Existen muchas causas de pancreatitis canina (inflamación del páncreas), pero una de las más comunes es consumir muchos alimentos ricos en grasas. (Imagínate un pavo recién cocinado, listo para comer, que un perro ingenioso saca del horno mientras su humano está de espaldas).
Este comportamiento puede resultar en un caso de pancreatitis aguda en el perro, y se trata de una afección seria. En humanos, la enfermedad es fatal en 5 a 15% de los casos. En los perros, es aún más peligroso, ya que del 27 % al 58 % de los pacientes no sobreviven.
Un páncreas inflamado no puede realizar sus funciones, que incluyen secretar insulina para equilibrar los niveles de azúcar en la sangre y producir enzimas digestivas como la amilasa, la lipasa y la proteasa, que son necesarias para digerir y absorber los nutrientes.
El daño severo al páncreas puede causar una reacción inflamatoria masiva conocida como síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS, por sus siglas en inglés), que se caracteriza por una mayor permeabilidad capilar, fiebre, frecuencia cardíaca rápida, disminución de la presión arterial e insuficiencia orgánica múltiple.
Además, como resultado de un proceso llamado autodigestión, los perros pueden desarrollar pancreatitis necrosante grave en la que se destruyen por completo partes enteras del órgano.
Factores de riesgo de pancreatitis
La pancreatitis ocurre con mayor frecuencia en perros de razas pequeñas de mediana edad o mayores, en especial los schnauzer miniatura, cavalier king charles spaniel, cocker spaniel, sheltie, toy poodle y yorkshire terrier.
Los factores de riesgo incluyen obesidad, diabetes, hipotiroidismo, enfermedad de Cushing y enfermedad gastrointestinal (GI) preexistente. De hecho, se estima que alrededor del 25 % de los perros con diabetes también tienen pancreatitis aguda. La afección también es más común en perros que se han sometido a una cirugía reciente, en especial procedimientos que involucran los órganos abdominales.
Además, se sospecha que ciertos medicamentos causan la pancreatitis aguda, incluyendo los medicamentos anticonvulsivos como el bromuro de potasio o el fenobarbital, la prednisona y otros esteroides catabólicos, y el diurético Lasix.
Como en el ejemplo del perro que roba pavos, las indiscreciones alimentarias también son responsables de los ataques de pancreatitis y por lo general involucran alimentos cocinados con alto contenido de grasa, como carnes grasas, piel de pavo, grasa de tocino, etc.
En mi experiencia, los alimentos ultraprocesados para mascotas también desempeñan una función en la pancreatitis en las mascotas, de lo que hablaré a continuación.
Síntomas a considerar
La pancreatitis canina puede causar una variedad de síntomas que también se observan en muchas otras afecciones, y pueden variar de leves a muy graves. Un estudio realizado en 1999 demostró que en perros con pancreatitis aguda que resultó fatal, se reportaron los siguientes síntomas:
Anorexia (91 %) |
Dolor abdominal (58 %) |
Vómitos (90 %) |
Deshidratación (46 %) |
Debilidad (79 %) |
Diarrea (33 %) |
Cuando la enfermedad es muy grave, la inflamación puede volverse sistémica, lo que puede causar shock o colapso cardiovascular (circulatorio).
Los síntomas que los veterinarios ven con más frecuencia cuando examinan perros con pancreatitis aguda son deshidratación, exceso de baba, lamerse los labios (signos de náuseas) y dolor abdominal. Dado que estos síntomas se presentan en otros trastornos, se debe realizar un estudio de diagnóstico completo, que incluya análisis de sangre y radiografías o tomografías.
Desde hace muchos años, los veterinarios han diagnosticado la pancreatitis a través de un análisis de sangre llamado PLI (inmunorreactividad de la lipasa pancreática). Hace poco tiempo, la Universidad de Texas A&M desarrolló una prueba para la inmunorreactividad específica del páncreas canino llamada prueba Spec cPL. Ahora ya existe una prueba cPL que ofrece resultados casi de inmediato en la clínica veterinaria, sin necesidad de enviar la muestra a un laboratorio externo.
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¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
No existe un procedimiento o medicamento que cure la pancreatitis, por lo que el tratamiento es de apoyo y se enfoca en reducir los síntomas del perro. La terapia de apoyo inicial incluye:
- Líquidos por vía intravenosa (IV) para tratar la deshidratación (la vitamina C por IV puede ser efectiva en casos de SIRS y pancreatitis necrotizante), hipovolemia (disminución del volumen de sangre) y desequilibrios electrolíticos
- Controlar el dolor
- Antieméticos para aliviar las náuseas y los vómitos
- Nutrición enteral (alimentación por sonda)
En la mayoría de los casos de pancreatitis, los antibióticos son innecesarios e ineficaces. Además, se deben evitar los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los medicamentos esteroides como la prednisona. Es muy importante tratar el dolor.
