Hace algunos años, las personas con perros mayores se enfocaban exclusivamente en mantener a sus mascotas sanas desde el cuello hacia abajo, e ignoraban que problemas tales como el control de su peso, la artritis y el apoyo de órganos importantes solo pueden empeorar si se pasa por alto la salud cerebral de sus perros.
Es de gran importancia contemplar la salud mental de tu perro a medida que envejece, en especial porque están apareciendo más informes que muestran que un número "sorprendente" de perros mayores comienza a mostrar signos de demencia.
Según la veterinaria Melissa Bain, profesora de etología clínica en la Universidad de California Davis, el síndrome de disfunción cognitiva (SDC) en perros suele comenzar cuando los animales alcanzan los 9 o 10 años de edad, y existen 5 síntomas típicos que indican la aparición del deterioro cognitivo en perros:
- Pérdida de los conocimientos adquiridos anteriormente, incluyendo el adiestramiento en el hogar
- Cambios en sus hábitos de descanso y en sus ciclos de sueño, como dormir todo el día
- Dificultad para reconocer a sus dueños u otras mascotas en el hogar
- La aparición de la ansiedad por medio de jadeos, temblores, gemidos o nerviosismo en exceso
- Disminución de la actividad consiente
Los dueños de perros también deben tomar en cuenta la existencia de otras señales. Al ser capaz de observar ciertos comportamientos podrás reconocer que algo está mal con las habilidades cognitivas de tu perro, sobre todo si nunca antes lo has visto actuar de esa manera. Otras manifestaciones físicas adicionales del SDC, también conocido como demencia geriátrica, incluyen las siguientes:
- Se pierde en la casa
- Permanece detrás de los muebles
- Se ha vuelto demasiado agresivo
Vetstreet, un sitio en línea para el cuidado de las mascotas, enlista otros síntomas que indican un posible problema. Por ejemplo, si observas que tu perro se queda mirando fijamente a las paredes por largos períodos de tiempo, comportamientos repetitivos como caminar en círculos o vagar, cambios en su sentido del oído o la vista, o vocalizar en momentos inadecuados.
Mi Boston terrier, Rosco (con más de 18 años en esta foto), a menudo se quedaba "atorado" en un espacio estrecho entre el inodoro y la pared, y no podía salir sin ayuda, lo cual es un síntoma común de SDC en perros mayores.
¿Cuál es la causa de la disfunción cognitiva en perros?
Acciones tales como ayudarles a tus mascotas a mantener una función cerebral clara y fuerte a lo largo de sus años dorados se vuelven aún más importantes conforme comiences a notar los cambios. Aunque los cambios parezcan ser un problema mental o de comportamiento, puede que en realidad sea físico. Los tres síntomas principales de cambios relacionados con la edad que causan un deterioro gradual en los perros provienen de tres fuentes principales:
- El estrés oxidativo provocado por los radicales libres es fisiológico y le provoca más daños al tejido cerebral de tu perro que a cualquier otra parte de su cuerpo. Esto puede ser evidente tanto por la disminución de la función cognitiva como por un trastorno nervioso, similar al Alzheimer en los seres humanos.
- La formación de lesiones en el cerebro puede incluir depósitos de beta-amiloide que dañan los nervios, es decir, proteínas que forman una acumulación de "placa senil" que interfiere con la señalización del cerebro.
- Las alteraciones en el metabolismo cerebral pueden disminuir debido a la reducción en la disponibilidad de oxígeno y energía, al menos en parte, debido a estresantes ambientales, incluyendo la alimentación de tu perro.
De acuerdo con el Hospital de Veterinaria de la Universidad del Estado de Washington, aunque los cerebros de los humanos y de los caninos tienen enormes diferencias, también cuentan con similitudes asombrosas tanto en el aspecto anatómico como en el fisiológico, y la forma en que estas enfermedades se manifiestan parece ser "casi idéntica". A lo anterior la universidad añade que:
“De hecho, los cerebros de los perros reaccionan a los tratamientos para la demencia tal como lo hacen los cerebros de los humanos, lo que los convierte en los 'conejillos de indias' ideales para analizar la demencia humana. Tal como ocurre con la demencia humana, las causas del SDC no son muy conocidas.
Sin embargo, se considera que las causas principales son tanto las acumulaciones de proteínas pegajosas alrededor de las neuronas, las cuales se conocen como placas beta-amiloides, como la descomposición de las neuronas que dan lugar a los ovillos neurofibrilares. Al igual que en los humanos, ambos fenómenos impactan el cerebro al interrumpir la propagación del impulso nervioso".
Los estudios estiman que más del 60 % de los perros entre 15 y 16 años pueden mostrar al menos un síntoma de SDC, pero de acuerdo con la Dra. Bain, una razón por la que cada vez hay más perros con síntomas de envejecimiento mental en los últimos años se debe a que los perros se han vuelto más longevos gracias a los avances en la medicina veterinaria.
