Las convulsiones pueden causar pánico, pero debes mantener la calma y hacer esto

Historia en Breve

  • Cuando tu perro o gato sufre una convulsión, puede ser una experiencia aterradora para ambos; así que con el fin de poder responder apropiadamente ante uno de estos episodios, es muy importante mantener la calma
  • Hay diferentes tipos de convulsiones: el tipo gran mal es el más grave, especialmente si progresa a estado epiléptico, que es una emergencia potencialmente mortal
  • Existen muchas posibles causas para las convulsiones en mascotas, tales como traumatismo craneal, infección, tumores cerebrales, vacunas y defectos genéticos
  • Los dueños y veterinarios de mascotas con trastornos convulsivos deben considerar seriamente la transición de su perro o gato a una dieta cetogénica
  • También existen varias terapias naturales que pueden ayudar a estos pacientes a reducir o eliminar su necesidad de medicamentos anticonvulsivos

Aunque cualquier animal con un cerebro puede sufrir convulsiones, no significa que no entrarás en pánico cuando tu mascota esté sufriendo una. De hecho, de todos los trastornos que pueden sufrir nuestros amigos peludos, una convulsión es probablemente uno de los más atemorizantes de presenciar.

Por lo general, las convulsiones en un perro o gato están precedidas por un aura durante la cual tu mascota puede parecer aturdida o asustada, o bien, puede esconderse o acudir a ti en busca de consuelo.

Cuando tu mascota esté sufriendo una convulsión, se caerá hacia un lado. Su cuerpo puede volverse rígido o puede hacer un movimiento de remo con sus piernas. Muchas mascotas también aprietan las mandíbulas, babean excesivamente, vocalizan y pierden el control intestinal o de la vejiga.

No hace falta decir que ver sufrir a tu adorada mascota sin poder hacer nada al respecto, es una experiencia muy estresante, pero, aunque estés aterrado, es muy importante mantener la calma. Mantén tus manos alejadas de su cara para evitar que te muerda y mantén a tu mascota lejos de las escaleras u otros lugares donde pueda sufrir una caída que le provoque algún daño.

También es importante tomar una nota mental del comportamiento de tu mascota antes de la crisis (la fase "preictal"), durante la crisis (la fase "ictal") y después de la crisis (la fase "postictal"), así como la duración del episodio. También puede ser muy útil para tu veterinario que grabes estos episodios.

Los episodios epilépticos suelen durar entre 30 y 90 segundos. Después de sufrir una convulsión, tu mascota puede parecer confundida o desorientada. Puede vagar o caminar sin rumbo fijo, actuar inquieta, tener dificultades para ver y tener más sed o hambre de lo normal. La recuperación después de una convulsión es a veces inmediata, o bien, tu mascota puede tardar hasta 24 horas para volver a sentirse y comportarse de forma normal.

Las convulsiones son el resultado de una actividad eléctrica anormal en el cerebro

En términos técnicos, una convulsión es un evento durante el cual hay una actividad eléctrica anormal y no anticipada en el cerebro. Hay dos tipos de impulsos eléctricos en el cerebro: excitatorios e inhibitorios. En un animal normal, hay una proporción constante y adecuada de impulsos excitatorios a inhibidores.

Sin embargo, en una mascota que sufre convulsiones, los impulsos excitadores superan temporalmente a los impulsos inhibitorios. El hecho de que tu mascota sufra una convulsión leve o una tipo gran mal depende de la parte del cerebro involucrada, así como de la cantidad de impulsos excitadores que se generan.

El punto en el que los impulsos excitatorios superan a los impulsos inhibitorios se denomina umbral convulsivo. En una mascota saludable, el umbral convulsivo es alto, lo que significa que el potencial de una convulsión es bajo. Hay algunas cosas que influyen en el umbral convulsivo de tu perro, incluida su genética, traumatismo craneal, infección y exposición a toxinas.

Categorías de convulsiones

Muchos dueños de mascotas no saben que existen diferentes tipos de convulsiones:

  • Una convulsión de petit mal es el tipo más leve y puede ser tan insignificante como un movimiento anormal de los ojos.
  • Una convulsión de gran mal es el otro extremo y afecta a ambos lados del cerebro y del cuerpo.
  • El estado epiléptico es un ataque de gran mal que no se resuelve. Esta es una emergencia médica en la que el animal deja de respirar y puede morir. Si tu mascota está sufriendo una convulsión de gran mal y no está saliendo de ella, es muy importante que la lleves de inmediato a un hospital veterinario de emergencia de para salvar su vida.
  • Los perros y gatos pequeños suelen sufrir convulsiones motoras focales que involucran solo una parte del cuerpo. Estas convulsiones pueden ser difíciles de identificar, ya que a menudo no parecen más que una contracción, temblor o calambre.
  • Las convulsiones en serie son eventos que ocurren varias veces al día. Muchas convulsiones en serie son situaciones que requieren de atención médica urgente. Si tu mascota ha sufrido más de un ataque en un día, te recomiendo hacer una cita con tu veterinario. Este tipo de convulsiones puede provocar convulsiones continuas o progresivamente más intensas.

