5 razones por las que tu perro esa hambriento todo el tiempo

hambre excesiva en perros

Historia en Breve

  • Si tu perro tiene hambre de manera constante, la razón podría ser la biología canina, recuerdos de escasez de alimentos, una dieta inapropiada en términos biológicos, enfermedades subyacentes, una conducta aprendida, entre otras
  • En ese caso, lo primero que debes hacer es llevarlo al veterinario, ya que existen varias enfermedades subyacentes de gravedad que pueden causar hambre excesiva (como la diabetes)
  • Cuando se trata de una cuestión de alimentación, los alimentos ultraprocesados que contienen un exceso de ingredientes a base de carbohidratos (granos, almidones y fibra adicional) pueden causar desnutrición a nivel celular y, por ende, hambre
  • Los perros que reciben premios por mendigar alimento y por manifestar otras conductas relacionadas con buscar comida se comportarán de la misma manera hasta que se les deje de recompensar

Muchos perros sanos comerán cualquier cosa con alegría y esto es algo que ya sabes si tienes uno. Tienen hambre todo el tiempo y es poco usual que sean exigentes con lo que se llevan a la boca. El Dr. Jules Benson, Vicepresidente de Servicios Veterinarios de Petplan Pet Insurance, explica el fenómeno de la siguiente manera:

"Si observamos al familiar salvaje más cercano del perro doméstico, el lobo gris, está adaptado a llevar una alimentación de festines e inanición, y podría pasar muchos días sin conseguir una presa fresca. Puede sobrellevar la situación al consumir grandes cantidades cuando hay alimentos disponibles, almacenar alimentos (¡podría ser similar a enterrar huesos en el jardín!) y carroñar (¡ten cuidado con el bote de basura de la cocina!)".

En otras palabras, es normal que nuestros compañeros caninos coman cada vez que hay comida cerca, y no porque tengan hambre en ese momento, sino porque su cerebro no comprende que seguiremos dándoles comida todos los días de su vida.

Por desgracia, también es posible que algunos perros adoptados alberguen recuerdos de inanición de experiencias previas en su vida y que siempre ven la comida como un recurso raro y muy preciado.

Dicho esto, suele ser difícil determinar si un perro obsesionado con la comida solo está siguiendo su instinto natural de comer en cada oportunidad, tiene miedo a la inanición, recibe una dieta que no lo nutre a nivel celular (mayor información sobre esto más adelante), o solo ha dominado el arte de manipular a sus dueños para recibir comida y premios.

Algo que es menos probable, pero podría ser grave, es que tu perro tenga un problema médico subyacente que le provoque hambre excesiva, sin importar cuánto coma. Por ello, te recomiendo que agendes una cita con el veterinario si tu amigo peludo parece tener mucha hambre a pesar de comer bien y, en especial, si también está perdiendo peso.

Enfermedades que pueden causar hambre excesiva

1. Diabetes. Hoy en día, la diabetes tipo 2 es muy común en perros que se acercan a la mediana edad y a la vejez, y la causa principal es un estilo de vida que ocasione que el cuerpo produzca una menor cantidad de insulina o que no sea capaz de usarla de manera eficiente (resistencia a la insulina).

La obesidad es la razón principal por la que las mascotas desarrollan diabetes. En términos biológicos, tu perro no requiere granos ni muchos otros carbohidratos (almidones), sin embargo, los carbohidratos pueden representar hasta el 80 % de los ingredientes que contienen los alimentos para mascotas ultraprocesados. Los carbohidratos se convierten en azúcar en el cuerpo de las mascotas y el exceso de esta ocasiona diabetes.

Por desgracia, el almidón es necesario en el proceso de extrusión que se lleva a cabo para fabricar alimentos secos, así que incluso los alimentos sin granos contienen una gran cantidad de azúcar en forma de tapioca, papa, chícharos y otras legumbres que perjudican el páncreas de tu mascota. Otra razón por la que las mascotas desarrollan diabetes es la falta de ejercicio, lo cual tiene que ver con el estilo de vida y suele relacionarse con una mala nutrición.

