Debido a que los gatos de hoy en día vomitan con mucha frecuencia, los dueños de mascotas e incluso los veterinarios lo ven más como una molestia que como una señal de un problema médico. La verdad es que los vómitos crónicos son una señal de que algo anda mal con tu familiar felino, y lo sabemos debido a que los felinos salvajes sanos no tienen la misma tendencia.
También es importante comprender que vomitar causa mucho estrés, además es muy agotador para los gatos. Es muy probable que tu gatito no disfrute la experiencia y tú tampoco disfrutas limpiar. Por lo general, la mayoría de los gatos vomitan por una de las siguientes razones:
Bolas de pelo (los felinos salvajes tampoco los padecen de forma rutinaria) y estreñimiento |
Alimentación de mala calidad e intolerancias alimentarias |
Comer muy rápido |
Dejar pasar demasiado tiempo entre comidas |
Deficiencias de enzimas |
Consumo de toxinas |
Una afección médica subyacente, incluyendo los desequilibrios del microbioma y la enfermedad crónica del intestino delgado |
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Analicemos cada uno a detalle.
Bolas de pelo y estreñimiento
Las bolas de pelo en realidad no son bolas, sino montones cilíndricos de pelo, escombros y trozos de comida sin digerir pegados con flema. Como puedes imaginar, los gatos que tienen más problemas con las bolas de pelo son aquellos con pelaje largo y que se acicalan en exceso.
Los gatos que consumen croquetas no obtienen suficiente humedad de su alimentación, por lo que sus órganos tienden a no funcionar como deberían. Y a diferencia de los perros, los gatitos no compensan la diferencia al consumir mucha agua, por lo que a menudo terminan con un problema de deshidratación.
Un tracto gastrointestinal (GI) con poca humedad es menos capaz de transportar una bola de pelo que el tracto digestivo de un gato bien hidratado que consume una alimentación específica para su especie. Al problema se suma a que las croquetas también tienen deficiencia de ácidos grasos omega-3, lo que provoca una pérdida excesiva.
Es importante comprender que los felinos tienen pequeñas cerdas en la lengua y sus cuerpos están diseñados para procesar el pelo que se tragan, por lo que los gatos en un entorno natural eliminan el pelo por sus heces de forma regular.
Para ayudar a evitar que tu gato se trague tanto pelo para formar bolas en su tracto gastrointestinal, deberás cepillarlo con regularidad, en especial si terminó de acicalarse. Pero si tienes un gato al que le gusta acicalar a todos los gatos en casa, entonces debes cepillar a todos.
Si tu gato solo come croquetas y no puedes o no estás dispuesto a cambiar su alimentación, te recomiendo rehidratar su comida con caldo de huesos, ya que eso puede ayudar con el estreñimiento y las bolas de pelo. Es posible que los gatos que consumen croquetas tengan que lubricar su tracto GI para ayudar a que el pelo pase a través del tracto digestivo. Una pizca de fibra y aceite de coco es una buena combinación para las bolas de pelo recurrentes o un remedio de bolas de pelo sin petróleo.
Si el pelo pasa del estómago a los intestinos, podria causar estreñimiento. Existen muchas razones por las que los gatos sufren de estreñimiento, pero la mayoría comienza a vomitar porque su intestino está obstruido.
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Alimentación de mala calidad e intolerancias alimentarias
Los gatos que consumen alimentos ultraprocesadas podrían vomitar debido a la mala calidad de los ingredientes biológicamente inapropiados. Los ingredientes procesados que se utilizan en los alimentos para mascotas son restos de la industria de alimentos para humanos y pueden incluir partes de animales que no son nutritivas como plumas, hocicos, picos, ojos, pezuñas y uñas. Algunos de estos ingredientes pueden ser muy nutritivos, pero pueden ser perjudiciales como los abscesos y tumores; ya que contienen ingredientes desconocidos que no son aptos para el consumo humano.
A los gatos se les dificulta digerir los ingredientes de muy baja calidad con escasa biodisponibilidad y, eso provoca molestias gastrointestinales. Mientras que los perros suelen tener menos problemas gastrointestinales (colitis) y son más propensos a desarrollar diarrea, los gatos tienden a tener más problemas gastrointestinales (enteritis, inflamación del intestino delgado) y vomitar más.
