturaleza tu mascota requiere de nutrientes que se encuentran en la médula ósea y los huesos. Debido a su delicioso sabor, porque es un estimulante mental y un excelente ejercicio para los músculos de su mandíbula, a los perros les fascina roer huesos crudos.
Hay dos tipos de huesos crudos: comestibles y recreativos. Los huesos crudos comestibles son los huesos ligeros de aves, por lo general son alitas y pescuezos de pollo y pavo.
Son suaves, flexibles, no contienen tuétano y pueden molerse fácilmente en una trituradora para carne. Estos huesos proporcionan calcio, fósforo y oligoelementos que podrían ser una parte esencial de la alimentación balanceada y cruda de tu perro. Los huesos comestibles se mastican y se tragan en su totalidad.
Los huesos crudos suelen ser trozos grandes de fémur de res, alce, venado o bisonte que contienen tuétano en el centro del hueso. Encontrarás huesos recreativos crudos en la sección de los congeladores de las tiendas de mascotas o en una carnicería local. Aunque el tuétano es una fuente importante de calorías, estos huesos no tienen suficientes minerales para los perros y son solo para roer.
Cuando tu perro mastica un hueso recreativo crudo, especialmente uno carnoso, con cartílago y tejido blando aún adherido, sus dientes obtienen el equivalente a un buen cepillado y uso de hilo dental, ya que se produce una abrasión mecánica sustancial durante el proceso de roer. Esto ayuda a destruir el sarro y disminuir el riesgo de una enfermedad en las encías.
10 reglas para ofrecerle huesos crudos recreativos a tu perro
1. Compra huesos crudos congelados y almacénalos en el congelador. Deben ser huesos sin blanquear, hervir, cocinar ni hornear. Puedes conseguirlos en una carnicería local o en un aparador de carne del supermercado (a veces los conocen como huesos para caldo).
Cuando llegues a casa almacénalos en el congelador y descongela uno por uno antes de ofrecérselo a tu perro. No recomiendo los huesos que no están congelados, porque duran muy poco.
2. Evita los huesos que podrían astillarse. No elijas huesos que estén cortados a lo largo, como los huesos de las patas. Los huesos cortados tienen más probabilidades de astillarse y ocasionarle problemas en el hocico. Evita ofrecerle huesos de puerco, cordero o los huesos de las costillas si mastica de manera agresiva, ya que son los que se astillan más.
3. Procura que el tamaño del hueso coincida con el tamaño de su cabeza. Los huesos muy pequeños podrían asfixiarlo y ocasionar lesiones bucales.
4. No le ofrezcas huesos a los perros "engullidores" (que tragan sin masticar). No le ofrezcas un hueso recreativo a un perro que tiende a engullir todo o que casi no mastica. Si hace esto, quítale las piezas antes de que las trague.
Los perros que tratan de comerse el tuétano en una bocanada no son buenos candidatos para estos huesos, ya que no son capaces de distinguir entre un hueso comestible y uno recreativo. Cuando haya roído demasiado el hueso, debes quitárselo. No permitas que tu perro lo mastique hasta convertirlo en un trozo pequeño que pueda tragar.
5. Si mastica de manera eufórica ofrécele huesos después de comer. Sobre todo si mastica de manera desenfrenada. Los perros hambrientos (o los perros que rara vez se les ofrecen huesos) tienen más probabilidades de tragarse un hueso entero, o partirlo y tragar trozos grandes. Esto incrementar el riesgo de obstrucción del tracto digestivo.
6. Si se pone agresivo al masticar no le ofrezcas huesos recreativos. Es importante estar al pendiente en caso que ponga agresivo al masticar, ya que pueden fisurar o fracturar sus dientes con los huesos crudos; así que, si tiene ya alguna restauración dental o coronilla, no le ofrezcas huesos recreativos. Los dentistas veterinarios tienen muchos clientes y los casos que atienden son de perros que mastican de manera agresiva y tuvieron que llevarlos a atención odontológica, que es bastante costosa.
Los huesos comestibles (enteros o molidos) pueden ser una buena alternativa para los masticadores agresivos, en vez de los huesos crudos recreativos. Elije huesos ligeros, como alas y no las patas. Si te preocupa que tu perro mastique huesos comestibles o se los trague enteros, puedes usar unas pinzas de presión o alguna herramienta similar y colocarlas en un extremo, lo que obligará a tu cachorro a masticar trozos pequeños.
De igual manera, algunas personas utilizan un martillo para fracturar los huesos antes de ofrecérselos, lo que minimizará el riesgo de que los traguen enteros.
7. Siempre supervisa a un perro con un hueso. Evita que se vaya solo a una esquina y que esté sin supervisión. Debes tener la capacidad de reaccionar de inmediato en caso de que comience a ahogarse, en caso de que se haya tragado un trozo, o si notas sangre en el hueso o alrededor de su hocico. Cuando lo supervisas también sabrás cuándo ha masticado la parte dura y frágil de un hueso, que puede aumentar la posibilidad de que genere astillas.
8. En hogares con varios perros lo mejor es separarlos cuando les ofrezcas huesos recreativos. Esta regla aplica si cuidas a un perro o si vive contigo, los huesos recreativos hacen que emerja su instinto guardián, así sea un perro amigable. Después de todo, ¡los huesos son lo más delicioso para ellos y no los van a compartir! Recoge todos los huesos después de que haya terminado.
9. El tuétano no es para todos los perros. El hueso con tuétano tiene grasa y tiene más calorías. Los perros con pancreatitis no deben ingerir tuétano.
El tuétano puede ocasionarles diarrea si su estómago es sensible. Así que sugiero sacar el tuétano con una cuchara hasta que el tracto gastrointestinal de tu perro se haya adaptado a este. Si tu perro tiene problemas de sobrepeso o no puede ingerir cosas con grasa, otra alternativa es ofrecerle huesos sin tuétano. Puedes reemplazar el tuétano por calabaza y congelar los huesos de nuevo.
10. Ofrécele los huesos en espacios abiertos o superficies fáciles de limpiar. Los huesos crudos ensucian cuando tu perro los roe. Es por eso que muchas personas los ofrecen al aire libre o en una superficie que se pueda limpiar de manera sencilla con agua caliente y jabón.