2. Hipertiroidismo. Este padecimiento suele presentarse en gatos de edad avanzada. Es poco común entre los perros y, en la mayoría de los casos, se desarrolla debido a un tumor tiroideo agresivo que produce hormona tiroidea en exceso. La temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y el uso de los alimentos, entre otras funciones, dependen de un nivel adecuado de hormona tiroidea en el torrente sanguíneo.

Cuando alguien padece hipertiroidismo, sus glándulas trabajan más de lo que deberían y secretan hormonas en cantidades elevadas, lo que provoca un estado constante de hiperactividad metabólica. Por lo general, las mascotas que padecen esta afección pierden peso a pesar de tener hambre todo el tiempo, toman agua en cantidades excesivas y orinan más de lo normal; además, presentan un ritmo cardíaco acelerado y vómito. Cuando no se trata, el hipertiroidismo puede ocasionar insuficiencia cardíaca y renal.

Solo existe otra causa reconocida de esta condición y es muy inusual. Se trata de cuando se consume la hormona tiroidea de otras fuentes, como el tejido tiroideo activo presente en alimentos crudos de dudosa procedencia. Este problema de salud se revierte cuando se corrige la alimentación.

3. Insuficiencia pancreática exocrina (EPI, por sus siglas en inglés). El páncreas tiene diversas funciones. Además de la insulina, produce varias enzimas que ayudan a que se digieran bien los alimentos. Puede desempeñar un rol importante en las enfermedades digestivas y es por eso que, en algunas ocasiones, la insuficiencia cardíaca exocrina recibe el nombre de síndrome de mala digestión.

Las enzimas del páncreas incluyen amilasa, que descompone los almidones; lipasa, que descompone las grasas; y tripsina y quimotripsina, que descomponen las proteínas. Estas enzimas son muy importantes para el proceso digestivo. Permiten que la absorción de los nutrientes por las células del intestino, donde se trasladan al torrente sanguíneo y por todo el cuerpo para ser utilizados por los tejidos.

A medida que el perro come, el páncreas recibe una señal para liberar enzimas digestivas que viajan al intestino delgado a través del conducto pancreático. Una vez que llegan al intestino, descomponen las partículas de los alimentos. Tener insuficiencia pancreática exocrina significa que el páncreas produce una menor cantidad de enzimas digestivas.

Las proteínas, los almidones y las grasas no se descomponen lo suficiente como para ser absorbidos a través de la pared intestinal. Esto significa que los nutrientes no pueden ingresar al torrente sanguíneo para suministrar nutrientes a los tejidos. Gran parte de los alimentos que se consumen permanecen sin digerir en el tracto gastrointestinal (GI) y salen del cuerpo en las heces.

Algunos de los signos de la EPI incluyen pérdida de peso, hambre constante, heces blandas que pueden tener mal olor y contener grandes cantidades de grasa sin digerir, así como un pelaje en mal estado. Si no se trata, una mascota con esta enfermedad puede morir de hambre sin importar la cantidad de comida que consuma.

4. Síndrome de Cushing. El nombre médico de esta afección es hiperadrenocorticismo. El hiperadrenocorticismo podría traducirse como "exceso de cortisol liberado por las glándulas suprarrenales". El cortisol es la hormona de lucha o huida. Cuando un perro goza de buena salud, sus glándulas suprarrenales liberan cortisol de forma intermitente, en pequeñas cantidades, como respuesta al estrés y a la posibilidad de que sea necesario pelear o correr para salvar su vida.

A pesar de ello, si por alguna razón el cuerpo de tu perro regula su demanda de cortisol, las glándulas suprarrenales comenzaran a producir esta hormona en exceso, lo que puede producir un estado de toxicidad. Cuando las glándulas suprarrenales liberan cortisol, se desencadena el proceso en que el hígado libera glucosa.

Los perros necesitan cortisol en pequeñas cantidades, no obstante, sus glándulas suprarrenales lo liberan en cantidades excesivas cuando se experimenta estrés crónico. El estrés crónico ocasiona una secreción excesiva y constante de cortisol. El hambre extrema es uno de los síntomas del síndrome de Cushing y surge porque el cuerpo quema toda esa glucosa adicional.

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¿Es posible que la causa sea la alimentación?

