Estoy segura de que algunas personas piensan: "Santo Dios, ¿otro artículo sobre obesidad en las mascotas?". ¡Créanme cuando les digo que preferiría hablar de otro tema! Pero, como veterinaria comprometida en hacer y mantener saludables a las mascotas, es mi deber y obligación abordar este problema hasta que este mensaje se divulgue por todas partes y los padres de mascotas tomen las medidas necesarias.
En los Estados Unidos, existe un estimado del 60 % de los gatos y el 56 % de los perros con exceso de peso u obesidad, lo que significa que este tema aplica para la mayoría de las personas que leen este artículo.
Hoy en día, muchas personas ya no pueden diferenciar entre una mascota con obesidad y una con peso normal, ya que muchas tienen exceso de peso.
Si no estás seguro del peso de tu perro o gato, solo obsérvalo. ¿Tiene una cintura estrecha? Si no es así, y su cintura es ovalada, es probable que tenga exceso de peso. También, debes sentir (pero no ver) sus costillas y huesos de la base de la cola. Si es obeso, podrás observar cantidades excesivas obvias de grasa en el área de su abdomen, cadera y cuello.
Puedes comparar el estado de tu mascota con estas tablas de la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés):
El objetivo tanto para perros y gatos es una puntuación corporal de 5. Por desgracia, muchas personas suponen que el peso de su mascota es adecuado porque su veterinario no menciona que su mascota tiene un problema. Es importante comprender que los veterinarios no hablan sobre esto por muchas razones, incluso porque podría ser una conversación incómoda.
Muchas personas me comentaron que fui la primera doctora en comentarles que su mascota necesitaba bajar un poco de peso. Esto me indica que los veterinarios no abordan de forma adecuada el aumento de peso que ocurre a lo largo del tiempo en muchas mascotas y que contribuye a tantas enfermedades degenerativas. Dichas enfermedades podrían evitarse al controlar el peso de manera adecuada.
1. EVITA los alimentos procesados con muchos carbohidratos. Los alimentos procesados para mascotas contribuyen de forma significativa a la epidemia de obesidad en los Estados Unidos y otras partes del mundo. Muchos dueños alimentan a sus mascotas en exceso, pero a menudo el problema también radica en la calidad y cantidad de alimento.
Si tu mascota consume croquetas, también consumirá carbohidratos porque son necesarios para elaborar este tipo de alimento. Si observas la etiqueta del paquete, encontrarás ingredientes como papa, batatas, lentejas, chícharos (almidón de chícharos), garbanzos, tapioca u otras fuentes de carbohidratos. El almidón se descompone en azúcar, a pesar de que el azúcar no aparece en la etiqueta.
Muchas croquetas para mascotas están llenas de carbohidratos (en algunos casos, entre el 40 % y 50 % del contenido total), lo que puede provocar fluctuaciones de azúcar en la sangre, resistencia a la insulina, obesidad, diabetes y otros padecimientos. Un consumo de carbohidratos que supera los requerimientos diarios de tu mascota (menos del 10 %) puede activar los factores enzimáticos internos que almacenan el exceso como grasa corporal.
Calcula los carbohidratos al sumar la humedad, grasas, proteínas y cenizas (calcula un 6 %, si no observas este valor) en la etiqueta del alimento para mascotas y réstale 100, esa será la cantidad de carbohidratos que contiene.
OFRÉCELE alimentos frescos. Los gatos y perros requieren recibir alimentos con alto contenido de proteína animal y humedad, con un contenido bajo o nulo de granos o almidón (que es casi lo opuesto a lo que proporcionan las croquetas para mascotas, en especial las que no contienen granos).
La mejor opción para estas mascotas es consumir alimentos frescos de buena calidad. Es importante nutrir adecuadamente su cuerpo a medida que pierde peso, al asegurarse de que se cumplan sus requisitos de aminoácidos, ácidos grasos esenciales y otros nutrientes.
La clave para una pérdida de peso saludable es cumplir con sus requisitos nutricionales a través de una alimentación equilibrada con una menor cantidad de alimentos (control de porciones), lo que obligará a que su cuerpo queme sus reservas de grasa. El primer paso es hacer el cambio a una alimentación sin papa, maíz, arroz, soya ni tapioca, para disminuir el contenido de carbohidratos a un valor biológicamente correcto que no supere el 20 %, con el objetivo de lograr menos del 10 %, para mejorar su salud.