Desde que aparecieron los alimentos para mascotas ultraprocesados, muchos gatos consumen alimentos que no son específicos para su especie, lo que ha provocado daños en el microbioma, disbiosis y, a su vez, el desarrollo de una gran cantidad de reacciones crónicas, incluyendo las intolerancias alimentarias y alergias, que es una razón muy común del vómito crónico durante meses o años.
Si tu gatito tiene un peso saludable con un nivel de energía normal, pero solo vomita de manera ocasional, podría tener una sensibilidad alimentaria. La sensibilidad alimentaria se desarrolla cuando se ofrecen los mismos alimentos de manera rutinaria a un animal con un intestino permeable, lo cual sucede con los gatos porque desarrollan una adicción a ciertos alimentos y se niegan a comer cualquier otra cosa.
Ofrecer el mismo tipo de proteína, incluso si es de excelente calidad, puede crear inflamación gastrointestinal y sensibilidades alimentarias. Por lo tanto, no se trata solo de ofrecer proteínas de buena calidad, sino también de la diversidad nutricional y el cambio de proteínas con frecuencia, lo cual es importante para desarrollar y mantener un buen microbioma.
Recomiendo que los gatos que tienen problemas gastrointestinales consuman alimentos para gatos de grado humano (que podrían ser muy difícil de encontrar) y alimentos frescos.
Prefiero una alimentación cruda para los gatos que la comerán, pero incluso la comida fresca poco cocida es mejor que la comida chatarra ultraprocesada. También recomiendo hacer la transición a una proteína diferente cada tres o cuatro meses para evitar reacciones de hipersensibilidad (haz clic aquí para ver mi Facebook Live en inglés sobre cómo hacer la transición incluso del gato más quisquilloso a la comida fresca).
Si crees que tu gato puede tener una hipersensibilidad o alergia alimentaria, te recomiendo que realices la prueba de saliva NutriScan, que puede ayudarte a elegir una alimentación a la que tu gato sea menos reactivo.
La buena noticia es que descubrí que tratar la sensibilidad alimentaria, eliminar los ingredientes nocivos de la alimentación y hacer la transición a una alimentación fresca, limpia y específica para la especie, elimina la mayoría de las causas de vómitos en los gatos. Analizar y corregir los desequilibrios del microbioma de tu gato también puede resolver muchos problemas intestinales crónicos.
Si le das premios, asegúrate de que sean de buena calidad. Mejor aún, puedes preparar premios caseros para gatos. No deberías gastar dinero en mejorar la alimentación de tu gato y luego darle bocadillos chatarra. Mira la etiqueta de los bocadillos que compras en el supermercado y evita cualquier cosa que contenga propilenglicol, colorantes químicos, etoxiquina, tintes químicos, emulsionantes, tensioactivos y otros ingredientes cuestionables (desconfía de los ingredientes que no puedes pronunciar).
Todos esos aditivos, conservadores y otros productos químicos pueden causar inflamación gastrointestinal y vómitos. También recomiendo comprar alimentos y bocadillos orgánicos sin transgénicos para eliminar los residuos de pesticidas con glifosato.
También es importante recordar que a diferencia de lo que muchos piensan, los gatos no necesitan leche. Los animales pueden digerir y procesar la leche de su propia especie. Beber leche de una especie diferente después del destete puede causar o empeorar la inflamación gastrointestinal, en especial si hay disbiosis subyacente. Si tu gato no puede tolerar la leche de vaca, puede desarrollar vómitos.
Comer muy rápido
Otra razón muy común por la que los gatos vomitan es por comer demasiado rápido. El esófago de tu gato es de forma horizontal y plano. Todo lo que come tiene que viajar de forma horizontal antes de llegar al estómago. Si tiene el hábito de devorar sus comidas, la comida se puede acumular en el esófago y terminar en el esfínter esofágico inferior.
Esto puede provocar regurgitación de una parte o la totalidad de los alimentos al momento de tragarlos. Este comportamiento se observa con mayor frecuencia en hogares con varios gatos en los que todos se alimentan en la misma área, lo que puede generar competencia.
Por lo general, existe al menos un comedor rápido en el grupo, y cuando los tazones de comida caen al suelo, él consume su propia comida en segundos y luego corre al de los demás en busca de sobras. Él es un pequeño glotón que a menudo termina tirando toda la comida al piso.
