Estudios sobre los lobos revelan la "inteligencia" social de los perros domesticados

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Historia en Breve

  • Un estudio reciente de la Universidad de Duke proporciona evidencia de que los lobos no "entienden" a los humanos como los perros domesticados, aunque los criáramos desde su nacimiento
  • En una prueba que consistía en seguir gestos humanos para encontrar golosinas, los cachorros de perro sobresalieron y los de lobo, fallaron
  • A diferencia de los perros, los cachorros de lobo no buscan ayuda de las personas para resolver problemas
  • Los autores del estudio creen que estos resultados confirman aún más que la genialidad social de los perros es producto de la domesticación

Un estudio reciente de la Universidad de Duke demuestra que puedes criar a un cachorro de lobo, acurrucarte con él, abrazarlo con frecuencia y tratarlo tal como a un cachorro domesticado, pero el lobito nunca podrá "entenderte" como tu perro, lo cual reafirma que no son iguales (a pesar de que comparten el mismo ADN).

Cuando digas “ve por la pelota” y la señales con la mano, tu perro correrá hacia ella. ¿Y el lobito? Probablemente no. Aunque la capacidad de comprender los gestos humanos parezca una obviedad, en realidad es una habilidad cognitiva compleja que no es muy común entre los animales. Por ejemplo, los chimpancés no pueden hacerlo a pesar de ser nuestros parientes más cercanos.

Después de miles de años de domesticación, parece que los perros han desarrollado algunas de las habilidades cognitivas con las que cuentan los bebés humanos. Evolucionaron y adquirieron la habilidad mental que se conoce como la “teoría de la mente”, la cual les permite inferir lo que los humanos piensan y sienten en algunas situaciones.

Los cachorros de perro obtienen una gran victoria en la prueba "encuentra el premio"

En el estudio participaron 44 perros y 37 lobos de 5 a 18 semanas de edad. Los cachorros de lobo se alojaron en el Centro de Ciencias de la Vida Silvestre en Minnesota y se les sometió a pruebas genéticas para garantizar que no fueran lobos híbridos. Durante su crianza, tuvieron una interacción importante con las personas, ya que sus cuidadores los alimentaron, durmieron con ellos por la noche y les brindaron atención las 24 horas del día desde que tenían unos cuantos días de nacidos.

Por el contrario, los cachorros de perro, que provenían del Canine Companions for Independence, vivían junto a su madre y sus compañeros de camada, por lo que tuvieron menos contacto con personas.

En una prueba, se ocultó un premio en uno de dos tazones y un investigador le dio una pista a cada cachorro para que pudiera encontrarlo. Las pistas consistían en señalar y mirar hacia la dirección en la que se encontraba el premio, al igual que colocar un pequeño bloque de madera al lado del tazón correcto, un gesto que los cachorros no habían visto antes. De acuerdo con un comunicado de prensa de Duke Today:

“Los resultados fueron impresionantes. Aunque no se habían sometido a un entrenamiento específico, los cachorros de perro de tan solo ocho semanas de edad entendieron a dónde debían ir y tuvieron el doble de probabilidades de hacerlo bien que los cachorros de lobo, los cuales tenían la misma edad y habían pasado mucho más tiempo en compañía de personas.

Diecisiete de los treinta y un cachorros de perro se dirigieron hacia el tazón correcto. En contraste, ninguno de los veintiséis cachorros de lobo criados por humanos pudo hacer más que acertar de manera aleatoria. Los ensayos de control demostraron que no se trataba de que los cachorros olieran la comida y nada más.

Y lo que resulta aún más impresionante es que muchos de los cachorros acertaron en su primer intento. Sin duda, el entrenamiento no es necesario en absoluto, solo lo entienden".

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Los cachorros de lobo no cuentan con habilidades para interpretar a las personas y les tienen miedo a los extraños

Es fundamental señalar que el propósito del estudio no era identificar qué especie es "más inteligente" y, de hecho, todos los cachorros tuvieron el mismo desempeño en las pruebas que evaluaron otras habilidades cognitivas, tales como la memoria y el control de los impulsos motores. La diferencia en las habilidades para interpretar a las personas fue la única que resultó evidente.

"Es posible ser inteligente de muchas formas diferentes", aseguró Hannah Salomons, estudiante de doctorado y autora principal del estudio. "Los animales desarrollan la cognición de manera que esta les ayude a tener éxito en cualquier entorno en el que vivan".

Otras pruebas revelaron que, a diferencia de los lobitos, los perritos también tenían una probabilidad 30 veces mayor de acercarse a un extraño.

"En lo que respecta a los cachorros con los que trabajamos: si entras en el recinto de los perros, ellos se acercan, buscan subirse encima de ti y lamerte la cara, mientras que la mayoría de los lobitos corren a una esquina y se esconden", dijo Salomons.

La 'genialidad social' de los perros se debe a la domesticación

En una prueba, los premios se colocaron dentro de un recipiente sellado para que los cachorros no pudieran acceder a ellos y los lobos intentaron resolver el problema por sí mismos, mientras que los perros ocuparon la mayor parte del tiempo para pedir ayuda a las personas que se encontraban cerca a través del contacto visual, como si dijeran: "no puedo con esto, ¿puedes solucionarlo?".

Brian Hare, autor principal del estudio y profesor de antropología evolutiva en Duke, piensa que esta investigación proporciona algunas de las evidencias más sólidas que respaldan la "hipótesis de la domesticación" hasta la fecha. De acuerdo con el comunicado de prensa:

“De 12 000 a 40 000 años atrás, mucho antes de que los perros aprendieran a traer objetos, tenían un ancestro en común con los lobos. Lo que no deja de ser un misterio es cómo esos depredadores tan temidos y aborrecidos llegaron a convertirse en el mejor amigo del hombre.

Una de las teorías es que, durante los primeros encuentros entre ambas especies, solo los lobos más amigables habrían podido acercarse lo suficiente como para hurgar en las sobras de las personas en lugar de huir. Es posible que, mientras que los lobos más tímidos y hoscos pasaban hambre, los más amigables sobrevivían y transmitían los genes que los hacían menos temerosos o agresivos a las personas.

La hipótesis es que esto siguió así generación tras generación, hasta que los descendientes del lobo desarrollaron la habilidad de medir las intenciones de las personas con las que interactúan al descifrar sus gestos y señales sociales".

De acuerdo con Hare, "este estudio realmente refuerza la evidencia de que la genialidad social de los perros es producto de la domesticación" y piensa que los perros nacen preparados para ser excelentes animales de servicio gracias a esta habilidad. Al igual que los bebés, los perritos entienden de forma intuitiva que las personas señalan para comunicar algo, y eso es algo que los cachorros de lobo no logran comprender.

"Pensamos que esto indica un elemento muy importante de la cognición social: cuando otros intentan ayudarte", aseveró Hare.

De acuerdo con Salomons, "los perros nacen con esta habilidad innata de entender que estamos intentando comunicarnos y colaborar con ellos".

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