Recomiendo ofrecer una alimentación casera y equilibrada a base de alimentos frescos, que incluya carnes magras, grasas saludables, así como vegetales y frutas con un bajo índice glucémico, como sus únicas fuentes de carbohidratos. Estos carbohidratos "saludables" son la mejor manera de mantener el microbioma de tu mascota, mientras le proporcionan fibra, antioxidantes y fitonutrientes.
2. NO dejes sus alimentos disponibles durante todo el día. Este tipo de alimentación, también conocida como ad libitum, es un gran error que va acompañado de una alimentación de baja calidad (en especial croquetas) ya que es el único tipo de alimento que puedes dejar a temperatura ambiente durante todo el día.
Este tipo de alimentación es la manera perfecta de crear obesidad o sobrepeso en tu mascota. Además, es una fuente de alimento disponible que puede convertir a tu cazador carnívoro en un rumiante, lo que no es natural.
Los animales salvajes siempre están en movimiento en busca de su siguiente alimento. Por otro lado, muchas mascotas, reciben alimento de forma ilimitada. Cuanto más alimento le proporciones, menos interesado estará tu perro o gato en "cazar" en casa, lo que constituye un excelente ejercicio. En poco tiempo, la única vez que lo verás moverse es cuando se dirija a su recipiente de comida para devorar más alimento que siempre está disponible.
DESAFÍALO a la hora de comer. Separa la cantidad diaria de alimentos asignada en diversas porciones y colócalas en diferentes lugares de la casa para que las busque. Utiliza juguetes de dispensadores de alimento para perros y comederos de caza para gatos, que fomenten sus hábitos de caza y agudicen su mente.
También puedes colocar tazones de alimento en la parte inferior y superior de las escaleras para promover el ejercicio y el desarrollo muscular a lo largo del día. De forma alternativa, puedes proporcionarle dos comidas controladas al día. Aunque muchas personas alimentan a sus mascotas dos veces al día, otras los alimentan solo una vez al día puede ofrecerle una serie de beneficios, incluyendo un menor riesgo de padecer diabetes.
3. NO sigas las instrucciones del paquete de alimentos. La mayoría de las personas que proporcionan alimentos para mascotas disponibles en el mercado siguen las instrucciones de alimentación impresas en el empaque, que a menudo no representan el mejor enfoque. Por lo general, estas recomendaciones se basan en rangos de peso muy amplios, como “menos de 20 libras”, cuando es evidente que un perro de 15 libras requiere significativamente más calorías que un perro de 5 libras.
Las instrucciones de alimentación que indica el paquete también aplican rangos amplios de porciones, como "proporcionar de 1/2 a 1 1/2 tazas". Por ejemplo, es claro que estas sugerencias no consideran el nivel de actividad de un animal, y tienden a quedarse cortas en otros detalles importantes, como si "proporcionar de 1/2 a 1 1/2 tazas" fuera una guía diaria o para cada comida.
OFRÉCELE alimento para lograr la pérdida de peso. Determina (con la ayuda de un veterinario) cuál debe ser el peso ideal de tu mascota, sea gato o perro. Luego, aplica una de las siguientes fórmulas para calcular la cantidad precisa de calorías que debes proporcionar al día para lograr el peso ideal y ayudarle a mantenerlo.
Por ejemplo, supongamos que tu mascota pesa 13.5 kilogramos (30 libras) y su peso ideal es de alrededor de 10 kilogramos (22 libras): calorías diarias = peso corporal (kg) x 30 + 70.
Si utilizas el sitema imperial de unidades y no el métrico, lo primero que tienes que hacer es convertir el peso de tu mascota de libras a kilogramos. Un kilogramo equivale a 2.2 libras. Por lo tanto, debes dividir su peso ideal en libra (no su peso actual) entre 2.2. En el ejemplo anterior sería dividir 22 libras entre 2.2 (22/2.2). Esto significa que el peso ideal de tu perro es 10 kilogramos.]
Ahora, la fórmula para el ejemplo anterior es la siguiente: calorías diarias = 10 (kg) x 30 + 70. Y finalmente, este sería el resultado: calorías diarias = 370. Si tu perro consume 370 calorías al día, debería bajar su peso progresivamente hasta lograr y mantener su peso ideal de 10 kilogramos (22 libras).