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Según un estudio danés, el "apoyo" es la clave para los perros con SDC
Hubo un estudio que se realizó en Dinamarca, durante el cual se investigó a 94 perros de 8 años de edad por medio de un cuestionario para el SDC, así como con estudios observacionales enfocados en su sueño. Dicho estudio fue publicado posteriormente en el Journal of Veterinary Internal Medicine, donde señala que la vitamina E fue analizada como un posible marcador de SDC. Los investigadores señalaron que:
“Los cuatro síntomas clínicos que fueron predominantes en los perros con SDC incluyen: dormir durante el día y estar inquietos durante la noche, menor interacción, sentirse desorientado en su hogar y experimentar ansiedad. Además, el SDC no influyó negativamente en la supervivencia. No se detectó que las razas pequeñas tuvieran un mejor índice de supervivencia en comparación con las grandes, y no hubo diferencia alguna con base en el sexo.
Algunas preguntas clave con respecto al ciclo de sueño-vigilia, la interacción y los síntomas de confusión y ansiedad pueden ser usados como marcadores clínicos para el SDC. Es necesario prestar mucha atención a la ansiedad en los perros con SDC, ya que puede ser bastante estresante tanto para el perro como para el dueño. Todo indica que los perros con SDC parecen tener una buena probabilidad de tener una vida longeva si son apoyados tanto por su veterinario como por su dueño".
Es evidente que la mayoría de los veterinarios están tomando mayor conciencia con respecto al SDC y hacen preguntas a tiempo. Pero, algunos expertos sostienen que hasta el 80 % de los perros mayores padecen de SDC sin que éste se haya reconocido o diagnosticado.
La alimentación de tu perro influye en su salud, incluyendo la salud cognitiva
En lugar de suponer que se trata de un problema cognitivo relacionado con la edad, es importante investigar la causa subyacente de lo que parece ser un caso de SDC con la ayuda de un veterinario profesional. Sobre todo, si el perro en cuestión es joven (como uno de 5 o 6 años).
Para poder analizar la salud general de tu perro, Bain recomienda que revises su alimentación ya que puede ser una clave importante. No podría estar más de acuerdo. Además, observa que: "Podría tratarse de cualquier cosa, desde hipotiroidismo hasta de infecciones en el tracto urinario, ceguera y sordera, los cuales pueden ser similares a los síntomas de la disfunción cognitiva".
Estos y otros problemas físicos pueden abordarse en gran medida al proporcionar una alimentación fresca y balanceada que incluya "alimentos para el cerebro", obtenidos de ácidos grasos omega-3 tales como el aceite de krill, los TCM del aceite de coco y un montón de antioxidantes a base de alimentos (los cuales solo se encuentran en las frutas y verduras frescas), ya que son cruciales para la salud cognitiva.
También te sorprenderá saber que los perros que envejecen requieren consumir más proteínas, pero deben provenir de fuentes de calidad e incluir una variedad de carnes frescas, completas, fácilmente digeribles y ricas en humedad, que sean adecuadas para un carnívoro. La carne debe ser la base de la alimentación saludable de tu perro a lo largo de su vida.
En algunos casos, aquellos alimentos adecuados para la especie son justamente los que deben eliminarse. Por desgracia, muchos alimentos para perros están cargados con ingredientes procesados, como los carbohidratos refinados que se convierten en azúcar.
Además, debes eliminar los granos, papas y legumbres de la alimentación de tu perro y prestar atención a la cantidad de fibra que consume, ya que suele tratarse de un relleno innecesario, el cual desplaza la proteína crucial a base de carne que tu perro necesita.
Asimismo, los subproductos obtenidos a partir del procesamiento a altas temperaturas, conocidos como productos finales de glicación avanzada (o AGE por sus siglas en inglés), tienen un impacto negativo en el proceso de envejecimiento y pueden provocar un deterioro cognitivo prematuro.
No hace falta decir que actividades como hacer ejercicio y pasar más tiempo al aire libre también son importantes para los perros de cualquier edad. No solo mantiene su flujo sanguíneo, sino que también los mantiene ágiles y apoya a la desintoxicación. Además, uno de los aspectos más importantes del mantenimiento de la salud cognitiva en el envejecimiento de los seres humanos es la interacción social, lo cual también es cierto para los perros.
Es útil exponerlo a otros humanos fuera de su familia inmediata y estar rodeado de otros animales también es favorable para ellos. También es importante continuar con los ejercicios de agilidad mental todos los días, incluyendo los divertidos juegos para el olfato y juguetes que despachan premios.
Una de las cosas más importantes que los dueños deben hacer es trabajar con un veterinario de medicina integral o funcional desde el inicio de la enfermedad. Yo logré manejar muy bien la demencia de mi perro relacionada con la edad gracias a que actué de inmediato, tan pronto como los síntomas se manifestaron.
Los veterinarios proactivos han estado recetando suplementos nootrópicos para las mascotas (los cuales se usan para mejorar la memoria y salud cerebral) durante años, incluyendo ciertas vitaminas B en específico, rhodiola, fosfatidilserina, el hongo conocido como melena de león y una variedad de hierbas que apoyan al cerebro de manera específica.