La mayoría de los fabricantes de alimentos ultraprocesados para mascotas agregan granos, almidones y fibra a sus productos y dividen los ingredientes de la etiqueta para que, aunque la carne sea lo primero (saben que eso es lo que buscas), los ingredientes segundo, tercero, cuarto y quinto sean los carbohidratos, cuya suma constituye la mayor parte de la dieta de tu mascota. La realidad es que los ingredientes de origen vegetal son menos costosos que los de origen animal.

La fibra es un ingrediente muy común en las fórmulas de alimentos bajos en grasa y destinados a la pérdida de peso, y también se ha estudiado como un remedio para las molestas conductas caninas relacionadas con buscar alimento, como lloriquear, mendigar y robar comida o buscarla en los basureros.

El argumento que respalda la decisión de agregar fibra adicional a los alimentos para mascotas es que brinda una sensación de saciedad, sin embargo, sus requerimientos biológicos de carbohidratos (almidón) y fibra son muy pequeños, así que cuando estos ingredientes de relleno reemplazan las proteínas de la dieta, el perro podría buscar de manera obsesiva los aminoácidos derivados de la carne que no están presentes en su comida.

Además, cuando se consumen cantidades elevadas de fibra, es posible que no se absorban bien los nutrientes necesarios en el intestino delgado. El exceso de fibra puede crear una barrera que impida que los antioxidantes, las vitaminas y los oligoelementos se absorban en el tracto gastrointestinal.

Las dietas de "control de peso" altas fibra y bajas en calorías pueden hacer que tu mascota se sienta satisfecha por un tiempo y pierda peso, no obstante, también pueden provocarle desnutrición. Tu mascota mantendrá una desnutrición a nivel celular si consume ingredientes difíciles de digerir en lugar de proteínas presentes en la carne.

Cuando existe una deficiencia crónica de los nutrientes que ingresan a las células del cuerpo, es posible que se genere una sensación de hambre constante y que el animal busque alimentos en su entorno para compensar dichas deficiencias. Esta es una señal de que tu perro carnívoro no está absorbiendo los nutrientes que necesita en términos biológicos.

Si lleva una dieta de alimentos frescos y completa en nutrientes, es poco probable que la desnutrición sea la causa de las conductas relacionadas con buscar alimento, a menos que padezca una enfermedad subyacente que interfiera con la capacidad de su cuerpo para digerir los nutrientes de manera adecuada. Diversos estudios de investigación confirman que los alimentos crudos o poco cocidos son más fáciles de digerir que las croquetas.

Cómo tratar la obsesión por la comida

Si tu veterinario determina que tu mascota está sana y está comiendo de manera acorde a su especie, es muy probable que busque alimentos debido a que aprendió ese comportamiento y esto se debe a que lo has reforzado con la suficiente frecuencia como para que ahora sea un hábito. Estos son algunos consejos para lidiar con un perro que tiene hambre todo el tiempo:

No le hagas caso cuando mendigue comida. Debes dejar de responder a esta conducta o nunca dejará de realizarla. Si lo haces, corres el riesgo de que desarrolle sobrepeso debido a un exceso de comida o premios.

Aprovecha que le encanta la comida para entrenarlo. Realicen sesiones breves de entrenamiento, por lo menos una vez al día. Es muy probable que aprenda nuevas órdenes y trucos en poco tiempo cuando que se dé cuenta de que podría recibir bocadillos saludables.

Asegúrate de que las porciones sean muy pequeñas, por ejemplo, chícharos congelados o trocitos de zanahorias (de los que puedes obtener 6 premios de entrenamiento individuales). Puedes llenar un tapete para lamer con caldo de huesos y congelarlo; es una opción baja en grasas y calorías que puede deleitar por un buen rato.

Sustituye su necesidad de alimentos. En otras palabras, distráelo con la mayor frecuencia posible. Reserva algún tiempo de juego; sácalo a dar un paseo agradable, puedes subirlo contigo al automóvil y llevarlo a un parque para perros.

En resumen: debes amar a tu perro más de lo que él ama la comida y la manera de hacer esto es evitar ceder ante las conductas en las que busca alimentos en exceso. El acto de amor más grande que puedes hacer es redirigir su energía de manera constante y centrarla en el entrenamiento, el ejercicio, el tiempo de juego y otras actividades no relacionadas con los alimentos.

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