Digamos que el peso ideal de tu gato es de tan solo 5.5 kilogramos (12 libras), en vez de su peso actual de 7.3 kilogramos (16 libras). La fórmula de calorías diarias sería: calorías diarias (felino) = peso corporal (kg) x 30 + 70 x 0.8. (La fórmula para gatos incluye un ligero ajuste para incluir el estilo de vida tan sedentario de la mayoría de los gatitos actuales).
[Si utilizas el sitema imperial de unidades y no el métrico, lo primero que tienes que hacer es convertir el peso de tu mascota de libras a kilogramos. Un kilogramo equivale a 2.2 libras. Por lo tanto, su peso ideal de 12 libras dividido entre 2.2 se convierte en 5.5 kilogramos.]
Ahora, la fórmula de calorías diarias para tu gato sería la siguiente: calorías diarias = 5.5 (kg) x 30 + 70 x 0.8. Y finalmente, este sería el resultado: Calorías diarias = 188.
4. NO ignores la necesidad de ejercicio de tu mascota. Nunca verás a un animal salvaje con sobrepeso porque sigue sus instintos naturales, que incluyen el impulso de estar físicamente activo. Y aunque tu Yorkie no se comporta ni se parece mucho a sus primos lobos, su cuerpo fue diseñado para moverse como ellos.
Dado el estímulo y oportunidad, tu pequeño perro faldero podría caminar distancias impresionantes, hacer excursiones, correr, jugar, perseguir cosas, cavar en la tierra, rodar en la hierba, disfrutar cada minuto y estar más saludable y feliz. Solo sus humanos, y posiblemente su cuerpo tan pesado e incómodo, le impiden ser ese pequeño atleta natural. ¡Esto es innecesario y triste!
ASEGÚRATE que haga ejercicio aeróbico diario. El ejercicio diario y constante, que incluya al menos 20 minutos (y de preferencia 60 minutos) de actividad aeróbica, le ayudará a quemar grasa y mejorar su tono muscular. Si te resulta difícil proporcionarle tanta actividad física (algunos perros tienen mayores requerimientos), lo recomendable es unirse a un club deportivo para mascotas o una guardería canina. Otra opción es contratar a un paseador de perros (corredor, excursionista o ciclista canino).
Si tu perro tiene sobrepeso u obesidad, es posible que no pueda soportar períodos prolongados de ejercicio al inicio. Nadar es una excelente forma de ejercicio ligero y de bajo impacto para perros que necesitan comenzar de forma lenta, así como los que padecen artritis o presentan problemas de movilidad.
Puedes preguntarle a tu veterinario qué ejercicios son seguros para tu mascota y cuáles debe evitar o posponer hasta que esté en mejores condiciones. Si se trata de un gato con obesidad, consulta mi artículo “Saca lo mejor de tu gatito, le regala un gran momento y fortalece su vínculo especial”.
5. NO le des muchos premios. Los premios, incluso los más saludables y de muy buena calidad, deben representar menos del 10 % de su consumo de alimentos diarios. Asimismo, es importante recordar que los premios no son una fuente nutricional y no deben reemplazar a los alimentos nutricionalmente equilibrados y apropiados para cada especie.
Darle premios como su alimento principal causará obesidad. Remplazar una alimentación balanceada con un exceso de premios también provocará deficiencias nutricionales.
OFRÉCELE premios saludables, pero solo en ocasiones. Limita los premios solo a recompensas por entrenamiento y comportamiento. De nuevo, debes suministrar una cantidad de premios que representen menos del 10 % del consumo diario de tu mascota, lo que significa que debes proporcionarle cantidades muy pequeñas, con poca frecuencia.
Al elegir premios disponibles en el mercado, debes asegurarte de que sean de buena calidad. Un premio de buena calidad no contendrá granos ni rellenos innecesarios, subproductos animales, azúcar añadida (que algunas veces se oculta entre los ingredientes, como melaza y miel), ni productos químicos, conservadores artificiales o ingredientes que podrían causar alergias.
La mejor idea es proporcionar cantidades muy pequeñas de alimentos humanos frescos como premios: bayas, otras frutas (como melones y manzanas), queso, chícharos congelados, almendras, anacardos y semillas de girasol sin procesar. Para mayor información sobre cómo preparar premios caseros, consulta mi artículo “Golosinas caseras para mascotas: ¡deliciosas y nutritivas!” o descarga mi libro electrónico “Premios Caseros para Mascotas Saludables”, donde encontrarás muchas recetas nutritivas y sencillas para mascotas.