Arrastrar el trasero, que es una forma educada de describir el comportamiento de un miembro peludo de la familia que arrastra la parte posterior por el suelo, es más frecuente en perros que en gatos. Y aunque arrastrar el trasero es mucho más común en los perros, también ocurre en gatitos de forma ocasional. Este pequeño es tan educado como para utilizar hierba para cumplir con la tarea, pero a menudo no ocurre así:
Al igual que con los perros, pueden existir varias causas por las que tu gatito arrastre su trasero, y es importante resolverlas. Quizás, si se trata de una sola vez, no sea nada para preocuparse, pero si notas que tu gato lo hace con mucha regularidad, sería buena idea concertar una cita con tu veterinario.
En general, los gatitos sienten algún tipo de malestar o irritación alrededor de la parte posterior que provoca su comportamiento. En ocasiones, algunos gatos, en particular los gatitos de pelo largo, arrastran su trasero después de utilizar su caja de arena para quitarse residuos de sus heces o arena pegada en su pelaje.
También, es posible que tu gato padezca una enfermedad cutánea que le produzca picazón o dolor, o que tenga alergias, parásitos o algún problema con las glándulas anales.
1. Alergias. Es posible que tu gato tenga sensibilidad a algo en su entorno que le provoque este comportamiento. Algunos ejemplos incluyen ácaros del polvo, pulgas, moho, pastos u otros tipos de polen a los que está expuesta al aire libre o que son transportados por los zapatos, ropa o pelaje de los perros.
En función de los alimentos que le proporciones a tu gato, también existe la posibilidad de que desarrolle una alergia o sensibilidad a algo en su alimentación. Los granos en los alimentos comerciales para mascotas pueden causar alergias o inflamación.
Si tu gato arrastra su trasero por la casa, lo primero que debes hacer es eliminar todos los granos o fuentes de almidón de su alimentación. No le proporciones ningún alimento que contenga maíz, papa, avena, trigo, arroz o soya. De cualquier manera, los gatos son carnívoros y no deben recibir estos alimentos.
También te recomiendo cambiar a una proteína nueva. Si, por ejemplo, el gatito solo ha comido pescado, debes hacer la transición a pavo o conejo. Una alimentación constante de solo uno o dos tipos de proteína puede desencadenar una respuesta inflamatoria que cause alergia.
Suministrarle una alimentación nutricionalmente óptima y específica para su especie podrá abordar su sensibilidad a los alimentos y mala consistencia de las heces, que suelen provocar este comportamiento. También puede beneficiarle que añadas a sus comidas probióticos, un poco de fibra (semillas de calabaza finamente molidas o polvo de olmo resbaladizo) y enzimas digestivas.
2. Parásitos. Los parásitos gastrointestinales (GI) son pequeñas criaturas repulsivas que se establecen dentro del tracto digestivo de tu gato (y en algunos casos son zoonosis, lo que significa que tú también puede contraerlas) y pueden causar todo tipo de problemas intestinales y otros. Los invasores comunes incluyen a la giardia, coccidium, cryptosporidium y gusanos (tricocéfalos, tenias y anquilostomas).
Es muy importante que tu veterinario identifique el tipo exacto de gusano del que se trata. Recomiendo evitar los tratamientos combinados que dicen matar y/o prevenir una diversidad de gusanos y otros parásitos internos. Cuando se trata de medicamentos para tu mascota, más no significa mejor. Por ejemplo, si tu gato tiene tricocéfalos, debes tratar este tipo de parásito específico durante el tiempo suficiente para eliminar la infección.
Algunos veterinarios integrativos ofrecen desparasitantes naturales para ciertos tipos de infestaciones de parásitos intestinales, Por desgracia, no siempre funcionan.
Por ejemplo, la tierra de diatomeas de grado alimenticio puede eliminar los segmentos de tenia, pero no la cabeza si está profundamente incrustada, por lo que podrías pensar que has eliminado todo el parásito, solo para descubrir después que tu mascota está infectada de forma crónica, lo que podría provocarle una inflamación gastrointestinal persistente y disbiosis (intestino permeable).