En general, cuanto más joven sea la mascota afectada, más grave será el trastorno convulsivo.

Publicidad
Clic aquí para aprende másClic aquí para aprende más

Las muchas causas potenciales de las convulsiones en las mascotas

Éstas incluyen:

Traumatismo craneal que provoca inflamación del cerebro.

Infecciones bacterianas, virales, fúngicas y parasitarias.

Subluxación cervical (Con frecuencia, como resultado de jalar una correa que está atada a un collar y no a un arnés

Enfermedad hepática (un hígado dañado no puede procesar las toxinas de manera eficiente; las toxinas en el torrente sanguíneo pueden atravesar la barrera hematoencefálica)

Trastornos metabólicos tales como Hipotiroidismo

Ciertos medicamentos humanos y veterinarios, incluidos los productos químicos neurotóxicos tópicos para combatir las pulgas y garrapatas

Tumores cerebrales (especialmente en mascotas de edad avanzada)

Ciertas enfermedades mediadas por el sistema inmune

Malformación congénita del tronco encefálico o la médula espinal

Bajo nivel de azúcar en la sangre, especialmente en mascotas diabéticas y aquellas con tumores pancreáticos

Intoxicación por plomo, mercurio y plantas, así como la exposición a fertilizantes, pesticidas, insecticidas y herbicidas

Golpe de calor

Otras causas potenciales: vacunas, ciertos sonidos (solo gatos) y un defecto genético en la raza crestado rodesiano

Otra causa de las convulsiones son las vacunas veterinarias, algunas de las cuales aún contienen timerosal, compuestos de mercurio orgánico o aluminio como adyuvantes para estimular la respuesta del cuerpo a la inmunización. Los metales pesados pueden atravesar la barrera hematoencefálica y dado a que el sistema nervioso central no tiene la capacidad de desintoxicarse por sí solo, no hay forma de eliminarlos.

Las vacunas también pueden desencadenar una reacción autoinmune que causa una inflamación secundaria en el cerebro, lo que a su vez puede provocar un trastorno convulsivo en tu mascota. Un ejemplo de esto es la condición conocida como encefalitis autoinmune.

En el caso de los gatos, la exposición a ciertos sonidos puede causar convulsiones. Investigadores veterinarios en Reino Unido publicaron los resultados de un estudio sobre un fenómeno recién descubierto: la actividad de convulsiones relacionadas con el sonido en gatos. Denominaron este trastorno como convulsiones audiogénicas reflejas felinas (FARS).

Los ruidos más propensos a causar una convulsión en los gatos del estudio incluyeron los producidos al:

Arrugar papel de aluminio

Escribir en el teclado o hacer clic con el ratón de la computadora

Golpear un tazón de cerámica con una cuchara de metal

Golpear monedas o llaves entre sí

Golpear objetos de vidrio

Golpear  de forma repetida algún objeto con las uñas

Arrugar papel o bolsa de plástico

Mover la lengua

Los 96 gatos en el estudio tenían entre 10 y 19 años de edad y los investigadores creen que debido a que los animales de mayor edad tienden a presentar otros problemas de salud, se puede pasar por alto un trastorno convulsivo. Los investigadores confirmaron que evitar hacer estos sonidos redujo las convulsiones de los gatos y que cuanto más fuerte es el sonido, más grave es la convulsión.

Las vacunas sospechosas también pueden ser una causa fundamental de FARS y otros tipos de convulsiones felinas, por lo que no recomiendo vacunas adicionales de ningún tipo para los gatos que sufren de convulsiones. De hecho, desintoxicar a estos pacientes de vacunas previas puede ser muy beneficioso.

En 2017, los investigadores publicaron los resultados de un estudio que identificó un defecto genético en la raza crestado rodesiano que tiene una relación directa con la epilepsia. El gen defectuoso se llama DIRAS1. El equipo de investigación evaluó más de 600 perros crestado rodesiano epilépticos, así como a 1 000 perros de otras razas que sufrieron convulsiones. Se descubrió que, hasta el momento, el defecto DIRAS1 solo se ha encontrado en la raza crestado rodesiano.