Puedes reducir el estrés digestivo y social en hogares con varios gatos al alimentar a tus gatos en áreas separadas para que no puedan ver ni oír a los demás comer. Es mejor cerrar la puerta mientras come cada gato, ya que no les tomará mucho tiempo descubrir dónde están el resto de los tazones.
Dales unos 20 minutos para que coman lentamente y sin interrupciones, luego retira los tazones. Esto puede ralentizar el proceso, reducir los vómitos y evitar que aumente de peso. También permite que los gatos que comen más lentamente se relajen al comer.
Si solo tienes un gato que come muy rápido, es posible que debas dividir sus comidas en porciones más pequeñas y alimentarlo con más frecuencia, para que no vomite. También puedes esparcirle su comida en una charola de muffins. Solo coloca un poco de comida en cada agujero de la charola. Moverse de uno a otro la detendrá de manera natural.
También puedes intentar esparcir la comida sobre una bandeja grande para galletas o para hornear. Si prefieres algo más tecnológico, puedes comprar tazones especiales que ofrecen el mismo beneficio.
Yo prefiero alimentar a los gatos con "ratones" dispensadores de comida que están escondidos en la casa. Esto imita sus instintos naturales de caza porque es más atractivo de forma mental y física, lo que requiere que los gatos se activen para encontrar su comida.
Dejar pasar mucho tiempo entre comidas
Los gatos que comen en un horario regular, como a las 7:00 a.m. y a las 5:00 p.m. todos los días, tienden a comenzar a buscar su comida una hora antes porque su cuerpo sabe que ya es momento de comer. Además, el estómago de tu gato comienza a liberar sustancias digestivas como ácido clorhídrico, jugos gástricos y bilis antes de la próxima comida.
Si te demoras en darle de comer, es posible que vomite un líquido espumoso blanco con un poco de bilis amarilla. Esto se debe a que las sustancias irritan el revestimiento del estómago cuando no hay nada que procesar, por lo que el cuerpo elimina parte del ácido para evitar una mayor irritación.
Si este es el caso, dale algo de comer antes, como un premio o un pequeño bocado de tu comida. Utilizar juguetes dispensadores de alimentos con pequeños bocados de comida entre comidas también puede ser beneficioso; esto le dará a los jugos de su estómago algo para digerir y aliviará los vómitos.
Deficiencias de enzimas
En ocasiones, el páncreas no produce suficientes enzimas digestivas, como la lipasa, la proteasa y la amilasa, que pueden provocar pancreatitis aguda o crónica. La pancreatitis (inflamación del páncreas) es muy común en los gatos, y puede ser una causa de vómitos incluso si no se desarrollan otros síntomas.
Los gatos evolucionaron para consumir alimentos frescos, como ratones, que es una fuente muy rica de enzimas digestivas que faltan por completo en los alimentos ultraprocesados para gatos. Es por eso que recomiendo incluir enzimas digestivas en su alimentación.
Si el páncreas está produciendo enzimas adecuadas, las enzimas adicionales no causarán ningún problema. Sin embargo, si su páncreas no secreta suficientes enzimas, los suplementos le ayudaran a procesar los alimentos. Ofrecer enzimas digestivas de alta calidad puede ayudar a reducir los vómitos y la posibilidad de pancreatitis.
Consumo de toxinas
En raras ocasiones, el envenenamiento también puede ser la causa de vómitos en los gatitos. Si tienes un gato saludable, en especial un gato de interior y exterior que comienza a vomitar, puedes asumir que se comió algo tóxico.
Incluso si tu gato solo está en interiores, por desgracia, muchos tipos de plantas de interior son tóxicas para los gatos y a muchos gatos les gusta probar las plantas que se encuentran en su camino. Es importante no llevar nada a casa que pueda envenenar a tu gato.
Es importante tener en cuenta que, dado que los gatos están diseñados para consumir alimentos frescos, comerán cualquier cosa fresca si no les ofreces alimentos frescos. Dado que los gatos no tienen un requerimiento biológico para las plantas, es obvio pensar que la mayoría de los gatos que se comen las plantas que se encuentran dentro de la casa tratan de complementar su alimentación con alimentos vivos.
Si a tus gatos les gusta comer tus plantas, te recomiendo que les proporciones una fuente de fibra más sabrosa y segura. Puede hacer esto en forma de pasto para gatos, que es pasto de trigo, o darle germinado de girasol.