No hay ningún problema si primero quieres probar un desparasitante natural, pero es de suma importancia asegurarte de que estos parásitos resistentes se eliminen por completo, sin importar el producto que utilices, con el fin de evitar problemas gastrointestinales crónicos y evitables, así como síntomas como arrastrar el trasero.
3. Problemas con las glándulas anales. Al igual que los perros, los gatitos tienen glándulas anales que se sitúan justo en el interior del recto, una a cada lado del ano alrededor de las posiciones 8:00 y 4:00. Las glándulas segregan una sustancia aceitosa y muy olorosa que se cree que es un marcador territorial.
Estos pequeños órganos son de diseño natural, y una evacuación intestinal de consistencia normal debería ser suficiente para vaciar el contenido de los sacos. Sin embargo, en los gatos domésticos, puede haber interferencias causadas por heces demasiado sueltas que no presionan las glándulas durante la evacuación. Esta acción es necesaria para desencadenar la expresión del contenido de los sacos.
Los gatos con sobrepeso pueden tener problemas en las glándulas anales debido a su bajo tono muscular y exceso de tejido graso. Algunas infecciones y trastornos cutáneos también pueden afectar al vaciado de los sacos. Si las secreciones atrapadas se acumulan y espesan en las glándulas anales, puede provocar una retención fecal.
La causa más común de los problemas de las glándulas anales es el alimento que le proporcionas a tu gato. Dado que los sacos anales se encuentran al final del tracto digestivo, cualquier cosa que irrite o provoque una inflamación del tracto gastrointestinal podría hacer lo mismo con las glándulas anales.
Como he explicado antes, lo primero que debes hacer es eliminar todos los granos de la alimentación, incluido cualquiera que contenga maíz, papa, avena, trigo, arroz o soya. También te recomiendo cambiar a una proteína nueva.
Además, tendrás que abordar las inconsistencias de las heces. Si las heces del gatito son frecuentemente blandas o acuosas, es posible que sus sacos anales no reciban la presión firme que necesitan para vaciarse de manera adecuada. Proporcionar una alimentación específica para cada especie, que no contenga colorantes, aromatizantes, aditivos, conservadores sintéticos ni sabores artificiales innecesarios debería solucionar tanto las sensibilidades alimenticias como la mala consistencia de las heces.
Muchos problemas de salud, como los problemas de las glándulas anales y arrastrar el trasero, desaparecen una vez que la mascota recibe el tipo y calidad de alimento más acorde con su naturaleza.
4. Prurito. Si tu gato tiene picazón en la piel (prurito), además de arrastrar su trasero, también podrías notar que se acicala el lomo de forma obsesiva, en un esfuerzo por aliviar la picazón. Es importante destacar que lamer, masticar y arrastrar el trasero de forma intensa puede inflamar la piel y provocar pérdida de pelo.
Casi siempre hay una razón subyacente que causa la picazón en la parte posterior de un animal, incluyendo parásitos gastrointestinales o externos (por ejemplo, pulgas o ácaros), alergias, infecciones bacterianas y por levaduras, neoplasia (desarrollo celular anormal) y trastornos inmunológicos.
Tampoco debe ignorarse la hipersensibilidad a los productos químicos ambientales o domésticos. Si tu gato tiene picazón, procura limpiar su entorno, cambia a limpiadores domésticos por limpiadores orgánicos, elimina los productos aromatizantes para el hogar, así como los aerosoles para las habitaciones, filtra el aire y el agua, y cubre cualquier área de descanso con una funda orgánica para ácaros que puedas lavar cada semana.
El diagnóstico del prurito sin causa identificada requiere un diagnóstico adicional y el tratamiento depende de la causa. Recomiendo posponer la biopsia hasta que se hayan descartado otras causas comunes y agotado los tratamientos no tóxicos, incluyendo la neuralgia e hiperestesia.