La forma de epilepsia relacionada con DIRAS1 se llama epilepsia mioclónica canina, que se asemeja al síndrome mioclónico juvenil en humanos. Las crisis mioclónicas comienzan aproximadamente a la misma edad tanto en perros como en humanos (alrededor de 6 meses). Los síntomas y la respuesta a la medicación anticonvulsiva son similares.

El papel de la alimentación en mascotas con convulsiones

Otra cosa a considerar si tu mascota tiene un trastorno convulsivo es que los problemas de salud relacionados con la nutrición también pueden causar o empeorar la situación. Un problema son las alergias alimentarias, que pueden causar una respuesta inflamatoria sistémica, lo que a su vez, puede disminuir el umbral convulsivo de tu mascota.

Otro problema es que la mayoría de los alimentos procesados para mascotas disponibles en el mercado contienen sustancias químicas sintéticas (incluidas las premezclas de vitaminas provenientes de China), conservadores, emulsionantes y otros ingredientes que también pueden causar una inflamación sistémica y disminuir los umbrales convulsivos.

En algunos casos, la cantidad de contaminantes que inducen las convulsiones y que encuentran en el alimento para mascotas es mayor que los límites humanos legales, sin embargo, sí se permiten en el alimento para mascotas.

A menudo, los médicos les dicen a sus pacientes con epilepsia que sigan una dieta cetogénica que se basa en un consumo muy bajo de carbohidratos netos, cantidades moderadas de proteína y altas cantidades de grasas saludables. Es muy importante medir la glucosa en la sangre, con el objetivo de mantener un nivel por debajo de 80 mg/dL y un nivel de cetona por encima de 0.3 mM con el fin de garantizar que tu mascota esté en estado de cetosis.

Durante años, los veterinarios pensaron que esta intervención nutricional no servía para controlar la epilepsia en mascotas, sin embargo, una revisión de estudios previos mostró que los carbohidratos (que se convierten en azúcar) no se restringieron adecuadamente, por lo que los resultados no fueron notables.

Si se realiza correctamente, la cetosis nutricional no solo ha demostrado ser una muy buena opción para controlar la epilepsia en mascotas, sino que también es el estándar de atención para la epilepsia pediátrica.

Esta forma de alimentación respeta la biología evolutiva de tu perro y, además, esta dieta también puede ayudar a mejorar otros síntomas, incluida la enfermedad inflamatoria. Al mantener un bajo consumo de carbohidratos netos, el nivel de insulina del cuerpo se restablece a un nivel menor y mucho más saludable, lo que reduce el estrés metabólico en cada célula del cuerpo de tu mascota.

En 2017, hice un documental con Rodney Habib sobre los beneficios de una dieta cetogénica como medio para controlar el cáncer, pero esta dieta también se ha utilizado para controlar la epilepsia en muchos perros. También puede leer acerca de Sasha, un perrito con convulsiones que recibió una dieta cetogénica en 2014.

Terapias naturales beneficiosas

Existe una gran variedad de tratamientos naturales que pueden ayudar a aumentar el umbral convulsivo de tu mascota, así como disminuir el potencial de estos eventos, las cuales incluyen:

  • Quiropráctica y acupuntura
  • Fórmulas herbales (incluidos extractos de cannabis)
  • Remedios homeopáticos
  • Medicinas chinas tradicionales
  • Terapias nutracéuticas

En los casos leves, los tratamientos naturales y un cambio en la alimentación, por lo general es todo lo que se necesita para controlar este problema con éxito. Para los animales con convulsiones frecuentes de tipo gran mal, suelo crear un protocolo integrador a base de terapias naturales y farmacoterapia.

Siempre les pido a los dueños que lleven un registro con las fechas, hora e intensidad de las convulsiones de su mascota. A menudo existe una relación entre las convulsiones y un momento particular del mes o año. Si identificamos un ciclo, podemos desarrollar un plan para controlar los episodios, al utilizar las opciones de tratamiento efectivas más seguras disponibles. A los animales con convulsiones se les debe aplicar un título de anticuerpos, no una vacuna.

Si bien las convulsiones pueden ser un problema de salud muy grave y aterrador en las mascotas, la mejor manera de cuidar a tu perro o gato es armarse con el conocimiento necesario sobre qué esperar y cómo reaccionar, además de consultar a tu veterinario integrador para diseñar un protocolo preventivo proactivo.

+ Fuentes y Referencias
Haga clic aquí y sea el primero en comentar sobre este artículo
Publique su comentario