Los perros que desarrollan un episodio agudo de pancreatitis pueden tener diferentes resultados. Algunos se recuperan por completo sin problemas. Otros se recuperan, pero desarrollan pancreatitis crónica. Mientras que algunos perros tienen recurrencias de pancreatitis aguda. En perros con afecciones coexistentes como la diabetes, el tratamiento exitoso de la pancreatitis depende del tratamiento o manejo de esos otros trastornos.
Las mascotas deben ingresar al hospital si no comen o beben por sí mismas, y se deben repetir los análisis de sangre hasta que los valores de PLI sean normales. Se debe instituir una alimentación de grado humano baja en grasas y residuos hasta que la afección se haya resuelto. De acuerdo con estudios en modelos animales, el DHA y el EPA (ácidos grasos esenciales omega-3) no complican la pancreatitis y en realidad ayudan a reducir los marcadores inflamatorios en estos pacientes.
El papel que desempeñan de los alimentos ultraprocesados para mascotas en la pancreatitis
Los veterinarios ahora reciben cada vez más perros y gatos con pancreatitis, y estoy convencida de que los alimentos ultraprocesados para mascotas desempeñan un papel más importante de lo que la industria de alimentos para mascotas o la mayoría de los veterinarios están dispuestos a admitir. Los alimentos altos en carbohidratos afectan los niveles de insulina, que dañan al páncreas.
El santuario KetoPet hizo algunos descubrimientos interesantes sobre perros que consumían alimentos con grasa sin adulterar (cruda) versus perros que comían grasa cocida (procesada). Parece que los alimentos con grasas crudas (incluso muy ricas en grasas) no causan pancreatitis en los pacientes del santuario, pero las grasas cocidas (oxidadas) inducen pancreatitis en algunos pacientes, incluso cuando se alimentan en pequeñas cantidades.
Entonces, la pregunta que creo que deberíamos hacernos es: "¿Las grasas muy procesadas y de baja calidad (calentadas varias veces, hasta cuatro veces durante el proceso de fabricación) se usan para crear alimentos para mascotas que contribuyen a la epidemia de pancreatitis crónica de bajo grado que se presenta en mascotas de todo el mundo?" La verdad yo lo sospecho.
Por desgracia, las "grasas malas" rancias, oxidadas y dañadas por el calor han afectado a este importante grupo de macronutrientes, lo que hace que los dueños de mascotas les teman a todas las grasas.
Es importante recordar que las fuentes limpias y de grado humano de grasas frescas sin refinar brindan una excelente fuente de energía para las mascotas y cumplen con los requisitos de ácidos grasos para la salud inmunológica, de la piel, el cerebro y los órganos; la clave es proporcionar los tipos correctos de grasas saludables en las cantidades correctas. Se deben evitar las grasas cocidas, en especial los alimentos que se han recalentado varias veces (croquetas).
Además, los alimentos procesados para mascotas carecen de las enzimas naturales a base de alimentos que ayudan a reducir el estrés pancreático, razón por la cual sospecho que el páncreas de muchas mascotas se encuentra en un estado de inflamación crónica de bajo grado. Los alimentos que no contienen enzimas naturales hacen que el páncreas intente compensar la diferencia.
Si no funciona de forma correcta se produce una deficiencia enzimática y estrés pancreático. Además, las mascotas consumen los AGE que dañan los tejidos y que se producen durante el procesamiento térmico al que se someten los alimentos para mascotas, lo que, según demuestran las investigaciones, también puede causar pancreatitis.
Los perros (y gatos) están diseñados para obtener enzimas suplementarias de los alimentos que consumen, ya que su alimentación ancestral está cargada de alimentos vivos que contienen muchas enzimas. Las enzimas son sensibles al calor, por lo que cualquier proceso de calor reduce las enzimas que se encuentran en los alimentos. En la naturaleza, los perros consumen el páncreas de sus presas, que es una rica fuente de enzimas suplementarias.
Incluso si te gusta darle comida cruda a tu perro, es probable que no le des el páncreas entero molido, lo que significa que incluso las mascotas que consumen alimentos crudos, nutricionalmente óptimos y específicos para cada especie pueden tener deficiencia de enzimas.
Consejo para prevenir la pancreatitis y las enzimas digestivas
Uno de los pasos más importantes que puedes tomar para reducir el riesgo de que tu perro tenga un episodio repetido de pancreatitis es proporcionarle una fuente rica de enzimas digestivas, ya sea alimentando con tejido pancreático (que no es atractivo para la mayoría de los dueños de mascotas y puede ser difícil de obtener) o un suplemento que contenga pancrealipasa o panreatina. Esto ayudará a reducir el estrés al que se somete el páncreas de tu mascota para producir suficientes enzimas para procesar los alimentos.
Entonces, si tienes un perro con pancreatitis, la ha tenido en el pasado, o si deseas tomar medidas preventivas para reducir la probabilidad de que desarrolle la afección, agrega enzimas digestivas de amplio espectro a su comida muy poco procesada. Adsemás, evitar las grasas procesadas por calor en las comidas es una excelente manera de ayudar a reducir el estrés en el páncreas con el fin de proteger y preservar la función del páncreas a medida que las mascotas envejecen.