Además, debes almacenar cualquier pesticida, herbicida o producto de limpieza que tenga el sello "control de envenenamiento". Debes asumir que tu gato puede entrar en contacto con cualquier producto de limpieza, porque los gatitos se acuestan en las superficies y se acicalan sobre ellas de manera continua.
Todos los productos de limpieza del hogar deben ser aptos para gatos. No puedo enfatizar lo suficiente que si todavía utilizas los productos de limpieza para el hogar tradicionales y tienes gatos, lo mejor que puedes hacer es sustituirlos por productos ecológicos sin toxinas.
La razón más común es una afección médica subyacente
Un estudio realizado en 2013 publicado en el Journal of the American Veterinary Medical Association, analizó los vómitos crónicos (dos o más veces al mes, incluyendo bolas de pelo) en gatos y revelóhallazgos importantes, que incluyen los siguientes:
El vómito crónico se debe a una enfermedad del intestino delgado y no del estómago. |
La enfermedad crónica del intestino delgado (CSBD, por sus siglas en inglés) no solo implica vómitos frecuentes sino también pérdida de peso o diarrea crónica. Causa engrosamiento de la pared del intestino delgado que se puede documentar con un ultrasonido no invasivo. |
El engrosamiento de la pared del intestino delgado produce una menor capacidad de los músculos para contraerse de manera adecuada. Esto da como resultado en una digestión más lenta. |
El intestino delgado aún está repleto de comida cuando el gato come, por lo que se produce el vómito. |
A medida que la pared se vuelve más gruesa, el gato pierde su capacidad de absorber nutrientes. Esto provoca pérdida de peso y un aumento del apetito a medida que el gato trata de compensar la pérdida de peso. |
Los alimentos sin digerir que permanecen en el intestino delgado pueden provocar diarrea crónica. El Dr. Gary Norsworthy, autor principal del estudio escribió lo siguiente en un artículo de 2016:
"Existen dos enfermedades que representan más del 95 % de los casos de CSBD. Una es la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que causa que las paredes del intestino delgado se llenen de células inflamatorias. Esta enfermedad es muy similar al SII (síndrome del intestino irritable) en las personas. La otra enfermedad es el linfoma, que es una forma de cáncer. Las paredes del intestino delgado están repletas de células de linfoma (cáncer).
Se desconoce la causa de la inflamación de cualquiera de las dos enfermedades. Ambas enfermedades son progresivas, lo que significa que empeoran con el tiempo. De hecho, la evidencia demuestra que algunos gatos pueden pasar de EII a linfoma. Esta es una de las principales razones por las que es importante tener un buen enfoque para obtener un diagnóstico".
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Además del linfoma, existen otros tipos de cáncer gastrointestinal (GI) que también pueden causar vómitos, al igual que trastornos metabólicos como el hipertiroidismo, que es una enfermedad muy común diagnosticada en gatos mayores. El mal funcionamiento de los órganos, incluyendo el hígado y los riñones, también causa vómitos.
El veterinario debe descartar todas las posibles razones médicas del vómito, como insuficiencia renal, insuficiencia hepática, hipertiroidismo o cáncer gastrointestinal. Si se descartan todos esos problemas y el veterinario considera que podría ser EII o SII, se recomienda enviar una muestra de sangre al laboratorio de la Universidad Texas A&M para una prueba de GI funcional. Dicha prueba puede determinar si el gato sufre de mala absorción, mala digestión, o una enfermedad del intestino delgado o el páncreas.
No solo basta con tratar los síntomas, debes descubrir la causa del problema
La gran mayoría de los gatos que vienen a verme para una segunda opinión de CSBD han tenido una enfermedad prolongada que se ha tratado solo con productos farmacéuticos que solo abordan los síntomas, no las causas fundamentales de la inflamación GI. Esto es muy frustrante para mí y para la mayoría de los veterinarios de medicina funcional, porque sin identificar la causa de la inflamación GI, las afecciones progresan con el tiempo.
Una vez que tengas un diagnóstico de SII o EII, puedes asociarte con un veterinario integrativo para identificar cuáles son las causas, incluyendo las infecciones por giardia o entéricas sin diagnosticar, los desequilibrios del microbioma que provocan un intestino permeable o disbiosis (te recomiendo que primero investigues esta causa si tu gato ya recibió antibióticos sin terapia de restauración del microbioma) o sensibilidades subyacentes a los componentes de la alimentación, incluyendo reacciones a proteínas, colorantes, productos químicos alimentarios y conservadores.