Cómo reaccionar cuando un perro se asfixia

Signos de que un perro se está asfixiando

Historia en Breve

  • La tos es el signo de asfixia más común, aunque también es posible que el perro babee en exceso, se rasque el hocico, frote su cara contra el suelo, y presente náuseas y arcadas
  • Si tu mascota se está asfixiando, debes conservar la calma y revisar su boca; si logras ver un objeto extraño, sácalo con cuidado para no lastimarla
  • Si se trata de un objeto grande, intenta empujarlo hacia adelante con los pulgares debajo de la mandíbula, cerca de la base de la garganta
  • En caso de que esto no funcione, recurre a la maniobra de Heimlich y, si no ves una mejoría rápida, debes llevar a tu mascota a una clínica de emergencias de inmediato
  • Es fundamental que tu mascota reciba atención veterinaria después de un episodio de asfixia, ya que podría sufrir algunas secuelas, como mordeduras en la lengua o la boca, o lesiones en la garganta y el pecho a causa de la maniobra de Heimlich

Si sabes de antemano qué medidas debes tomar en caso de que tu perro se asfixie, podrías salvarle la vida. Aunque no es común que los perros se asfixien, cualquier objeto que sea más pequeño que la tráquea o la parte posterior de su garganta puede representar un peligro de asfixia si se queda atorado.

Algunos de los riesgos más comunes de asfixia incluyen juguetes, sobre todo las pelotas pequeñas, los masticables de cuero crudo, los huesos y las astas de alce. Los palos y las piedras también pueden quedarse atorados en la garganta de tu perro.

La tos es el signo de asfixia más común, así que, si tu perro comienza a toser después de interactuar con una pelota, un juguete masticable o cuero crudo, es muy probable que se esté asfixiando. También es posible que babee en exceso, se rasque el hocico, frote su cara contra el suelo, y presente náuseas y arcadas.

Otras señales de asfixia podrían ser gemidos agudos o sonidos sibilantes, dificultad para respirar, o incluso, colapso.

Cómo ayudar a un perro cuando se asfixia

Si tu mascota se asfixia, lo primero que debes hacer es mantener la calma. Revisa su boca de inmediato y, si logras ver un objeto extraño, sácalo con cuidado para no lastimarla. Si se trata de un objeto grande, intenta empujarlo hacia adelante con los pulgares debajo de la mandíbula, cerca de la base de la garganta.

En caso de que esto no funcione, considera recurrir a la maniobra de Heimlich para retirar el objeto tal como se muestra en el video anterior. Los pasos son:

  1. Acomoda a tu perro de manera que puedas acceder a su diafragma, ya sea de pie o acostado de lado
  2. Rodea su abdomen con tus brazos
  3. Aplica presión debajo de la caja torácica con la palma de la mano
  4. Empuja hacia adentro y hacia arriba de forma vigorosa
  5. Repite cinco veces hasta eliminar la obstrucción
  6. Revisa su boca y retira el objeto

En caso de que esté inconsciente, acuéstalo de lado para realizar la maniobra. Si tu amigo peludo es pequeño (o si se trata de un gato), levántala, colócala de espaldas hacia ti e inclina su cuerpo hacia abajo con delicadeza. Dale golpecitos rápidos en su vientre hacia delante y hacia arriba. También puedes sujetarlo contra tu pecho mientras empujas hacia arriba.

En caso de que la maniobra de Heimlich no funcione, o si se te dificulta realizarla debido a la ansiedad o al tamaño de tu perro, llévalo a un hospital veterinario de emergencias cuanto antes. De igual manera, intenta recurrir a la Resucitación Cardiopulmonar (RCP) si es necesario. Los cuidadores de mascotas que así lo deseen, pueden certificarse en RCP para mascotas aquí.

En muchos casos, lo mejor es buscar atención veterinaria de inmediato y es imperativo si la maniobra de Heimlich no funciona. El Dr. Tristan Daugherty-Leiter, especialista en medicina y cirugía de emergencia, comentó para Yahoo Life: “les digo a los dueños que eviten perder tiempo valioso si no consiguen un progreso inmediato. La condición de la mascota puede deteriorarse muy pronto una vez que las vías respiratorias se ven comprometidas".

Y debes buscar atención veterinaria siempre que se asfixie, aunque logres sacar el objeto en casa. "Es imperativo recibir atención veterinaria lo antes posible", agregó Daugherty-Leiter. "Las repercusiones de un episodio de asfixia pueden ser tan graves como el episodio en sí". Algunas de las lesiones que podría sufrir son mordeduras en la lengua o la boca, y daño a la garganta y el pecho a causa de la maniobra de Heimlich. Sería de gran ayuda realizar una broncoscopia para comprobar si su garganta sufrió alguna lesión.

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Lo ideal siempre será la prevención

La mejor manera de proteger a tu mascota es eliminar los riesgos de asfixia de tu hogar. En primer lugar, asegúrate de que los juguetes sean del tamaño apropiado para tu perro. Daugherty-Leiter comentó a Yahoo Life:

"Cuando juegues con tu perro, evita usar una pelota que pueda obstruir sus vías respiratorias. Por ejemplo, una pelota de ráquetbol no es apropiada para un labrador. La razón es la misma por la que no puedes darle uvas enteras a un niño pequeño. En ocasiones, los dueños asumen que un perro "sabrá" masticar algo sin tragarlo, sin embargo, tal vez no sea el caso de muchas mascotas. Las medidas de prevención, aunque parezcan pequeñas, pueden ser de gran ayuda".

Algunos fabricantes de juguetes tienen tablas de medidas para determinar las dimensiones apropiadas de la pelota o el masticable para tu mascota, pero, en términos generales, procura que el tamaño le resulte cómodo y que no sea tan pequeño como para que pueda tragárselo. Es fundamental que deseches cualquier juguete que se haya deteriorado o que se pueda romper con facilidad.

Los huesos y los masticables también son riesgos importantes de asfixia. Es necesario que tengan un tamaño que impida consumirlos o tragarlos (de manera intencional o involuntaria), y que supervises al momento de morderlos para comprobar que no se fragmenten.

Los perros de tamaño prominente no deben usar masticables ni huesos recreativos que sean pequeños. A muchos perros les gustan los huesos crudos, así que si quieres darle uno a tu amigo peludo, debes procurar que tenga el mismo tamaño que su cabeza. Algunas veces, los huesos o cualquier masticable a base de alimentos representan un riesgo de asfixia debido a la personalidad del canino y, en esos casos, es mejor evitarlos.

Los premios también pueden atorarse en la garganta si su tamaño es muy grande, en especial si no son de buena calidad y existe el riesgo de tragarlos sin masticarlos. Procura cortar los premios en trozos muy pequeños, que sean del tamaño de un bocado, y presta especial atención a los alimentos duros como manzanas y algunos vegetales. Antes de darle alguna fruta, asegúrate de quitarle los huesos y las semillas grandes.

Si tu perro tiene el hábito de consumir objetos extraños, como piedras, que representan un riesgo evidente de asfixia, tal vez sea necesario someterlo a terapia conductual, así como fomentar el ejercicio regular y la estimulación mental para disuadirlo de consumir artículos no comestibles o de cualquier tipo. Por fortuna, darse a la tarea de eliminar estos riesgos de asfixia comunes impide que la mayoría de los perros (y sus cuidadores) experimenten esta terrible emergencia veterinaria.

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